Destrozos en un escaparate causados por el varón que entró a hachazos en el centro comercial de Badalona.

Destrozos en un escaparate causados por el varón que entró a hachazos en el centro comercial de Badalona. Europa Press

Tribunales YIHADISMO

El paquistaní que irrumpió a hachazos en el Màgic de Badalona había grabado un vídeo de despedida

Un auto de la Audiencia Nacional, que asume la causa, desvela que el atacante, aparentemente yihadista, daba por hecho que moriría.

19 abril, 2024 16:18

Hamza Warris, el pakistaní que irrumpió dando hachazos en el centro comercial Màgic de Badalona, había grabado un vídeo destinado a su familia en el que se despedía de sus padres y hermanos. Según se desprende de la investigación de este suceso, Warris daba por hecho que no sobreviviría a este ataque y que se convertiría en un mártir por la yihad islámica.

Este viernes, el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha asumido esta causa judicial, cuya instrucción comenzó un juzgado de Badalona. No obstante, este se inhibió recientemente al apreciar que podría tratarse de un suceso terrorista. Y así parecen apuntalarlo los nuevos indicios obtenidos.

En dicho clip, Warris manifestaba a sus familiares "que era posible que nos les volviese a ver", tal y como recoge el auto firmado por Gadea. El magistrado, juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, explica que se trata de una "actuación común en el caso de los denominados muyahidines o lobos solitarios".

Desde que fue detenido, poco después del ataque, Warris permanece en prisión provisional. La Fiscalía de la Audiencia Nacional, en un escrito firmado por Raquel de Miguel, había solicitado que fuese este organismo el que asumiera la investigación del suceso, al considerar que podría calificarse como terrorismo.

Dicho documento relata, además, que el detenido, el día de lo ocurrido, iba ataviado con un pañuelo palestino en la cabeza, "a modo de liturgia previa". De hecho, el auto del juez Gadea también narra que Hamza Warris, tras ser arrestado, acabó manifestando a un agente, en inglés, que "había obrado movido porque había visto en el móvil [el vídeo de] niños palestinos que habían muerto en manos de [soldados] americanos". Por tanto, el atentado podría ser "una suerte de represalia" contra Occidente, explica el magistrado.

Tras atacar con el enorme hacha el escaparate de un McDonald's y tratar de golpear a un cliente del establecimiento, Warris fue inmovilizado y retenido por este último, tras haber arremetido también contra el cristal del expositor.

El suceso se produjo el pasado 26 de marzo, durante la Semana Santa, y al filo de las siete y media de la tarde, una hora de gran afluencia en el centro comercial Màgic y dentro del propio local atacado.

Según relata el juez Gadea, desde que el atacante comenzó a golpear el cristal con el hacha —una de las lunas acabó hecha añicos— provocó "un clima de terror e histeria colectiva" entre las personas que disfrutaban del restaurante de comida rápida.