Agentes de la Policía Municipal de Madrid han denunciado a la Coctelería La Santoría, ubicada en la calle de Lope de Vega, 30, en el barrio de las Cortes, por el peligro de su decoración altamente inflamable y la dificultad para salir del local en caso de emergencia. Este incidente se produce hace justo tres meses del incendio del restaurante italiano Burro Canaglia en la plaza de Manuel Becerra, que provocó dos muertos y media docena de heridos graves.

El local, muy conocido dentro del mundo de la coctelería, ha incurrido en tres infracciones muy graves, una grave y dos leves en materia de seguridad y prevención de incendios, según ha informado a Madrid Total el cuerpo local. 

La Policía de la Comisaría de Centro Sur realizó una inspección rutinaria en la coctelería el pasado viernes 14 de julio. Los agentes acudieron a las 00:45 horas al local y vieron que todo el local está revestido con material inflamable, entre otras infracciones. 

En el mismo momento de la inspección, los agentes informaron al propietario del incumplimiento de las medidas de prevención de incendios y le informaron de la denuncia. Su dueño respondió que no era grave y no tenía pensado hacer ningún cambio y va a seguir con la actividad del bar, ya que toda la decoración de la coctelería estaba rociada de un líquido ignífugo, según informan desde la Policía Municipal.

Los agentes informaron a los clientes que se encontraban en ese momento en La Santoría bajo el riesgo en el que se encontraban. De las 35 personas presentes, 20 abandonaron el local en el momento y 15 permanecieron en las instalaciones.

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El acta de la denuncia ya está en manos del organismo instructor de la Comunidad de Madrid. La coctelería se enfrenta a una multa de hasta 300.000 euros e incluso la orden de clausurar el local.

Las infracciones

Las infracciones muy graves son que la decoración en techos y paredes es altamente inflamable, y a su vez hay velas encendidas muy próximas a estos materiales.

Las otras dos infracciones muy graves son que la puerta principal estaba bloqueada (artículo 44 del decreto), ya que los clientes solo pueden entrar y salir del local tocando un timbre que tienen que abrir y cerrar los camareros de la barra. De esta manera, nadie puede salir del local en caso de emergencia. Además, la puerta está oculta y sin indicaciones por unas grandes cortinas tupidas y opacas que dificultan localizar la salida, según detallan desde el cuerpo de seguridad.

La infracción grave es por tener los extintores ocultos detrás de la decoración y por su escasa luz (artículo 45), y las dos leves, por no tener iluminados los indicadores de salida de emergencia y no tenerlos en algunos casos.

El local ha infringido el Decreto Legislativo 1/2006, de 28 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley por la que se regulan los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos de la Comunidad de Madrid.

Desde el incendio de Burro, muchos restaurantes empezaron a extremar la precaución con la decoración inflamable y los platos flameados de sus locales, ya que este incidente causó gran conmoción en la sociedad madrileña.