Alberto Núñez Feijóo, en su discurso ante el Congreso de la Empresa Familiar, en Burgos.
Feijóo promete "revisar" las 97 alzas de impuestos de Sánchez y restaurar la decencia pública: "Menos BOE y más PIB"
Feijóo acusa al Ejecutivo de anteponer la recaudación a la calidad del gasto y promete un nuevo modelo de gestión con menos trámites y más transparencia para evitar abusos y despilfarros, en su discurso ante el Congreso de la Empresa Familiar.
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El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido que "revisará, una a una" las 97 subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para "bajarlos", si los españoles le otorgan "su confianza" para gobernar.
Lo hará, "porque se puede" siempre que se optimice el gasto público y se elimine el despilfarro. A su juicio, "un menor afán recaudatorio debe ir ligado a más calidad del gasto", con "más inversiones y menos trámites burocráticos" para las familias y los empresarios.
En la inauguración del XXVIII Congreso Nacional del Instituto de la Empresa Familiar, Feijóo subrayó que la primera medida de su Ejecutivo sería "restaurar la decencia en la gestión pública", poniendo en el centro la eficiencia y la responsabilidad en el uso del dinero de todos.
"Menos BOE y más PIB; menos papeles y más empleos", resumió. Asimismo, defendió que es una "obligación moral" exigir transparencia a quienes administran recursos públicos, "porque cada euro público es producto del esfuerzo de un ciudadano o de un emprendedor", mientras se alivia la presión fiscal sobre quienes crean riqueza.
En su intervención, el líder del PP insistió en que los ciudadanos "pagan hoy más impuestos que nunca" y, sin embargo, "viven peor", porque parte de esos ingresos se malgasta o se desvía.
"No hay Estado fuerte con ciudadanos exhaustos", advirtió, y responsabilizó al Gobierno de Sánchez de tolerar "la corrupción más cercana" mientras reclama constantes justificantes a los contribuyentes.
"Única vacuna"
El foro, celebrado en Burgos este lunes y martes, fue inaugurado por el Rey Felipe VI y reúne a expertos y empresarios familiares de todo el país. Durante estas jornadas, se presentará un informe con el perfil y las aportaciones de la empresa familiar, destacando su papel clave en el empleo y la cohesión social.
Felipe VI preside la inauguración del XXVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar.
El Rey reivindicó la "estabilidad" y la "confianza" como pilares del crecimiento y agradeció la aportación de estas compañías a la prosperidad nacional. Y tras el discurso del Jefe del Estado, Feijóo desplegó su plan económico y ético.
Definió la decencia como "la única vacuna contra la corrupción" y advirtió de que "castigar al que cumple y premiar al que abusa es la mayor inmoralidad en política".
El líder del PP también enfatizó que "la corrupción no sólo roba dinero, roba energía moral" y señaló que "un país agotado moralmente nunca puede prosperar".
Además, remarcó que "nos cobran 148.000 millones más al año en impuestos, pero no sabemos para qué". Porque el Ejecutivo intenta "convertir en anécdota" que España lleve "tres años" sin Presupuestos Generales del Estado.
Feijóo criticó que la falta de cuentas públicas desemboque en "desgobierno" y recordó que en otras democracias, como Francia, esa incapacidad provoca la caída del Ejecutivo.
"No presupuestar es rendirse al caos administrativo" y al bloqueo legislativo, advirtió, y lamentó que la política pida sacrificios a los ciudadanos mientras tolera abusos en sus propias filas.
En materia de apoyo a los autónomos y pymes, Feijóo recogió demandas de asociaciones sectoriales para implantar medidas de alivio fiscal y simplificación de cotizaciones.
El presidente popular también denunció que "los que piden facturas y comprobantes" a los ciudadanos son los mismos que "no vieron o no quisieron ver la corrupción más cercana".
A su juicio, la indignación de quienes madrugan y no llegan a fin de mes se acrecienta con los escándalos de quienes administran sus impuestos.
Feijóo concluyó defendiendo un modelo de Estado orientado al ciudadano y no al recaudatorio. Abogó por "menos trámites y más proyectos, menos presión sobre el que crea empleo y más exigencia sobre quien administra su dinero", y por exigir responsabilidades a quienes gestionan los recursos públicos.