Carles Puigdemont interviene por videoconferencia en un acto de Junts el pasado 4 de marzo./ EP

Carles Puigdemont interviene por videoconferencia en un acto de Junts el pasado 4 de marzo./ EP EP

Tribunales

Puigdemont hace corta-pega de una anterior recusación, que fracasó, para intentar apartar a Arnaldo y Espejel de su recurso

La recusación del expresidente catalán, que afecta también a José María Macías, retrasa la admisión a trámite de la demanda decisiva para que se le aplique la amnistía.

Más información: El TC no ve "urgencia" en la petición de Puigdemont de suspender la orden de detenerle y poder volver a España

Publicada

El expresidente catalán Carles Puigdemont ha tomado este lunes una iniciativa procesal que retrasará el fallo del recurso decisivo para que se le aplique la amnistía, que iba a ser admitido a trámite hoy mismo por el pleno del Tribunal Constitucional.

Puigdemont ha recusado a tres magistrados, Enrique Arnaldo, Concepción Espejel y José María Macías, alegando su "falta de imparcialidad" para pronunciarse sobre la demanda de amparo interpuesta contra la negativa del Tribunal Supremo a amnistiar el delito de malversación de fondos públicos por el que está procesado.

El TC, obligado a resolver antes que nada la recusación, tendrá que paralizar la admisión a trámite de la demanda de amparo.

Tampoco se pronunciará aún sobre la medida cautelar instada por Puigdemont para poder regresar de inmediato a España. La decisión del Tribunal Constitucional sobre la suspensión de la orden de detención dictada por el juez del Supremo Pablo Llarena también tendrá que esperar.

El movimiento se entiende aún menos si se tiene en cuenta que las partes del escrito de recusación referidas a Arnaldo y Espejel son una copia literal de una anterior recusación presentada también por Puigdemont contra los mismos magistrados el 2 de diciembre de 2021.

El escrito presentado este lunes ni siquiera ha actualizado los tiempos verbales o las referencias temporales. Se dice, por ejemplo, que "recientemente, el presidente del Partido Popular -cuya relación personal con Arnaldo Alcubilla es también notoria- reclamaba una vez más el encarcelamiento de Puigdemont tras el reciente incidente de su detención en la isla de Cerdeña". Esa detención se produjo en septiembre de 2021 y el presidente del PP aludido era Pablo Casado.

Dejando aparte la descortesía con el Tribunal Constitucional, sucede que esa anterior recusación fue rechazada -por unanimidad del Pleno- el 15 de diciembre de 2021.

El Pleno afirmó en aquel momento que "va en la propia naturaleza de las cosas que un magistrado del Tribunal Constitucional haya sido designado precisamente por sus ideas y opiniones". Y se negó a apartar a Arnaldo y Espejel de varios recursos interpuestos contra las decisiones del Supremo en la causa del 'procés'.

La decisión de presentar al TC un mero 'fusilamiento' o corta-pega de una recusación ya fracasada hace improbable que la actual prospere.

En el caso de Macías, la defensa de Puigdemont afirma que "concurren datos bastantes para entender que no será imparcial en este asunto referido a la aplicabilidad de la Ley Orgánica 1/2024 de Amnistía".

Según el escrito, el magistrado "a lo largo de estos años se ha ido pronunciando en contra de los intereses del recusante y su entorno".

También alude a que el magistrado se ha proclamado amigo del juez Llarena y afirma que "se ha adentrado en una guerra frontal en contra de la aplicación" de la amnistía "tanto contra el propio texto de la ley como contra el Gobierno".

La ponencia de la recusación ha correspondido a la magistrada Laura Díez Bueso, que también es ponente del recurso de amparo del expresidente catalán por la no aplicación de la amnistía al delito de malversación.

La recusación no afecta a ninguno de los magistrados del sector progresista del TC ni a dos de los conservadores, Ricardo Enríquez y César Tolosa.

En la hipótesis de que prosperara, la composición del tribunal para resolver la demanda de Carles Puigdemont quedaría reducida a nueve magistrados, solo uno más del quórum mínimo para poder decidir.