Queja de las internas y el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche.

Queja de las internas y el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche.

Tribunales INMIGRACIÓN

Las internas del CIE de Aluche denuncian que la Policía les niega compresas y atención sanitaria

Once mujeres remiten una carta al Juzgado de Control del Centro de Internamiento de Extranjeros denunciando golpes y vulneración de derechos.

3 junio, 2019 02:15

Las internas del CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Madrid, situado en Aluche, denuncian que los policías que vigilan el centro vulneran sus derechos "haciéndonos sentir criminales cuando no lo somos". 

Once mujeres remitieron una carta el pasado 8 de mayo al Juzgado de Control del CIE a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL y en la que denunciaban, entre otras cosas, que una de ellas fue agredida el pasado 24 de abril por un policía que no llevaba placa identificativa

Carta remitida por las internas del CIE al juzgado de control.

Carta remitida por las internas del CIE al juzgado de control. EL ESPAÑOL

Según el escrito remitido por el Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine, organización que visita con frecuencia a los internos en el CIE, la presunta agresión ocurrió en el comedor. Según las denunciantes, el funcionario "sacó su porra y la golpeó en la parte baja de la espalda". Cuando ésta pidió que no le golpeara, el policía le contestó "que él podía hacer con ella lo que quisiera y que podía golpearla hasta que se cansara", según la queja de las internas. 

Ni compresas ni médico

En el escrito que firman "todas las internas que nos encontramos en el CIE de Madrid" también se quejan de que se les niegan "compresas, papel higiénico, el mando del televisor, mecheros o cuchillas de afeitar" lo que, lamentan, "nos hace sentir peor que los presos". 

Carta remitida por las internas del CIE al juzgado de control.

Carta remitida por las internas del CIE al juzgado de control. EL ESPAÑOL

Denuncian que los funcionarios no llaman a los médicos porque "aquí nada es urgente". En este sentido, aseguran que "una compañera de nacionalidad rusa como no hablaba el idioma nos pidió que le tradujéramos. Tenía una parte de la cara hinchada y no pudo conciliar el sueño debido al intenso dolor. Al pedir médico éstos le dijeron que eso no es urgente", se puede leer en la carta remitida al juzgado. 

Carta remitida por las internas del CIE al juzgado de control.

Carta remitida por las internas del CIE al juzgado de control.

Las mujeres denuncian otras situaciones como que se les avisa de los vuelos de deportación el sábado por la noche para enviarlas al aeropuerto el domingo, provocando que no puedan contactar con sus abogados y reclamar sus derechos o que "nos roban el dinero que traen familiares".

La jueza se refiere a los hechos

La titular del Juzgado número 19 de Madrid, de Control del CIE, vio indicios de un presunto delito de tortura por parte de los policías del centro hacia un grupo de hombres que denunciaron haber sido sometidos a un cacheo injustificado en el patio bajo una fuerte lluvia y a bajas temperaturas, habiendo entre ellos personas mayores y enfermas.

Dicha denuncia también fue remitida por los internos por medio de una carta a la que ha tenido acceso este diario. El pasado 27 de mayo, la jueza María Inmaculada Iglesias dictó un auto en el que acordaba deducir testimonio para que el juzgado de instrucción de turno que corresponda investigue los hechos, ocurridos el 18 de abril, y a las personas responsables.

Carta de denuncia de los internos del CIE de Aluche.

Carta de denuncia de los internos del CIE de Aluche. EL ESPAÑOL

 

En dicha resolución, la magistrada dejaba claro que sólo los hechos relativos a ese cacheo eran objeto de la investigación, aunque también dejó constancia de la queja de las internas recibida por carta el 8 de mayo. 

La jueza se trasladó al CIE, se entrevistó con los denunciantes y pidió las imágenes de las cámaras de seguridad del recinto. En su auto, consideró que el día 18 de abril "se han adoptado medidas de seguridad desproporcionadas, con violación del respeto a la integridad física y salud de las personas internas, sin que puedan en ningún caso ser sometidos a tratos degradantes o vejatorios y a que sea preservada su dignidad e intimidad.