
Koldo García, el exministro José Luis Ábalos y el empresario Víctor de Aldama.
Moncloa se vuelca en defender la limpieza del rescate de Air Europa, el escándalo que ve más peligroso para su futuro
Para el Gobierno es fundamental que no haya conexión entre el 'caso Ábalos' y la investigación que afecta a Begoña Gómez.
El Ejecutivo sostiene que Ábalos tuvo un papel secundario en la decisión y que la operación tuvo el aval de la Justicia y del Tribunal de Cuentas.
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La cirugía de control de daños consiste en una intervención para evitar perjuicios secundarios y garantizar la supervivencia del afectado. Tiene traslación en comunicación política y corporativa en casos de crisis y afectación reputacional. La idea es centrarse en lo que puede ser aún evitado que, además, tiene un peligro mayor que la herida o afectación inicial.
El símil sirve para explicar cómo el Gobierno de Pedro Sánchez da por perdido el caso Ábalos, intenta poner distancia y asume el daño político que le pueden hacer las tremendas revelaciones que se van conociendo casi gota a gota, pero se centra en evitar que avance y pueda causar un daño definitivo.
En esta última carpeta se sitúa la parte referida al rescate de la compañía Air Europa y, por eso, el Gobierno se vuelca en explicar que fue una decisión legal, avalada por la Justicia y por Bruselas.
Se trata de evitar que suba la marea en un asunto que afecta al núcleo duro del Gobierno, que fue una decisión colegiada del Consejo de Ministros y que engancha con el arranque del procedimiento judicial contra Begoña Gómez.
La investigación de la Guardia Civil sostiene que en ese rescate de la compañía aérea habría existido una contrapartida a la trama vinculada a José Luis Ábalos y presuntamente dirigida por Víctor de Aldama. Sin embargo, aún no ha probado que gestiones de Ábalos favorecieran o aceleraran el rescate.
Todo esto explica la preocupación del Gobierno y su interés en salir al paso de las informaciones sobre este asunto.
En principio, aseguran tener relativa tranquilidad porque el rescate fue avalado por el Tribunal de Cuentas y el Tribunal de Justicia de la UE consideró que los únicos rescates legales en el sector habían sido los de Alitalia y Air Europa. También la Justicia intervino para rechazar el recurso de Ryanair, que se consideraba perjudicada por los rescates a compañías aéreas.
De hecho, el pasado mes de octubre, Pedro Sánchez defendió con vehemencia el rescate de Air Europa: "Lo volvería a hacer".
Ese rescate fue aprobado en una reunión del Consejo de Ministros del 3 de noviembre de 2020, con una propuesta que procedía de la ministra de Hacienda y hoy vicepresidenta primera, María Jesús Montero.
Distintas fuentes del Gobierno aseguran que Montero llevó este asunto de forma muy directa, como responsable de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el organismo que reúne a todas las empresas públicas. Según esta versión, Ábalos, entonces ministro de Transportes, tuvo una participación muy limitada.
Sin embargo, en el sumario que instruye el Tribunal Supremo constan gestiones de los responsables de Air Europa con Ábalos en relación al rescate. De hecho, la Guardia Civil sostiene que Air Europa facilitó a Ábalos un chalet en Marbella para que pasara las vacaciones como pago a sus gestiones.
El rescate de 475 millones de euros fue aprobado en 2020 mediante un crédito participativo de 240 millones y de otro ordinario de 235 millones. En paralelo, se aprobaron otros 140 millones avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
El objeto era paliar el frenazo en la actividad de líneas aéreas y empresas turísticas por la pandemia. El dinero procedía del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas gestionado por la SEPI.
La investigación
La dotación de ese fondo era de 10.000 millones de euros y de él se beneficiaron un total de 30 compañías (3.256 millones de euros), especialmente del sector turístico e industrial. El fondo destinó 740 millones para Air Europa, Volotea, Air Nostrum y Plus Ultra, que también recibieron préstamos del ICO.
En la investigación del Supremo consta una conversación entre Koldo García, hombre de confianza de Ábalos, con Aldama, asesor de Air Europa, en la que éste se impacienta por el rescate y asegura: "Está muy jodido el tema, éste se está buscando la vida y acaba de llamar a Begoña". Se refiere al responsable de Air Europa, Javier Hidalgo, y a la esposa del presidente del Gobierno.
La versión de Moncloa es que no consta ni tal conversación ni gestión alguna de Begoña Gómez sobre tal rescate. Que no hay pruebas de ilegalidad o intervención alguna para favorecer el rescate.
La importancia de esa frase es que une el caso Ábalos con la causa que instruye el juez Juan Carlos Peinado en la que está investigada la esposa del presidente del Gobierno.
De hecho, el caso de Begoña Gómez arrancó con una denuncia sobre sus relaciones con el grupo Globalia —Air Europa—, aunque posteriormente la Audiencia Provincial de Madrid ordenó a Peinado abandonar esa vía.
El origen es que una de las filiales de Globalia, Wakalua, fue patrocinadora del África Center que dirigía Begoña Gómez en el Instituto de Empresa (IE). Constan reuniones y encuentros de la esposa del presidente con Javier Hidalgo.
Para el Gobierno es fundamental que no haya conexión entre ambos casos, para que no se rompa el cordón político que intenta establecer y que separa a Moncloa de las actividades de Ábalos. Es decir, que todo quede circunscrito a quien fue la mano derecha de Sánchez, aunque las revelaciones manchen la reputación del Gobierno con contrataciones ilegales de sus novias o gestiones permanentes de Koldo García ante distintas comunidades y ministerios.
En el Ejecutivo entienden que el caso no alcanza a María Jesús Montero a través de su jefe de Gabinete, señalado por Aldama, y que no hay pruebas del amaño de adjudicaciones de obras públicas, como también denunció el empresario. Igualmente, no las ha habido por ahora contra Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, que fue acusado por Aldama de recibir un sobre con dinero. Y apuestan a que no las haya sobre el rescate de Air Europa para que la riada no suba aún más.