Viajeros en la estación de Santa Justa este verano tras otro de los retrasos que afectaron a la alta velocidad. Sevilla
El PP logra recuperar por ley la indemnización por retrasos del AVE y Moncloa alega que no es factible: las vías están saturadas
Transportes sostiene que con Ouigo e Iryo, Renfe competiría en desventaja, ya que los operadores privados no reembolsan el billete por retrasos.
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El PP ha conseguido que el Congreso ratifique una enmienda introducida por el Senado a la Ley de Movilidad Sostenible y que incluye la vuelta al compromiso de puntualidad en el AVE.
Estas indemnizaciones, eliminadas en junio de 2024, contemplaban la devolución de parte del billete cuando los trenes llegasen con 15 o 30 minutos de retraso.
Pero tras la modificación que introdujo el Ministerio de Óscar Puente, en la actualidad sólo se devuelve el importe cuando el retraso es superior a la hora.
Aunque se haya aprobado esta enmienda, fuentes del Gobierno rechazan aplicarla alegando que "las vías están saturadas" tras la llegada de los operadores privados Ouigo e Iryo en 2021 y 2022.
En el Ejecutivo creen que este compromiso solo era viable cuando Renfe ostentaba el monopolio y que, de aplicarlo, la compañía pública estaría en inferioridad de condiciones frente a las compañías francesa e italiana.
Estas no están obligadas a devolver parte del importe del billete si llegan con retraso.
De hecho, en un principio, el compromiso de Renfe, que arrancó cuando se inauguró la línea Madrid-Sevilla en 1992, era a partir de un retraso superior a cinco minutos.
Con los años se fue ampliando.
No es ningún secreto que el tren de alta velocidad no está pasando por su mejor momento, en lo que respecta a los horarios.
El último informe de puntualidad publicado por Renfe este verano señala que durante el primer semestre del año el retraso medio del AVE fue de 17,6 minutos. El mes de junio batió los récords al llegar a 19.
Aunque, con el actual baremo de indemnizaciones, sólo el 3,20% de los viajeros pudo acceder a la compensación porque su tren llegó con una hora de retraso.
En el PP se felicitaban por haber conseguido colar esta enmienda, por 191 votos a favor frente a 158, pese a que otras fueron tumbadas, como la de alargar la vida de las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres), Ascó (Tarragona) y Cofrentes (Valencia).
"Somos más útiles para los españoles que el PSOE con todo el poder", afirmaba el vicesecretario de Hacienda e Infraestructuras del PP, Juan Bravo.
Además, los populares conseguían aprobar otras dos enmiendas: una sobre el mapa concesional y otra para mantener la conectividad de los autobuses y no eliminar paradas, frecuencias y horarios.
En principio, esto iba a afectar a 9.000 apeaderos, la mayoría en la llamada España Vaciada.
"Hemos impedido por ley que se puedan recortar paradas, frecuencias, horarios o rutas actuales", se vanagloriaba Juan Bravo a la salida del hemiciclo.
En el PSOE restaban importancia a esta medida y admitían que no habían logrado "explicar bien" lo que esto suponía.