Pablo Iglesias manda "a la mierda" a Unai Sordo por pedir en 'Wake Up, Spain!' un gran pacto para los Presupuestos

El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias ha mandado este viernes "a la mierda" al secretario general del sindicato Comisiones Obreras, Unai Sordo, por pedir un gran acuerdo entre el PP y el PSOE para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

Durante la apertura de la quinta asamblea ciudadana de Podemos, Iglesias ha ridiculizado a "esa izquierda sindical que dice que debe haber pacto entre PP y PSOE para sacar los Presupuestos del Estado. ¡Váyanse a la mierda los liberados sindicales que defienden esto!", ha exclamado entre aplausos.

Aludía a las declaraciones que Unai Sordo realizó hace una semana en la última edición del foro Wake Up, Spain! de EL ESPAÑOL, en la que reclamó un entendimiento entre los grandes partidos, no sólo para aprobar los Presupuestos del Estado, sino también los de todas las comunidades autónomas, con el fin de evitar que se vean condicionados por Vox. 

Durante el acto celebrado este viernes en Madrid, Pablo Iglesias ha asegurado que los dirigentes de Podemos "no estamos aquí para ganar dinero, sino para tener poder".

"Algunos ingenuos creen que abrimos la taberna Garibaldi para ganar dinero", ha comentado, "si quisiéramos ganar dinero le habríamos pedido trabajo a Pepe Blanco, como hacen otros".

Presumiblemente se refería al exministro de IU Alberto Garzón, quien tras salir del Gobierno anunció su incorporación a la consultora Acento de Pepe Blanco, pero luego rectificó ante la polémica provocada.

"Nuestro objetivo no es sólo tener una taberna más grande", ha dicho Iglesias sobre el crowdfunding que ha organizado para financiar la búsqueda de un local más grande para su bar de Lavapiés, "ojalá en cada ciudad haya una taberna Garibaldi, porque eso da poder político".

Y ha prometido que empleará el dinero que gane con este negocio y con su canal de YouTube Canal Red, a crear "una escuela de Estado" y dar becas para que "estudiantes de izquierdas" puedan opositar a plazas de jueces y fiscales.

Iglesias ha explicado que en América Latina aprendió del peronismo que un partido político debe convertirse en "un proyecto cultural e ideológico", un movimiento que ocupe "todos los ámbitos en los que se juega el poder, desde la cultura a los medios de comunicación. La política no va de democracia liberal", ha aclarado, "va de poder".

Pablo Iglesias ha participado este viernes en un coloquio titulado "Combatir a la ultraderecha en Europa y América Latina", durante la apertura de la quinta asamblea ciudadana de Podemos, en la que Ione Belarra será reelegida este sábado secretaria general.

Durante su intervención, ha asegurado que para derrotar a la ultraderecha "es estúpido proponer un gran acuerdo en torno al mal menor".

"Lo que hay que hacer es un acuerdo de máximos", ha indicado, con medidas como "la nacionalización de las empresas estratégicas, crear más empresas públicas, la reforma de los medios de comunicación para que no sean el privilegio exclusivo de los multimillonarios" y la salida de España de la OTAN, así como eliminar las 28 bases militares de EEEUU que hay en Europa.

Y lo ha resumido con las siguientes palabras: "más Estado, más Estado, más Estado,  y más Derecho para que todo el peso de la ley caiga sobre los ricos y los fascistas".

El exvicepresidente se ha preguntado qué tienen en común personajes de la "extrema derecha" tan diversos como Donald Trump, el libertario Javier Milei, Abascal, Le Pen o la italiana Georgia Meloni. 

Tienen en común que todos ellos odian el comunismo, se ha respondido, porque "siguen teniendo miedo del viejo fantasma" que recorre Europa, el comunismo, en la expresión utilizada por Marx. 

"La clave del viejo fantasma no era prometer una sociedad sin clases, sino decir y demostrar que se puede quitar el poder a los ricos y se les puede derrotar ideológicamente", ha abundado.

Según Iglesias, "el anticomunismo odia a Lenin porque les quitó el cortijo y echó a los blancos de Rusia. El mismo odio que tenían a alguien que al principio no era comunista como Fidel Castro, porque envió a Miami a las clases propietarias de Cuba", ha argumentado.