
Tomás Serrano
El BNG se suma al plante de Podemos, pero el Gobierno sólo ve "aspavientos" en los gestos de distanciamiento de sus socios
"Nadie del bloque de investidura quiere elecciones. Ni siquiera los de Podemos", aseguran fuentes de Moncloa.
Más información: El Gobierno afirma que 'no sabe si van a aparecer más nombres' en la trama del 'triángulo tóxico' de Ábalos, Cerdán y Koldo
En Moncloa cunde la sensación de que el ruido que están generando los socios del Gobierno es sólo eso, ruido. "Nadie del bloque de investidura quiere elecciones. Ni siquiera los de Podemos", asegura una fuente del Gobierno.
Ello, a pesar de que el BNG ha anunciado este martes que se suma al plante de Podemos en la ronda de contactos con Pedro Sánchez. Pero desde el Ejecutivo aseguran que todo ello son sólo "aspavientos".
Al menos de momento, ya que nadie se atreve a decir que no saldrán más grabaciones. Pero eso está fuera de control.
En cuanto a los socios, el Gobierno lo ve encauzado, a pesar de que estos han estado elevando la presión públicamente desde que el pasado jueves se conoció el informe de la UCO que implica a Cerdán directamente en el caso Koldo.
De hecho, si BNG y Podemos se sumasen al bloque de la derecha, una iniciativa como una cuestión de confianza de Pedro Sánchez no contaría con la mayoría suficiente para prosperar.
Además del plante de BNG y Podemos, ERC ha retrasado la reunión con el presidente y ha pedido que no haya fotos del encuentro para no desgastarse.
Yolanda Díaz, que se reunió con Sánchez este lunes, vio "insuficientes" sus explicaciones y pidió que no se ningunee a Sumar en el seno de la coalición.
La situación ha llegado a hacer, incluso, que el PNV y Bildu coincidan en sus apreciaciones. Tanto Arnaldo Otegi como Aitor Esteban aseguraron este martes que la excusa de que si Sánchez cae, vienen la derecha y la ultraderecha, y será peor, (argumento que defendió el presidente en Ferraz) no puede servir para justificar cualquier situación.
Sin embargo, al Gobierno lo que le importan son luego los votos en el Congreso. La legislatura está plagada de gestos de cara a la galería y esto no tendría por qué ser distinto.
Según reconocen fuentes de Moncloa, no creen que haya ni un solo partido del bloque de investidura que esté dispuesto a un adelanto electoral, pero entienden que tienen que dar una imagen de dureza para que no parezcan cómplices.
Ni siquiera consideran que les puedan elevar demasiado las concesiones. "No se puede ofrecer más", reconoce un ministro del núcleo duro de Sánchez. Eso sí, mantienen la puerta abierta y aseguran que si los socios quieren plantear medidas concretas, que las planteen.
En las conversaciones que algunos ministros y el presidente del Gobierno han mantenido desde este fin de semana con los distintos grupos, no se están planteando medidas concretas sobre asuntos como, por ejemplo, la forma de contratación del sector público.
Según las fuentes, los socios "no pueden elevar más" el precio de su apoyo. "Ya tenemos leyes que no se pueden sacar por cosas inasumibles para nosotros o por contradicciones de intereses entre ellos", subrayan.
Junts y Podemos
Una muestra de que las amenazas parecen sonar más alto de lo que se está dispuesto a hacer se vio tras la reunión que Jordi Turull y Míriam Nogueras, ambos de Junts, mantuvieron este martes con Sánchez. Ellos estrenaron la ronda de contactos fuera de la coalición.
Tras la reunión, los posconvergentes comentaron que Sánchez les dijo que quería continuar en el Gobierno, sin explicar cómo iba a hacerlo, y vinculó sus votos a que se cumplan los acuerdos que ambas partes tienen firmados. Es decir, nada nuevo.
Ni siquiera volvieron a plantear la idea de que Sánchez se someta a una cuestión de confianza, algo que ya pidieron en el pasado y que ahora defienden incluso algunas voces dentro del PSOE.
Según fuentes del Gobierno, la interlocución con Junts seguirá siendo fluida a pesar de la caída de Cerdán, que llevaba el peso de las negociaciones con Carles Puigdemont. Se designará a un sucesor para ello, que no tiene por qué ser quien sea nombrado nuevo secretario de Organización.
Otro de los partidos que más duros se han mostrado con Sánchez ha sido Podemos, que ha rechazado participar en la ronda de consultas del presidente del Gobierno. Los morados mantienen un perfil muy duro, principalmente para ganar terreno en el espacio a la izquierda del PSOE, en detrimento de Sumar.
Pero en el Gobierno creen que las críticas de Podemos se hacen "con la boca pequeña" y que tampoco quieren elecciones ahora mismo.