Míriam Nogueras, portavoz parlamentaria de Junts, junto al secretario general del PP, Miguel Tellado, en el Congreso

Míriam Nogueras, portavoz parlamentaria de Junts, junto al secretario general del PP, Miguel Tellado, en el Congreso Efe

Política

El PP rechaza una oferta de Junts para apartar a Sánchez con una moción de censura 'instrumental' sin Feijóo

Génova lanza un ultimátum a Puigdemont: "Si quieren echar a Sánchez, que nos llame y esa misma tarde presentamos una moción de censura real".

"No nos faltan ganas ni motivos, sólo cuatro votos", señalan los populares.

Más información: Armengol desbloquea la ley de multirreincidencia de Junts horas después del portazo de Puigdemont a Sánchez.

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Las claves

El Partido Popular ha rechazado la oferta de Junts para presentar una moción de censura 'instrumental' contra Pedro Sánchez, siempre que Alberto Núñez Feijóo no fuera el candidato.

El PP desconfía de las intenciones de Carles Puigdemont y considera que Junts no busca realmente cambiar el Gobierno, sino aprovechar la debilidad de Sánchez para sus propios intereses.

Junts pretende forzar la convocatoria de elecciones generales y visualizar un castigo político a Sánchez, pero no quiere facilitar la llegada de Feijóo al poder ni ser la llave de un Gobierno PP-Vox.

El PP insiste en que sólo apoyaría una moción de censura real, no "instrumental" ni condicionada, y se niega a negociar con Junts atajos o pactos que, según sus dirigentes, traicionen el espíritu democrático.

La dirección del Partido Popular ha rechazado de manera categórica la oferta planteada por Junts para derribar al Gobierno de Pedro Sánchez mediante una moción de censura "instrumental". La formación de Carles Puigdemont establecía una única condición inicial: que Alberto Núñez Feijóo no fuera, bajo ningún concepto, el candidato a la presidencia en esa operación política.

En esas condiciones, los populares han optado por rehuir cualquier acercamiento con la formación separatista.

Según fuentes del entorno de Junts, la propuesta llegó a Génova a través de intermediarios. Estos canales institucionales y empresariales han funcionado durante los últimos dos años como vehículo para comunicaciones de calado político entre ambas formaciones.

El diálogo parlamentario entre PP y Junts suele ser fluido en el Congreso de los Diputados. De hecho, es conocida la buena relación personal entre Miguel Tellado, secretario general del PP y anterior portavoz parlamentario, y Míriam Nogueras, líder de Junts en la Cámara Baja.

Pero en este caso, los populares han evitado cualquier respuesta directa a través de esos cauces habituales.

La posición de Génova es contundente y sin ambigüedades. Los mensajes emanados desde la cúpula popular diagnostican desconfianza en Junts. Para el PP, Puigdemont tiene otros objetivos: "No quieren apoyar al Gobierno actual, pero tampoco desean modificarlo".

Para los populares, la conclusión es evidente: a Puigdemont aún le interesa mantener en Moncloa a un presidente "débil y al que ha sabido someter a chantaje".

Desde la dirección popular formulan un mensaje inequívoco a Junts. "Si quieren echar a Sánchez, que nos llame Puigdemont y esa misma tarde presentamos la moción de censura, pero una real", explican fuentes oficiales de Génova.

El diagnóstico es claro: "No nos faltan ganas ni motivos. Sólo nos faltan cuatro votos". Esta afirmación subraya que el PP podría presentar una moción viable si contara con un apoyo explícito, pero no está dispuesto a negociar ninguno de los términos de la operación.

"Sin atajos ni trampas"

Fuentes muy cercanas a Feijóo insisten en que el PP mantiene una línea roja infranqueable. "Lo que no vamos a hacer es lo mismo que criticamos", señalan refiriéndose directamente a Sánchez.

Los populares no aceptarán negociar con Junts ni cederán en "atajos o trampas democráticas". Comparativamente, critican que el presidente del Gobierno "compró la Moncloa a cambio de una amnistía inconstitucional y, sobre todo, inmoral".

La Ejecutiva de Junts se reunió en Perpiñán hace casi dos semanas y debatió esta operación. Sin embargo, finalmente decidió no incluirla en los mensajes que después trasladó el expresidente catalán.

