Las ministras Pilar Alegría, Diana Morant y Ana Redondo junto al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Las ministras Pilar Alegría, Diana Morant y Ana Redondo junto al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Efe

Política 41º CONGRESO DEL PSOE

Moncloa intenta 'encapsular' los casos de corrupción para que no salpiquen a Sánchez: "Sacrificar al peón para salvar al rey"

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"Hay que sacrificar el peón para salvar al alfil y, sobre todo, al rey". En este caso, el peón sería Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete de Óscar López cuando éste estaba en Moncloa; el alfil sería López, promocionado por el líder socialista como futuro candidato para enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso; y el rey, por supuesto, sería Pedro Sánchez.

Esa es básicamente la estrategia del Gobierno y del PSOE en el caso de los mensajes entregados por Juan Lobato al Tribunal Supremo, según resume un alto cargo del Gobierno.

En realidad, es la estrategia que Moncloa aplica a los diferentes escándalos a los que tiene que hacer frente y por los que tiene que dar la cara en el Congreso Federal del PSOE que se celebra este fin de semana en Sevilla. Y así, todos encapsulados de la realidad en el recinto del Congreso hasta el domingo a primera hora de la tarde y el líder socialista blindado de todos los escándalos, con cortafuegos evidentes en cada uno de ellos.

Sirve, por ejemplo, para el caso Ábalos, en el que el partido encapsula también las responsabilidades en el exministro de Transportes y exnúmero dos del PSOE. Las declaraciones de los dirigentes socialistas son muy claras: desacreditan las graves acusaciones de Víctor de Aldama contra los dirigentes socialistas, salvo las que se refieren a José Luis Ábalos, para que la responsabilidad no se filtre hacia arriba. Curiosamente, Ábalos fue aclamado en el anterior Congreso Federal, celebrado en Valencia.

En su caso, se trata de un alfil sacrificado para proteger a otras piezas mayores, como Santos Cerdán y, por supuesto, a Pedro Sánchez. Ambos serán ratificados este fin de semana como responsable de Organización y como secretario general del PSOE, bajo la amenaza de que Aldama pueda probar sus acusaciones.

"Ya quisieran otros llegar a este congreso limpios como llegamos nosotros", resumió Cerdán en el arranque del congreso, circunscribiendo a Ábalos las graves responsabilidades por las actividades presuntamente delictivas. Más arriba del exministro no hay nada o, al menos, eso se pretende pregonar en el Congreso del PSOE.

Uno de los principales dirigentes del PSOE explica en los pasillos que Aldama pudo entrar en Ferraz a celebrar la noche electoral de 2019 si iba invitado por Ábalos y Koldo García y llegar hasta el hall de la sede como muestra el vídeo emitido este viernes por La Sexta. Y otra cosa es llegar hasta la "planta noble".

Y que les resulta extraña la celeridad del Tribunal Supremo al citar a Lobato, justo antes del Congreso. "Podríamos convocar congresos todas las semanas y así haríamos al Supremo agilizar las causas", explica con ironía.

La estrategia sirve hasta para Cristina Álvarez, asistente en la Moncloa de Begoña Gómez, citada por el juez Peinado por haber participado en las actividades comerciales de la esposa de Sánchez. El empeño es que no haya más responsabilidad por encima de ella, que trabajaba también junto a Óscar López.

Sobre este asunto, Moncloa explica que Begoña Gómez es la pareja de presidente del Gobierno con menos equipo a su servicio. Por ejemplo, Ana Botella, esposa de José María Aznar, llegó a tener cuatro funcionarias a su servicio en la Moncloa.

Moncloa da por hecho que, en breve, Sánchez Acera será citada por el Tribunal Supremo para que declare en la causa en la que ya está imputado el fiscal general del Estado, Álvaro García, acusado de filtrar el correo en el que el novio de Ayuso ofrecía un pacto a la Fiscalía admitiendo haber cometido un delito de fraude fiscal.

La única duda de los socialistas es si será citada como testigo o como imputada. En todo caso, intentan evitar que salpique a Óscar López, su jefe en la Moncloa y apuesta de Sánchez frente a Ayuso. La caída de uno dañaría mucho al otro y, por eso, la amortizada y sacriicada en este caso es Sánchez Acera.

Explican fuentes de la Moncloa que de lo que se conoce de la conversación entre Lobato y Sánchez Acera no se deduce revelación de secretos, porque el contenido del correo confidencial ya había sido contado por medios como Eldiario y la Cadena Ser. Añaden que tampoco puede deducirse necesariamente que el escrito procedía de la Fiscalía, porque se lo pudo entregar algún periodista de esos medios.

El problema para el Gobierno es si Sánchez Acera es citada como imputada y el juez pide que se analice su móvil para comprobar la procedenecia del documento que reenvió luego a Lobato.

Además, el Gobienro y el PSOE se esfuerza en asegurar que Sánchez Acera es dirigente del partido en Madrid y como tal actuaba y no como alto cargo de Moncloa.

"Vienen a por nosotros", es el mensaje que repiten los delegados y que está presente de forma más o menos explícita en las intervenciones de los dirigentes socialistas. Todo es desinformación, bulo y ataque en el Congreso de los socialistas.  

Sánchez adelantó un año el congreso pensando en dar impulso al PSOE y ponerlo en situación para competir en las distintas comunidades, pero ahora se ha transformado en una asamblea para cerrar filas, mostrar fortaleza, reforzar al líder en tiempos difíciles e intentar dejar fuera de la conversación a los afectados en los escándalos, para que las responsabilidades no escalen hacia arriba.

Desde el lunes empieza el verdadero congreso de las tensiones, el que llevará a las federaciones el interés de Sánchez por renovar los liderazgos. Lo intentará en Madrid, Andalucía, Castilla y León, Cantabria, Aragón, La Rioja y Extremadura.