El primero de los correos enviado por Luis Medina a la Coordinación General de la Alcaldía de Madrid.

El primero de los correos enviado por Luis Medina a la Coordinación General de la Alcaldía de Madrid. EL ESPAÑOL

Tribunales CASO MASCARILLAS

Los 'mails' de Luis Medina al Ayuntamiento: "Estamos vendiendo al Gobierno alemán y al belga"

El aristócrata ofreció cobrar mediante un 'escrow' "desde Miami o Suiza". Y aseguró poder proveer gel antiCovid de uso exclusivo del ejército de EEUU.

24 mayo, 2022 11:00

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A petición del juez del caso Mascarillas, el equipo informático del Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un informe sobre el cruce de correos entre el aristócrata Luis Medina y el consistorio, relativos a la oferta de material sanitario que ahora investiga el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid por posible estafa.

Dicha documentación, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, ya está en manos del magistrado Adolfo Carretero. Y constata, entre otros extremos, que el hoy imputado Luis Medina Abascal se dirigió a la dirección de correo cgalcaldía@madrid.es.

Se trata del mismo e-mail que Carlos Martínez Almeida, primo del alcalde de la capital, reconoció que facilitó al hijo de Naty Abascal, calificándolo como un correo "genérico". Es también el mismo que el propio Ayuntamiento publicitó en sus redes sociales, al inicio de la pandemia del Covid, para que cualquier persona pudiese hacer llegar donaciones de productos sanitarios.

Luis Medina, en los Juzgados de Plaza de Castilla.

Luis Medina, en los Juzgados de Plaza de Castilla. Efe

Ambos —Carlos y Luis— tienen una amiga en común, que los puso en contacto. A su vez, según admitió en su declaración como testigo, el primo de José Luis Martínez-Almeida telefoneó a Matilde García, coordinadora general de la Alcaldía (CGA).

Y ésta le facilitó el e-mail que Carlos entregó luego a Medina: cgalcaldia@madrid.es. El aristócrata hace llegar su oferta de material sanitario a dicha dirección el día 18 de marzo de 2020 a las 13.39h. Incluso, al presentarse, llama, por error, Maite a Matilde García, quien es conocida en el consistorio, a lo sumo, como Mati.

Fuentes del Ayuntamiento destacan que esta equivocación constata que entre ambos no se conocían, que Medina era alguien ajeno a la Administración municipal.

Hola, Maite:

Siguiendo las instrucciones de Carlos [Martínez-Almeida], te envío algunos productos que tenemos disponibles y listos para enviar por avión a terminal cargo Barajas.

Actualmente, le estamos vendiendo al Gobierno alemán y belga aquí en Europa. Sí quiero que tengas en cuenta el desinfectante. Viene de unas fábricas en US. Ellos están produciendo ahora exclusivamente para el ejército americano y hemos conseguido que su planta de Ohio nos sirva. Es el que se ha usado estos meses para la contención en Wuhan.

Dime si hubiera otros productos que necesites. Trabajo directamente con las fábricas. Los pagos, mediante un escrow para seguridad vuestra. Puede ser desde Miami o Suiza.

Este es mi telf, por si quisierais que os aclarara cualquier cosa: [omitido]

Que tengas buen día!!

El primero de los correos enviado por Luis Medina a la Coordinación General de la Alcaldía de Madrid.

El primero de los correos enviado por Luis Medina a la Coordinación General de la Alcaldía de Madrid. EL ESPAÑOL

Como se aprecia, Medina también ofrece a la Administración gel desinfectante de una fábrica que estaría proveyendo, únicamente, al Ejército de Estados Unidos y que habría sido usado en Wuhan, ciudad china en la que se originó el primer brote de coronavirus. Asegura que trabaja "directamente" con las fábricas y ofrece que el pago sea "desde Miami o Suiza", mediante un escrow; es decir, que el dinero permanezca custodiado por un tercero hasta que se complete la operación correctamente. 

El correo remitido por Luis Medina, posteriormente, fue reenviado el 19 de marzo a las 16.27h a, entre otros, la dirección ayudamadridcovid19@madrid.es y a la Coordinación General de Seguridad y Emergencias (seguridademergencias@madrid.es) por parte de una asesora de la Coordinación General de la Alcaldía.