Sobre la mesa había estado el nombre de Miquel Roca, histórico líder nacionalista y padre de la Constitución, considerado figura con capacidad de penetración en el entorno de Feijóo.

Pero la estrategia de Junts sigue otras prioridades, al menos, de momento. La formación separatista no pretende cambiar un Gobierno por otro ahora, sino preparar el terreno para forzar unas elecciones generales.

En esos comicios, Aliança Catalana, la formación ultranacionalista que le disputa votos en las encuestas locales catalanas, no se presentaría a nivel estatal.

Junts, además, busca visualizar el máximo "castigo político" a Sánchez, por sus "continuos incumplimientos" de lo pactado y una "tomadura de pelo" derivada de las 19 reuniones celebradas en Suiza con un mediador internacional.

Estos encuentros no han producido avances "de ningún tipo" según la percepción de los independentistas.

Jugando desde el principio

Cabe recordar que apenas dos semanas después de investir, hace dos años, a Sánchez, el propio Puigdemont se acercó a Manfred Weber en un evento público de la revista Politico en Bruselas.

En ese encuentro, ofreció un acercamiento al PP de Feijóo a cambio de que los populares aceptaran la amnistía, una mayor financiación para Cataluña y el llamado "reconocimiento nacional" de la región.

Y aunque ese juego no hace mella en el PP, ahora la situación ha girado. Para Junts, Feijóo ya no es un personaje aceptable, al menos en la fase inicial de cualquier operación política.

Fuentes cercanas a Puigdemont explican que el presidente del PP "lleva dos años trabajando en contra de esa posible alianza". Específicamente, subrayan que ha realizado contactos "con los alemanes para que mantengan su rechazo a la oficialidad del catalán en la UE".

A medida que se acerca la posibilidad de elecciones generales, a Junts le interesa más bien el escenario de enfrentarse políticamente a un Gobierno español de PP y Vox. Esta configuración política resultaría más proclive al combate que requiere la formación independentista para movilizar a sus bases.

Por esa razón, Junts no puede permitirse ser la llave que facilite la llegada directa del político gallego al poder.

"No somos iguales"

Los altos cargos del PP insisten en que "sin escrúpulos, como le pasa a Sánchez, Feijóo ya sería presidente desde 2023".

El líder popular rechazó las condiciones que le transmitió un emisario de Puigdemont a Sirera, líder del PP en Barcelona y enviado de Feijóo a sondear a Junts tras las elecciones del 23-J.

"No pretendemos echarlo como sea", subrayan fuentes cercanas a Feijóo. "No somos iguales. Pretendemos respetar las instituciones y las formas democráticas".

Una moción "instrumental" no entra en los planes del PP por razones estratégicas adicionales. Obligaría a un acuerdo previo tanto con Vox como con los independentistas.

Varios miembros del partido advierten de que Junts no sólo exigiría ese candidato alternativo, sino que plantearía "otras condiciones inaceptables" de las que el PP prefiere no estar ni cerca.

Y siempre estaría en riesgo que, tras descabalgar a su propio líder para "utilizar la letra de las leyes traicionando su espíritu", cualquiera de esos socios imposibles pudiera salirse del pacto a última hora.

Una operación con opciones de acabar en "un tiro por la culata", directamente, "no es planteable".

La posición final del PP es clara respecto al futuro político. "España requiere una convocatoria urgente de elecciones generales por higiene democrática", concluye un alto cargo del partido.

El Gobierno actual está "convertido en una organización criminal", está "tan bloqueado y en minoría" que ni siquiera puede "presentar leyes con las que equilibrar la agenda mediática de sus juicios de corrupción". Sólo las elecciones ofrecen, para el PP, una salida democrática legítima.

Tras escenificar la ruptura con el Gobierno, el vicepresidente de Junts, Toni Castellà, fue el primero en lanzar la idea de una moción de censura instrumental, con la condición de que Feijóo no sea el candidato, y con el objetivo de provocar la convocatoria de elecciones generales.

Y en su entrevista del pasado fin de semana con EL ESPAÑOL, la periodista Pilar Rahola (próxima a las posiciones de Waterloo) desafió a Feijóo a recoger el guante: "Sabe que el concepto de 'moción instrumental' ha salido de una parte. ¡Que se atreva! Que envíe a alguien".