Santos Cerdán, Leire Díez y Jacobo Teijelo.

Santos Cerdán, Leire Díez y Jacobo Teijelo.

Tribunales

La defensa de Cerdán se ciñe al guion de la persecución política que diseñó con Leire y Teijelo, al servicio del PSOE y la Moncloa

El ex número tres del PSOE trata de desactivar la causa con una estrategia que bebe de los esfuerzos de su 'fontanera' por intentar boicotear a la UCO.

Persiste la duda de si esta estratagema indica que Cerdán se mantiene alineado con Ferraz y Moncloa.

Más información: Cerdán recibe por segundo día seguido en la cárcel la visita de un abogado vinculado a Leire Díez, la fontanera del PSOE

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Además de al victimismo, la defensa de Santos Cerdán se abona a las tesis conspiranoicas. La estrategia del dirigente socialista sigue el guion de esgrimir una supuesta persecución política contra quien era, hasta hace menos de un mes, número tres del PSOE.

Pese a no ser ya parte del partido, sí se trata de una estratagema similar a la que el propio Cerdán contribuyó a diseñar, junto a varios fontaneros al servicio del PSOE, para tratar de desactivar varias causas judiciales que atemorizaban al Gobierno.

Entre ellas, el entonces llamado caso Koldo, posteriormente denominado caso Ábalos y en el que, precisamente, Santos Cerdán ha acabado investigado.

En su declaración en el Tribunal Supremo, Cerdán defendido por el abogado Benet Salellas, exdiputado de la CUP manifestó que está sufriendo una "persecución política" por haber sido el "arquitecto" de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa.

Y, también, por ser quien negoció con EH Bildu, con Junts y con el PNV su apoyo al Gobierno.

En efecto, la defensa de Cerdán parece responder a aquella estrategia para la que Leire Díez, la fontanera del PSOE, buscaba munición en sus reuniones con varios empresarios investigados por la Justicia.

Díez les pedía pruebas que pudieran boicotear las investigaciones en curso comandadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que percibía como hostil contra el Gobierno.

Y la UCO es la encargada de investigar el caso Koldo, el caso Begoña, sobre la mujer de Sánchez, y el caso David Sánchez, en torno al hermano del presidente.

En aquellas reuniones, junto a Leire Díez, también estuvo presente Jacobo Teijelo. Este abogado visitó a Cerdán el primer día en el que éste estuvo en prisión. Y, tal y como reveló EL ESPAÑOL, una abogada de su bufete fue a verle a la cárcel de Soto del Real el segundo día de los tres que lleva entre rejas.

Jacobo Teijelo, en una imagen de archivo.

Jacobo Teijelo, en una imagen de archivo. E.E.

Teijelo fue también una pieza fundamental en la estrategia del PSOE para boicotear a la UCO. El letrado representa al teniente de la Guardia Civil Juan Sánchez Yepes en una causa judicial instruida en la Audiencia Nacional.

Y su defensa de este cliente pasa por atribuir al entonces capitán de la UCO Juan Vicente Bonilla supuestas irregularidades en sus labores de investigación.

Además, hace apenas dos meses, varios medios afines al PSOE publicaban extractos de una conversación que Bonilla, cuando ejercía de jefe de Fuentes de la UCO, mantuvo con un confidente, el empresario José Luis Caramés.

Los mencionados medios señalaban que Bonilla habría aludido a la posibilidad de colocar "una bomba lapa" contra Pedro Sánchez. Ahora bien, aquellos chats de WhatsApp estaban fragmentados, mutilados, descontextualizados.

La exmilitante socialista Leire Díez este miércoles.

La exmilitante socialista Leire Díez este miércoles. Sara Fernández.

En efecto, se mencionaba una bomba lapa, pero no en el marco de un intento de magnicidio. Aun así, la esfera mediática próxima al PSOE, el propio partido y hasta tres ministros del Gobierno difundieron ese bulo. Ni Pilar Alegría, ni Óscar López, ni María Jesús Montero han rectificado a día de hoy.

Todo ello tenía como objetivo sembrar la sospecha sobre la labor de la UCO en las ya citadas investigaciones que atemorizaban al líder del Ejecutivo y que afectaban a nada menos que a su mujer, a su hermano y a quien fue su mano derecha.