Minutos después, a las 16.36h es, a su vez, rebotado a Elena Collado, la funcionaria municipal encargada de negociar la compra de material sanitario.

"Otro proveedor", reza en el asunto del correo enviado por un trabajador municipal del Área de Seguridad a Collado, quien acabó negociando, vía WhatsApp, con Alberto Luceño, socio de Medina en esta operación comercial, los tres contratos que ahora investiga el juez.

El correo genérico

Entre la documentación aportada al juez por el Ayuntamiento de Madrid también figura un correo interno, enviado por el vocal asesor de la CGA a varios departamentos, en el que se comunica que, "por indicación de la coordinadora general de Alcaldía" (Matilde García), los funcionarios deben hacer llegar a la dirección cgalcaldía@madrid.es "cualquier donación u ofrecimiento que os llegue directamente a vosotros en relación con la crisis sanitaria de la Covid".

Asimismo, desde la Coordinación General de Alcaldía también se envía a Elena Collado un listado de empresas que han ofrecido material antiCovid y un fichero Excel con los artículos y sus precios.

"Elena, por indicación de Matilde García, te remito la relación de empresas que nos han hecho llegar ofrecimientos de material sanitario. Aunque te he ido mandando aquellos que me parecían más interesantes, te envío en bloque, todo lo que nos ha llegado de venta de material sanitario, por si es de tu interés", reza otro e-mail fechado el 23 de marzo de 2020, poco antes de la firma de los contratos con Medina y Luceño. 

Dos 'mails' de Medina

En la dirección cgalcaldía@madrid.es, según consta en el informe entregado al juez, se recibieron tan sólo dos correos procedentes de Luis Medina entre el 14 de marzo de y el 30 de junio de 2020. El segundo de ellos está fechado el 19 de marzo, a las 15.56h, un día después del primero.

En este caso, el hijo de Naty Abascal sí recuerda el nombre de Matilde García. En esta segunda ocasión, adjunta varios folletos sobre los artículos sanitarios que ofrece: "Matilde, aquí tienes algo del material que tenemos disponible", reza el escueto e-mail.

Entre la documentación aportada al juez del caso Mascarillas no consta ningún correo dirigido por parte de Alberto Luceño a ninguna dirección oficial del Ayuntamiento de Madrid. Tampoco, contestación alguna por escrito a Luis Medina.

'Caso Mascarillas'

A principios del pasado abril, la Fiscalía Anticorrupción presentó una querella contra el empresario Alberto Luceño y el aristócrata Luis Medina. En ella, el Ministerio Público relataba que ambos "inflaron" el precio de tres contratos sanitarios con la funeraria municipal de Madrid: para guantes, mascarillas y test contra el coronavirus.

Lo habrían hecho "de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico". Y entregaron al consistorio material defectuoso o que no cumplía lo acordado. La empresa municipal encargada de esta compra pagó por todos los artículos unos 11 millones de euros de dinero público.

Luis Medina cobró 912.742 euros como comisión, a razón de un dólar por cada mascarilla entregada. Su labor se habría limitado a facilitar el contacto que recibió por parte del primo de Almeida. A éste, a su vez, se lo habría facilitado Matilde García Duarte, a la que telefoneó para pedírselo. El empresario Alberto Luceño, en total, se embolsó más de cinco millones de euros por los tres contratos.

Asimismo, según la querella de Anticorrupción, los dos comisionistas usaron, supuestamente, documentos falsificados para justificar estos abultados ingresos en sus entidades bancarias.

Con la compra de bienes de lujo —entre ellos, un piso en Pozuelo de Alarcón, un velero o varios coches deportivos; todo ello ya embargado por el Juzgado—, los dos empresarios habrían tratado de reintroducir este dinero en el circuito legal.

Ambos están imputados por los delitos de estafa agravada, blanqueo de capitales y falsedad documental. Por su parte, Luis Medina Abascal también suma el de alzamiento de bienes. El hijo de Naty Abascal continuó vaciando sus cuentas corrientes después de que, una vez interrogado por el fiscal anticorrupción y ya sabiéndose investigado, le asegurase que no iba a hacerlo.