Pedro Sánchez con la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, este miércoles en la Moncloa.

Pedro Sánchez con la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, este miércoles en la Moncloa. EFE

Política

Los socios de Sánchez constatan en sus reuniones en la Moncloa que no está en situación de poder acabar la legislatura

El presidente no les habló de planes, ni de Presupuestos: sólo les garantizó que todo quedará en Ábalos y Cerdán, y que no hay financiación ilegal del PSOE.

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"Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido", canta Joaquín Sabina. Y la legislatura sigue y es posible que seguirá aunque carezca de sentido.

Al menos, eso es lo que transmiten prácticamente todos los portavoces de los grupos parlamentarios que en los dos últimos días se han reunido con el presidente del Gobierno.

También lo dice alguno de los miembros destacados del núcleo duro de Pedro Sánchez. Al menos uno de ellos le ha trasladado la impresión de que no es posible aguantar sin que eso provoque un daño enorme y prolongado en el tiempo, pero todo depende de su decisión personal.

Los socios del Gobierno cuentan abiertamente que han visto a un presidente del Gobierno "hundido, tocado, noqueado o bloqueado", según las diferentes expresiones utilizadas por todos ellos.

Alguno explica que le ha visto al borde de las lágrimas y que su nerviosismo fue visible en el Pleno del Congreso de este miércoles, con varios errores en sus respuestas, usando después de mucho tiempo papeles para contestar y sin control del tiempo para su intervención.

Querrían que la legislatura siguiera, pero le ven en situación de extrema debilidad, auguran una agonía larga y terrible, y dudan que pueda soportar sentado sobre un barril de pólvora como está ahora.

"La legislatura ya está muerta y yo no espero nada de Pedro Sánchez", dijo tajante Ione Belarra (Podemos), que hasta se negó a ir a la Moncloa a reunirse con el presidente del Gobierno.

"Pongámonos de acuerdo sobre cuatro o cinco cosas y aprovechemos el tiempo que quede para avanzar", manifestó Gabriel Rufián, constatando la imposibilidad de agotar la legislatura. El portavoz de ERC fue a la reunión, pero evitando la foto con el presidente.

Y hasta la propia vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, no quiso estar este miércoles en su escaño del Congreso, haciendo piña con Sánchez. Sigue en el Gobierno, pero quiere que se sepa que está alejada de Sánchez y enfadada.

Significativamente, el PNV puso cierta distancia con Sánchez al evitar también que haya foto de su portavoz, Maribel Vaquero, con el presidente del Gobierno. Es decir, también considera que eso "mancha".

Los portavoces que han estado con Sánchez estos días explican que no le han escuchado ningún plan concreto para salir de la situación en la que están. Ni siquiera les ha hablado de acordar una negociación de Presupuestos en otoño que pueda servir como una especie de cuestión de confianza para avanzar en la legislatura. Al menos, eso esperaban algunos que les dijera.

Para presentar los Presupuestos a finales de septiembre, como exige la Constitución, debería aprobarse en julio el techo de gasto o límite del déficit, pero aún no hay asomo de inicio de esa negociación. Entre otras cosas porque es muy difícil que Podemos apoye esas cuentas si incluyen aumento de gasto militar, y porque ya han decidido pasar totalmente a la oposición.

Las explicaciones y las dudas

A todos les ha asegurado Sánchez que esto no pasará de José Luis Ábalos y de Santos Cerdán -el "triángulo tóxico", con Koldo García, según Pilar Alegría- y les ha negado con énfasis que haya financiación ilegal del PSOE.

Pero algunos de esos portavoces dudan de esas afirmaciones, porque todo parece indicar que seguirán aflorando más indicios y grabaciones, y porque difícilmente puede garantizar que no haya financiación del PSOE quien asegura haberse enterado ahora de las fechorías de su más estrecho colaborador.

De hecho, algunos de ellos, como el propio Rufián, consideran que la línea roja es que haya tal financiación ilegal del partido porque demostraría que es un tema sistémico del PSOE y del Gobierno.

Pero en el PSOE muestran su preocupación por la información de la UCO que atribuye la propiedad de una empresa a Cerdán que recibe adjudicaciones del Gobierno de Navarra.

Eso compromete notablemente al Ejecutivo que preside María Chivite. Es el ejemplo de la grave preocupación entre los socialistas a que la mancha avance a otros ministerios y comunidades autónomas.

Y fuentes socialistas razonan que una de las causas de que Sánchez no contemple ni la cuestión de confianza o los cambios en el Gobierno o cualquier otra medida drástica es que no puede hacerlo sin saber hasta dónde llegará la riada.

Si tomara decisiones y luego salieran más pruebas comprometedoras, se habría quedado sin esa bala de plata. De paso, puede intentar llegar al verano y al otoño a ver si para entonces la situación se calma.

El Gobierno asegura que lo principal es que los socios quieren que se mantenga la legislatura, que incluso algunos se lo piden. "Nos sobran los motivos", dijo la vicepresidenta María Jesús Montero, también con letra de Joaquín Sabina.

Y lo cierto es que no hay mecanismo institucional alguno para empujar a Sánchez al fin de la legislatura porque, por ejemplo, ninguno de esos socios apoyaría una moción de censura del PP con Vox.

Los socios no pueden acabar con la legislatura, aunque observen que ya no va a ninguna parte.

Varios grupos han trasladado a Sánchez la falta de interlocución con el Gobierno, puesto que ahora es el propio presidente quien ha asumido ese papel.

"Les falta gente normal alrededor", sentenció Rufián sobre la situación de Sánchez y su equipo.

Fuentes de ERC confirman que en los próximos días van a presentar una proposición de ley para que las empresas condenadas por corrupción no puedan contratar de por vida con las Administraciones públicas.

En su reunión en Moncloa, Sánchez se comprometió con Rufián a sacarlo adelante, lo que implicaría cambios en el Código Penal. Sumar ha registrado una proposición de ley similar.