Pedro Sánchez, este lunes en Moncloa, anunciando los cambios en el Ejecutivo tras la salida de Pilar Alegría.
Sánchez se enroca tras el 21-D y sólo retoca el Gobierno para controlar más las federaciones del PSOE desde Moncloa
El presidente nombra portavoz a Elma Saiz pensando en la sustitución de María Chivite y a Mercedes Tolón en Educación como aviso a Page.
Más información: Gallardo dimite como secretario general del PSOE de Extremadura tras la debacle de este domingo
"Estamos más fuertes que nunca", proclamó este lunes la portavoz del PSOE, Montse Mínguez, pocas horas después de que su partido sufriera una auténtica debacle en las elecciones autonómicas de Extremadura, en el inicio de un largo y difícil ciclo electoral.
La portavoz acababa de escuchar al líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hablar a puerta cerrada en la Ejecutiva del PSOE de "autocrítica", aunque restringiendo esta a la necesidad de mejorar la comunicación. Les habló a los dirigentes socialistas de "guerra sucia" en la campaña, de "deshumanización" del candidato Miguel Ángel Gallardo y le sintentó insuflar optimismo en la catástrofe asegurando que los votantes del PSOE que se fueron el domingo a la abstención son recuperables en unas generales.
Un rato antes, el presidente compareció en Moncloa sin preguntas para anunciar la incorporación de Mercedes Tolón como ministra de Educación en sustitución de Pilar Alegría y la designación de la ministra de Inclusión e Inmigración, Elma Saiz, como portavoz del Gobierno.
Añadió solo que "el Gobierno de coalición progresista afronta esta etapa con ganas, con energías renovadas, con las pilas cargadas y dispuesto a pelear por sacar adelante cada iniciativa con voluntad de diálogo y con humildad. Y también con la certeza de contar con los mejores perfiles para llevar a cabo esta tarea". Es decir, que están "más fuertes que nunca", aunque tuvieran peor resultado que nunca.
El cambio anunciado en el Gobierno es sólo un ajuste quirúrgico, que toca lo indispensable y que tiene que ver únicamente con el control del PSOE.
En ese movimiento sólo hay enroque. No hay ninguna señal de rectificación, cambio de rumbo o comprensión del mensaje lanzado por los ciudadanos extremeños ni tampoco atisbo de preocupación por lo que pueda ocurrir en el ciclo electoral que continuará en Aragón, Castilla y León y Andalucía.
"Lo más urgente es esperar", es ahora el lema del presidente, que siempre se había distinguido por las piruetas de último momento para sortear las dificultades.
Ya gastó la bala de las propuestas contra la corrupción cuando cayó su segundo secretario de Organización, Santos Cerdán, y ahora ha eludido la comparecencia en el Congreso que le pidió la oposición o la remodelación profunda del Gobierno que le reclamó su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
De hecho, la coordinadora general de Sumar, Lara Hernández, habló expresamente este lunes de "parálisis" del presidente del Gobierno.
Antonio Maíllo, líder de Izquierda Unida que, a su vez, forma parte de Sumar, advirtió a Sánchez de que el "inmovilismo no es una opción frente al avance reaccionario"
En esta línea, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, cargó contra el líder socialista con ironía en redes sociales por "ignorar" los resultados de Extremadura: "No ha anunciado a Gallardo de portavoz de milagro".
Irene Montero también hizo sangre contra el PSOE y su falta de reacción: "El PP gana en Extremadura con Vox disparado. El machismo, la corrupción y la inacción social del Gobierno es una fábrica de ultraderechistas. Podemos está para hacer frente a las derechas y proteger derechos. El PSOE no va a hacer nada. El camino es feminista y por la izquierda".
Los cambios anunciados por Sánchez en su Gobierno están obligados por la salida de Pilar Alegría para ser candidata en Aragón y, de nuevo, tienen sólo una lógica relacionada con el partido y no con las políticas del Ejecutivo, ni para dar impulso en momentos críticos para el presidente, el Ejecutivo y el partido.
Inquietud en las federaciones
De nuevo, Sánchez busca asegurar desde la Moncloa el control de las federaciones del PSOE pensando en el presente, sin pensar en los próximos resultados en las comunidades o en el propio Gobierno.
Ya lo hizo cuando tomó la decisión insólita -cuestionada entre los socialistas, sobre todo en las federaciones- de situar ministros como candidatos autonómicos y, por tanto, líderes de la oposición en esos territorios.
Ahora, ha nombrado portavoz a Elma Saiz, pensando en el futuro de Navarra, donde María Chivite tiene problemas por los escándalos.
La Portavocía puede ser un escaparate, como lo fue para Alegría, y una causa de desgaste, como lo fue también para Alegría. Saiz tiene trayectoria de gestión en el Gobierno de Navarra y ahora en el Ejecutivo de Sánchez, pero carece de perfil político y, por eso, su nombramiento ha sorprendido.
Y Mercedes Tolón, la adversaria política de Emiliano García Page, es un toque de atención para el díscolo presidente autonómico de Castilla-La Mancha y una apuesta de futuro. Lo mismo que hizo con Pilar Alegría nombrándola ministra en tiempos de Javier Lambán para incomodarle y preparar su relevo.
El pasado mes de octubre, Page habló en las Cortes regionales de "operaciones" desde la Delegación del Gobierno para acabar con él.
Todo esto pasa en segundos o terceros escalones del partido en unas federaciones que miran a Gallardo y se ven reflejados por momentos. Hay inquietud en, aunque la portavoz del PSOE vea al partido "más fuerte que nunca".
Este martes se celebrará el último Consejo de Ministros del año y el Gobierno, con su presidente a la cabeza, se irá de vacaciones.