El portero del Amorebieta captura un balón ante Sekou.

El portero del Amorebieta captura un balón ante Sekou. La Liga

Málaga C.F.

El Málaga CF se queda sin gol… y ahora sin defensa

El equipo ha cometido graves errores sin intensidad que le han perjudicado en las últimas jornadas y aparecen síntomas de alarma que se amplifican si los delanteros no tienen suerte en ataque.

6 diciembre, 2021 05:00

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En el Málaga CF han aparecido muchos problemas tras la derrota contra el Amorebieta. Hasta ahora se habían achacados a la imagen que el equipo estaba ofreciendo en los partidos como visitante y les salvaba la imbatibilidad que tenía como local, esa con la que Guruzeta acabó. Sin embargo, ¿qué te queda cuando toda esa protección se cae? ¿Qué le pasa al club si las derrotas empiezan a llegar no solo cuando se desplazan, sino también a domicilio?

La baja de Juande ha sido una de las peores noticias que ha recibido el club estas semanas y aún peor es saber que la evolución no se está desarrollando como se esperaba y que deberá estar parado algunos días o semanas más. Cada día que esté fuera será contrario a los intereses que tiene José Alberto por recuperar esa bandera de la que estaba presumiendo el equipo hasta ahora: la solidez defensiva.

El central malagueño no ha estado ni en Burgos ni contra el Amorebieta, aunque la fragilidad defensiva viene de atrás si se observan los resultados como ante la Ponferradina. El marcador de Las Palmas fue victorioso (2-1). Antoñín adelantó al equipo, pero en torno al minuto 85 hubo problemas de comunicación entre Peybernes y Dani Martín donde el francés hizo una dejada con el pecho que se quedó a medio camino y que aprovecharon los canarios para empatar. Un empate que duró poco y que desequilibró para los locales Sekou Gassama.

La hecatombe llegó en El Plantío. El primer gol de Pablo Valcarce llegó en un remate de cabeza en solitario, colándose entre Víctor Gómez y Genaro, que no estará en Eibar. El segundo tanto fue otra vez consecuencia de una indecisión entre el lateral español y Peybernes del que se favoreció Juanma García para marcar. Y el tercero vino de un rechace del palo en el que falta contundencia para despejar. 

Este domingo volvió a ocurrir lo mismo. Lombán y el francés no demostraron jerarquía e imposición en ningún momento del partido. El doble pivote de Escassi y Genaro tampoco fue efectivo. El Málaga perdió muchos balones, precisamente de una pérdida en el centro del campo y un posterior pase entre líneas fue a los pies de Guruzeta. Ese es el problema. La solidez defensiva había ocultado la sangría de cara a gol. Ahora que se han desvelado las carencias atrás y tampoco hay suerte en el ataque, ¿qué tiene que hacer el Málaga?

Falta de intensidad

Un problema es ese, pero hay otro mucho más grave que es la falta de intensidad. El Málaga CF cometió en Burgos siete faltas. Contra los vascos ha vuelto a hacer siete infracciones (dos en la primera parte cuando ya iba 0-2) y por ejemplo contra el Sporting en Gijón sí que hizo 17 (2-1) o en la victoria contra la Real Sociedad B fueron 19. 

Y otro asunto con el que se está encontrando son los duelos ganados. En la derrota de La Rosaleda ha vencido en 73 forcejeos con los rivales, cuando los vascos fueron superiores en 64. Por lo que la lectura es que sí que el Málaga vence en esos duelos, pero los que pierde son vitales porque lo hace en zonas muy peligrosas y es cuando se ve barrido con goles en contra u ocasiones peligrosas.

Si ya fueron duras las sesiones de vídeo los días posteriores a la debacle como visitante, esta semana que entra no será mejor. Se antojan días muy complicados en Martiricos y no hay tiempo para pensar. El sábado se juega contra el Eibar, equipo de play off, y si no quieren que el pozo sea más profundo… algo hay que hacer.