Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y dirigente de Sumar.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y dirigente de Sumar.

Política

Yolanda Díaz, de Sumar a restar: la caída de su valoración y la enemistad con Irene Montero ponen en duda su continuidad

En el PSOE y en partidos de izquierda apuestan por una persona que consiga crear un frente con Podemos para tratar de recomponerse.

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En el seno de la izquierda se acumulan las tensiones y, con ellas, una idea empieza a repetirse en los pasillos: Yolanda Díaz ya no suma. Resta o divide.

Este miércoles, las críticas de la portavoz de Sumar, Verónica Martínez Barbero, irritaron a Pedro Sánchez, quien le respondió: "Este juego de parecer que no se está en el Gobierno, pero sí estar en el Gobierno, no funciona muy bien".

En el Pleno había una gran ausente: Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda estaba en una gira por EEUU, donde había tenido una reunión con riders y guionistas de Hollywood.

El elefante en la sala estaba al otro lado del Atlántico pero, desde hace tiempo, en el PSOE muestran cierta incomodidad con la ministra de Trabajo. De estrella efímera a estrellada.

Según la última encuesta de SocioMétrica publicada el pasado domingo por EL ESPAÑOL, Yolanda Díaz sigue siendo la líder mejor valorada: los españoles le ponen un 3 (en la escala del cero al 10), ligeramente por delante de Feijóo (2,8), Abascal (2,7) y Pedro Sánchez (2,5). Eso sí, todos los líderes suspenden.

No obstante, la valoración de la vicepresidenta de Trabajo ha caído casi un punto y medio desde el inicio de la legislatura.

Al preguntar a los ciudadanos a quién prefieren como presidente, el 20,8% señala a Alberto Núñez Feijóo, el 17,5% a Pedro Sánchez y el 12,7% a Santiago Abascal.

Sólo el 9,7% apuesta por Yolanda Díaz.

En el PSOE asumen que a Díaz le cuesta marcar perfil propio. "Y no será porque no le ayudemos", revelan en privado. Tampoco marca agenda. Aprobada la reforma laboral, su ministerio ha pasado a un segundo plano y sólo es noticia por algún lapsus.

En Ferraz siguen apostando por un partido fuerte a su izquierda que sea competitivo frente a Vox en las circunscripciones medianas para hacerse con los restos y arrebatar el escaño a los de Abascal.

No ocultan su preocupación por el hecho de que Sumar y Podemos vayan separados, ya que si ambos se uniesen, sí podrían ser competitivos. Pero aquí, la "animadversión personal", como certifican excompañeros de gabinete, entre Yolanda Díaz e Irene Montero imposibilita cualquier confluencia.

En cambio, dos candidaturas a la izquierda del PSOE les condenaría a sólo sacar representación en las circunscripciones más grandes. Así se puede ver en los sondeos de Sociométrica: el publicado el pasado lunes otorgaba 10 escaños a Sumar (6,6% del voto) y sólo dos a Podemos (3,5%).

A los problemas con Podemos se une la disgregación del grupo parlamentario Sumar. Desde que comenzó la legislatura, una de las diputadas de Compromís se ha ido al Mixto y otro se ha quedado dentro. Cada poco hay rumores sobre posibles abandonos como sucedió con Mes per Mallorca o diputados que se saltan la disciplina de voto.

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También dentro de Sumar hay dudas sobre si Yolanda Díaz debería ser la cabeza de lista del frente amplio de izquierdas.

Las quinielas sobre un nuevo liderazgo a la izquierda del PSOE no cesan. Descartado el secretario general de CCOO, Unai Sordo, hay quien apuesta por el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.

No en vano, fue el encargado de coordinar el plan de vivienda de Sumar que fue presentado con solemnidad en el ministerio de Díaz junto con los otros ministros del socio minoritario. Un acto en el que todos elogiaron a Bustinduy.

De ahí que partidos integrados como IU pidan "acelerar" proyectos movilizadores. El coordinador general, Antonio Maíllo, asegura que hay que crear "acuerdos programáticos" que "justifiquen la unidad" y "las primarias como método de participación amplia y colectiva".

En los próximos meses se verá si IU, con amplia implantación territorial y con federaciones fuertes como Andalucía o Asturias, consigue presentar un candidato alternativo a Díaz, y si esta persona es capaz de crear un frente al que se sume Podemos.

La cuestión es si buscarán dentro de la formación o se inclinan por un independiente que pueda tener más aceptación dentro de otros partidos integrados en la coalición.

Lo que parece claro es que Díaz, si quiere ser la cabeza de cartel de la coalición a la izquierda del PSOE, se tendrá que enfrentar a unas primarias en las que habrá más de un candidato. Ya no será el paseo triunfal de 2023 cuando creó un movimiento a su imagen y semejanza.