Este jueves, Benet Salellas presentó el recurso con el que solicita que Santos Cerdán quede en libertad. Fue la Fiscalía Anticorrupción la que solicitó al juez del Supremo Leopoldo Puente que enviase al dirigente a la cárcel, al considerarle "el jefe" de una supuesta organización criminal dedicada a cobrar comisiones ilegales.

En su recurso, el letrado menciona la tesis de su cliente de ser víctima de una persecución política. Ahora bien, sí matizaba estas palabras.

Salellas no insiste en que se trate de una causa política, pero sí sostiene que en "aquellos supuestos, como el presente, en el que, por la naturaleza política del investigado y de su labor personal y profesional en los años objeto de investigación, la causa inescindiblemente mezcla aspectos relativos a su vida política".

Por ello, considera "lógico" que "las explicaciones e interpretaciones que realiza el investigado en su declaración —que se considera y declara inocente— busque también en el universo político los motivos de su estatus procesal".

Teijelo y Salellas

Sin embargo, el recurso con el que el exdirigente socialista pretende recuperar la libertad, presentado directamente ante la Sala de Apelación del Tribunal Supremo, sin pasar por el instructor, confirma las tres grandes líneas de defensa que ya quedaron esbozadas en la comparecencia del 30 de junio frente al juez.

La primera: que ésta es una "causa estratégica" para las fuerzas de la derecha y la extrema derecha, con la complicidad de la UCO.

La segunda: que Koldo García, otro de los investigados, ha estado jugando un doble papel al servicio del PSOE, pero, también, como confidente de la Guardia Civil.

De ahí que existan grabaciones que García efectuó a escondidas durante años y que fueron encontradas, precisamente, por la UCO al registrar su vivienda tras detenerle, en febrero de 2024.

Y la tercera: que esos audios el principal elemento incriminatorio contra Cerdán son una prueba nula, mientras que no existe ningún otro indicio de que el político cobrara comisiones ilegales a cambio de amañar obras públicas.

Las dos primeras líneas de defensa han sido articuladas por Salellas, que busca denunciar esta causa como un SLAPP (siglas de Strategic Lawsuits Against Public Participation), un litigio infundado que pretende silenciar al oponente político, desvirtuando el papel de los tribunales al utilizarlos como herramienta de acoso y no para hacer justicia.

En la tercera línea de defensa es en la que entra, precisamente, Jacobo Teijelo, especializado en buscar causas de nulidad de los procedimientos judiciales. Del mismo modo actuó con la defensa de Sánchez Yepes.

Estrategia que no es nueva

La estrategia de aludir a supuestas persecuciones políticas y de tratar de extender un manto de sospecha sobre la UCO y los jueces llevaba planeándose varios meses.

Al menos, desde aquel "periodo de reflexión" que Pedro Sánchez se tomó nada más abrirse la investigación judicial contra su mujer.

En una primera fase, el discurso se centró en atacar a las organizaciones que interpusieron las denuncias que dieron lugar al caso Begoña y al resto de estas causas. También, a los jueces que las admitían e incoaban diligencias en base a las mismas.

Posteriormente, la estrategia adquirió más amplitud. Así lo constató Leire Díez en una reunión que mantuvo con el empresario Alejandro Hamlyn. En aquella cita, estaban presentes Teijelo y Javier Pérez Dolset.

El interés de Leire Díez por boicotear a la Unidad Central Operativa se hizo notar cuando esta militante del PSOE, próxima a Santos Cerdán, pedía a Hamlyn pruebas contra Antonio Balas, teniente coronel de la UCO. "Necesito a Balas (...) Si Balas está muerto, mejor", llegó a expresar la fontanera del PSOE.

Sin embargo, en una rueda de prensa pública, Díez manifestó que mantuvo estas reuniones con la única intención de investigar diferentes entramados de empresas de hidrocarburos investigados por la Justicia con la idea de escribir un libro.

Al aparecer en varios medios de comunicación los audios de su reunión con Hamlyn pidió la baja como militante del PSOE.

Se desplazó hasta la sede nacional del partido, en la madrileña calle de Ferraz. Allí, solicitó hablar con Santos Cerdán, que todavía era secretario de Organización.

Desde hace apenas 20 días, ya no lo es. Ahora bien, persiste la duda de si su estrategia de defensa, que bebe de los esfuerzos de quienes fueron sus fontaneros al servicio del partido, refleja que Cerdán sigue alineado con Ferraz y Moncloa.