La vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero, en un acto del PSOE con mujeres en Cádiz.

La vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero, en un acto del PSOE con mujeres en Cádiz. Europa Press

Política

Moncloa se plantea retrasar los Presupuestos para evitar que coincidan con un posible revés electoral en Extremadura

La idea del Gobierno era llevar las cuentas al Congreso en diciembre: ahora valora hacerlo más tarde por el impacto que tendría una derrota electoral.

Más información: El Gobierno ya da por hecho que prorrogará el 1 de enero los Presupuestos: dice que negocia con sus socios y ellos lo niegan

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Las claves

El Gobierno considera retrasar la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para evitar que coincidan con un posible revés electoral en Extremadura.

La ruptura con Junts complica la aprobación de la senda de déficit y de los Presupuestos, obligando a prorrogar las cuentas anteriores.

El Ejecutivo prevé negociar los Presupuestos con otros socios como PNV, ERC, Bildu y Sumar, aunque descarta avances con Junts y Podemos.

La convocatoria de elecciones anticipadas en Extremadura el 21 de diciembre condiciona el calendario político y presupuestario del Gobierno.

Una vez constatada la ruptura con Junts, el Gobierno se dispone a activar en las próximas semanas el procedimiento para presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2026. Al menos, eso explican fuentes oficiales del Ejecutivo.

En realidad, el Gobierno ya daba por hecho que iba a ser imposible sacar adelante la llamada senda de déficit, paso previo a la presentación de las cuentas en el Congreso, y sospecha que ocurrirá lo mismo luego con los Presupuestos.

Sin embargo, se mantenía viva la llama sosteniendo contactos con el partido de Carles Puigdemont.

Ahora, la decisión de Junts de romper con Pedro Sánchez, ratificada por sus militantes, certifica el negro futuro de los Presupuestos. Y el Gobierno carece ya de razones para esperar.

De hecho, antes de esa ruptura, Junts ya había trasladado al Gobierno que rechazaba la propuesta de la vicepresidenta María Jesús Montero.

Así será salvo cambio, que no hay que descartar, puesto que Moncloa ha variado su mensaje sobre los Presupuestos en innumerables ocasiones desde hace más de un año.

La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, tiene previsto convocar para la semana del 10 a 15 de noviembre el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Esa reunión es preceptiva para presentar a las comunidades autónomas la senda de déficit y el techo de gasto para las Administraciones públicas, que luego tiene que llevar al Consejo de Ministros y al Congreso.

La propuesta será rechazada en el Congreso a finales de noviembre o a principios de diciembre, y el Gobierno tendrá que llevarla por segunda vez a la Cámara para constatar un segundo rechazo. Esa situación ya se vivió en julio de 2024.

Llegados a ese punto, se prorrogará la senda de déficit en vigor, con la que se aprobaron los últimos Presupuestos.

A continuación, el Gobierno tendrá que presentar los Presupuestos, lo que podría demorarse hasta principios de 2026. Eso obliga a que, de entrada, se prorroguen los aprobados en 2022.

Cuando lleguen al Congreso, se abrirá un proceso de varias semanas para que comparezcan decenas de altos cargos para explicar las cuentas. Posteriormente, se llevarán a votación las enmiendas de totalidad. Y ahí acabarán su camino los Presupuestos.

Pero todo ese proceso estará sometido a la nueva fase política que se abre con la convocatoria de elecciones en Extremadura el 21 de diciembre. Quince días antes se abrirá la campaña electoral.

El Gobierno puede considerar que no es conveniente presentar los Presupuestos y sufrir una derrota en ese contexto, la que podría infligir María Guardiola a Miguel Ángel Gallardo.

La fecha tope que tiene el Gobierno para presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado es el 30 de septiembre de cada año, según lo establece la Constitución. Ya se ha sobrepasado el plazo más de un mes.

Hay una mínima esperanza para el Gobierno, y es que para entonces pueda dar satisfacción a Junts con un acuerdo europeo sobre el uso del catalán o un avance de la aplicación de la amnistía. Eso permitiría recuperar el diálogo directo con Carles Puigdemont. Pero esa esperanza es muy remota, según admite Moncloa.

Formalmente, el Gobierno intentará negociar el proyecto de Presupuestos con sus socios parlamentarios. Da por hecho que puede lograr acuerdos con PNV, ERC y Bildu, pero lo ve difícil con Junts y Podemos. Ambos mantienen su negativa a sentarse siquiera a negociar por distintas razones, que no tienen que ver con los Presupuestos.

Hacienda asegura que ya negocia con Sumar.