Las orugas, un difícil parásito a eliminar

Las orugas, un difícil parásito a eliminar

Málaga

La oruga procesionaria se deja ver en Málaga: "Ya estamos recibiendo los primeros avisos"

La escasez de lluvias y las altas temperaturas han provocado la aparición adelantada de estos insectos especialmente peligrosos para los perros.

9 febrero, 2022 07:05

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El cambio climático: esa es la explicación que subyace a la aparición adelantada de la oruga procesionaria. La escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas han hecho que estos insectos (peligrosos para las personas y especialmente dañinos para los perros) se hayan dejado ver en Málaga. Así lo han confirmado a EL ESPAÑOL de Málaga fuentes consultadas de Protección Civil. Explican que desde hace días han recibido algunos avisos de personas que han salido a pasear por el campo y se las han encontrado: "Nosotros todavía no las hemos visto, pero hay gente que sí", aseguran.

La llegada de este buen tiempo, que se percibe como "algo positivo" para una gran parte de la población, trae una serie de alteraciones en ciertos procesos naturales, como puede ser la floración de los almendros o, en este caso, la oruga procesionaria: "Se están alterando los ciclos", describen.

Debido a esta situación, han decidido compartir una serie de recomendaciones oficiales procedentes de los veterinarios. Alertan de que estos insectos son "muy peligrosos" para los perros, ya que tan solo el contacto puede derivar en una urgencia veterinaria: "Su ingesta podría resultar mortal", subrayan. Las orugas aparecen principalmente en pinares, aunque a veces también se pueden ver en "abetos, cedros e incluso parques y jardines urbanos". 

Consejos y recomendaciones

Los síntomas se pueden manifestar de distinta forma en el caso de los perros, aunque los más comunes son la inflamación e irritación de la piel, conjuntivitis, malestar general y rascado excesivo. Si ha habido contacto con la lengua, lo más probable es que se ponga roja, morada o negra, causando hinchazón en la zona afectado. En estos casos, resulta fundamental llevar al animal lo más rápido posible a un centro veterinario.

¿Qué hacer si nos pica? En primer lugar, retirar la oruga si todavía se encuentra en el cuerpo; para ello, es fundamental utilizar pinzas o guantes, pero en ningún momento tocar el insecto con las manos después. Una vez separada, colocar celo a cinta adhesiva sobre el lugar de la picadura, pegándola y quitándola repetidas veces para retirar espinas, pelos y toxinas. A continuación, lava el área lesionada con agua y jabón neutro, y retira la ropa contaminada: "Se pueden tomar antihistamínicos orales para reducir la sensación de prurito (ganas de rascarse). Un corticoide en crema, dos o tres veces al día, resolverá el problema. Si hubiera afección general, con dificultad respiratoria, no dudes en acudir a urgencias", puntualizan.

Campaña de prevención

El pasado noviembre, y con el objetivo de evitar este tipo de situaciones, el Ayuntamiento de Málaga llevó a cabo una campaña de prevención basada en la aplicación de "tratamiento biológicos no tóxicos" en los parques forestales de la ciudad, así como en colegios y en los pinos de zonas cercanas a residencias geriátricas, parques infantiles, guarderías y centros de salud. La concejala de Sostenibilidad y Medioambiente, Gemma del Corral, explica que intentan que la procesionaria no salga: "Esta campaña de prevención se va reforzando para que, en el caso de que aparezca, no afecte tanto".

Imagen de archivo de unos operarios fumigando en El Morlaco.

Imagen de archivo de unos operarios fumigando en El Morlaco. Málaga

Desde un punto de vista científico, el método aplicado consiste en la pulverización sobre las hojas del pino de la bacteria Bacillus thuringiensis Kurstaki (32 %), en la dosis fijada por el Ministerio para la Transición Ecológica. El mecanismo que se desarrolla es el siguiente: "Esta bacteria actúa por ingestión interfiriendo en la alimentación de las larvas de la procesionaria originándoles la muerte. Un tratamiento que no tiene efectos nocivos para otros invertebrados ni vertebrados".

Los primeros trabajos se desarrollaron en aquellos parques periurbanos de la ciudad con importante presencia de pinos. Sin embargo, del Corral puntualiza que no todos los árboles propensos a la aparición de la oruga procesionaria están bajo el mantenimiento del Ayuntamiento, y que en muchos casos pertenecen a parcelas privadas en las que no pueden intervenir: "Al final siempre hay algún caso porque no podemos aplicar este procedimiento en todos lados".