Friedrich Merz y Núñez Feijóo durante su reunión el pasado 18 de octubre de 2024.

Friedrich Merz y Núñez Feijóo durante su reunión el pasado 18 de octubre de 2024. David Mudarra/PP

Política

El Gobierno de Merz traslada al PP que "no ha cambiado" su posición contra el catalán en la UE pese al "diálogo" con Sánchez

"El papel no dice nada. ¿Cómo se va a negar un Gobierno de la UE a 'dialogar' con otro sobre cualquier asunto?", se pregunta el PP.

Más información: Alemania y España ya negocian permitir la oficialidad del catalán en la UE tras el nuevo ultimátum planteado por Junts

Publicada
Actualizada

Las claves

El Gobierno de Merz comunica al PP que su postura sigue siendo de rechazo a la oficialidad del catalán en la UE, a pesar del diálogo reciente con Sánchez.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se sintió más preocupado por no ser informado por Friedrich Merz que por el contenido del acuerdo entre España y Alemania.

La cancillería de Merz asegura que la declaración conjunta con España no representa un cambio en su posición y que fue intercambiada por una contraprestación no revelada.

El Gobierno alemán está interesado en temas como el presupuesto de la UE para 2028-2034 y el paquete de emisiones, mientras el PP español rechaza estos asuntos.

La declaración conjunta de los dos gobiernos español y alemán publicitada este viernes por Moncloa y el Ministerio de Exteriores no alcanzó a ser noticia en ningún medio del país centroeuropeo.

Es más, en Bruselas no se movió un papel "ni una ceja" en los representantes del PP en la capital europea.

Es cierto que este "último conejo sacado de la chistera" de Pedro Sánchez, tal como lo definía un dirigente de Génova, sí que entretuvo al teléfono a Alberto Núñez Feijóo.

Al presidente del PP le preocupaba más no haber estado informado previamente por su "amigo" Friedrich Merz que por el contenido del texto. Aunque en realidad no ha sido un texto negociado entre sus gabinetes. 

Es más, en la CDU, partido de Merz, "no sabían nada" porque ha sido "una negociación a nivel de ministros de Exteriores", según fuentes consultadas en Bruselas.

"El papel no dice nada", explicaba otra fuente oficial del entorno de Feijóo. "¿Cómo se va a negar un Gobierno de la UE a dialogar con otro sobre cualquier asunto?", explicaba a este diario un alto dirigente de Génova. "Otra cosa es el precio que haya tenido que pagar Sánchez a cambio de que Berlín ceda a ponerlo por escrito".

Después de un par de llamadas, el entorno de Feijóo sí logró contactar con el de Merz. Y la explicación fue tal cual. "Nada cambia, el Gobierno de Alemania sigue manteniendo su posicionamiento respecto a este tema"; que ha sido de rechazo frontal pero discreto.

Es decir, ninguna declaración pública altisonante cada vez que José Manuel Albares llevaba el tema al Consejo de Asuntos Generales, para no desairar al Ejecutivo de España, pero firmeza a puerta cerrada.

"Los representantes de Berlín llegaron a ser muy tajantes la última vez"; explica una fuente de Bruselas, "pidiendo a los españoles que no insistieran en un asunto inviable".

Sólo una vez habló en público Merz de este tema, en su visita a Moncloa el pasado septiembre. Y no para el gusto de Sánchez, que escuchaba a su lado con cara de vinagre.

El canciller alemán propuso que las lenguas cooficiales españolas fuesen tratadas "con inteligencia artificial" en la UE.

Nada de oficialidad, pues. Porque hay decenas de idiomas minoritarios y regionales, hasta 75, que están en situaciones similares dentro de los Veintisiete. Y la Unión está más centrada en otros temas, que no generen nuevas divisiones y sí más unión, como la defensa, el medioambiente y los próximos presupuestos.

Fuentes del Gobierno alemán aseguraron al PP, pues, que "nada ha cambiado" en su postura de rechazo a la oficialidad del catalán en las instituciones de la Unión Europea. Y que a cambio de "regalarle" a Sánchez ese papel, sin firma de ministro alguno, ni sello oficial de Berlín o de Madrid, han sacado "una contraprestación muy interesante".

Esa "contraprestación" no fue revelada de manera oficial por la cancillería de Merz al PP, pero sí se deslizaron dos asuntos que preocupaban al Gobierno alemán. Uno vinculado a las cuentas públicas de la Unión para el próximo periodo 2028-2034, y otro sobre el "paquete ómnibus" de emisiones de efecto invernadero.

Los dos temas han sido rechazados esta semana por el grupo parlamentario de los Socialistas y Demócratas (S&D) en la Eurocámara. El grupo está encabezado por Iratxe García, la líder española del PSOE colocada por Sánchez al frente de la delegación.

En las filas del PP ya sorprendió, esta semana, la carta firmada por García rechazando el presupuesto plurianual. Lo mismo que el voto en contra del pack de leyes medioambientales.

"Los alemanes quieren que ambos asuntos salgan adelante", y Sánchez "puede haber cedido mucho más de lo ganado", un simple papel que ofrece dialogar, ni siquiera un pacto para negociar.

Sobre todo, recuerdan las fuentes populares en Bruselas, si es en lo referente al presupuesto 28-34 impulsado por la Comisión, que reduce los fondos para la Política Agraria Común y el PP español rechaza frontalmente.