Pedro Sánchez durante la entrevista en RAC1.
Puigdemont no se cree "nada" del acercamiento de Sánchez: "No ha hablado de inmigración, del catalán, del TC... nada sólido"
Junts mantiene su "convicción" de que Sánchez es un "estafador" pese a los anuncios de este martes. El partido considera que las medidas "llegan tarde" y no abordan "las cuestiones esenciales del desacuerdo".
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, concedió este martes dos entrevistas a medios catalanes buscando un "acercamiento" a sus socios independentistas. La primera, en radio a RAC1 y la segunda, en el circuito catalán de La 2 de TVE.
Sin embargo, en Junts per Catalunya la respuesta ha sido de rotunda desconfianza.
Fuentes del partido de Carles Puigdemont han confirmado a este periódico que "la convicción de que es un estafador se mantiene, al menos de momento". Hace más de un mes, Junts anunció la "ruptura definitiva" con el PSOE por "todos los incumplimientos" y la "nula confianza" de su líder hacia Sánchez.
Los anuncios de este martes, "de momento, no han logrado revertir" esa posición.
Según el entorno del expresident fugado en Waterloo, ninguno de los anuncios del presidente resulta sustancial. "No ha hablado de las competencias en inmigración, ni de la defensa del catalán en la UE, ni tampoco de la negativa del Tribunal Constitucional a levantar la orden de detención" contra Puigdemont.
La conclusión es clara: no ha habido "nada sólido" que permita a Junts replantearse su decisión.
Discusiones internas
Un portavoz oficial del partido rechazó hacer declaraciones públicas y emplazó a este periódico al miércoles para conocer la posición definitiva de la formación.
Aunque las fuentes cercanas al expresident son claras, apuntando que sigue "sin creerse nada" de lo que Sánchez comunicó, y en Junts se va con pies de plomo, porque "el infierno está lleno de buenas intenciones", se mantiene cierta discusión interna en el partido.
Los rumores que circulaban hace semanas sugerían que Puigdemont estaba dispuesto a revertir la "ruptura definitiva". Las últimas encuestas de intención de voto han golpeado duramente a Junts, que pierde apoyos significativos en favor de Aliança Catalana (AC).
En la formación separatista de derechas hay una tensión creciente. Un sector del partido presiona a Puigdemont para que fuerce la caída del Gobierno del PSOE. El argumento es que el desgaste de haber apoyado políticas de izquierdas está alimentando el crecimiento de AC.
No obstante, Puigdemont mantiene la negativa a apoyar la moción de censura del PP encabezada por Alberto Núñez Feijóo, pues sería "favorecer la llegada de la derecha españolista al poder".
Pero es que este sector, además, lamenta que las medidas que Junts puede ofrecer actualmente a sus votantes se limitan "a los pinganillos". El partido sólo cuenta con ese pequeño logro, el de la posibilidad de hablar catalán en el Congreso.
Aliança Catalana, en cambio, presenta una posición mucho más esencialista y simple en el independentismo. Ésa es una ventaja competitiva que Junts no puede igualar en la actual legislatura.
"Salir del abismo"
Lo que Sánchez anunció este martes fue un Real Decreto Ley que facilita inversiones a ayuntamientos y entes locales para proyectos sin gasto corriente, como vivienda o gestión de agua.
El texto, aprobado en el Consejo de Ministros, también amplía plazos para digitalizar procesos de facturación y facilitar el cumplimiento fiscal de empresas.
Además, prometió otro Real Decreto, sin fijarle fecha, que crearía una partida económica "para ayudar a propietarios ante impagos en arrendamientos a jóvenes y familias vulnerables".
Para Junts, estas medidas son "importantes, pero llegan tarde". El partido sostiene que no son "las esenciales dentro de los engaños del PSOE a Junts".
De este modo, Puigdemont no se cree el acercamiento del presidente, y la ruptura continúa, al menos de momento, con incertidumbre sobre las discusiones internas del partido.
Y es que las dudas sobre la firmeza de la ruptura fueron alimentadas por el propio Puigdemont. Hace poco publicó un artículo en El País con la siguiente tesis: "Si el socialismo español quiere salir del abismo", la puerta de salida es que el PSOE rompa el Pacto de la Transición y "reconozca el derecho a la autodeterminación" de Cataluña.
En Junts se ríen, incluso, de Sánchez. "Pasa del 'hemos cumplido con todo' a admitir que 'no ha cumplido en nada'", comentan fuentes del partido.