Los ministros de Asuntos Europeos de la UE, durante la reunión de este martes en Bruselas

Los ministros de Asuntos Europeos de la UE, durante la reunión de este martes en Bruselas Unión Europea

Política LENGUAS COOFICIALES

La UE ignora las presiones de Sánchez para que el catalán sea oficial y vuelve a enfriar la propuesta

"Nadie quiere realmente esta discusión en Bruselas, excepto España", explican fuentes diplomáticas.

20 marzo, 2024 02:24
Bruselas

Una corta intervención de poco más de cinco minutos del secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, sin que ningún otro Estado miembro, ni la Comisión ni la presidencia se hayan molestado siquiera en pedir la palabra para dar la réplica. Así han despachado los Veintisiete el último intento del Gobierno de Pedro Sánchez de volver a colocar en la agenda europea la oficialidad del catalán, un "pago por adelantado" que Carles Puigdemont había exigido a cambio de su apoyo.

Sampedro ha explicado a sus socios europeos los contenidos del breve memorándum (apenas dos páginas y un párrafo) que recoge los argumentos del Gobierno para defender el reconocimiento en la UE de las lenguas cooficiales españolas.

Pese a que el resto de Estados miembros vienen solicitando aclaraciones desde el primer debate sobre el catalán en el Consejo de Asuntos Generales que se celebró en septiembre de 2023, Sánchez ha tardado más de medio año en enviar un memorándum a Bruselas.  

"Creemos que este memorándum demuestra que hay una propuesta sólida y legítima que permite que todo el mundo pueda comprender por qué este tema es esencial para España, porque es parte de nuestra identidad nacional y está claramente reflejado en nuestra Constitución y en nuestra cultura", ha explicado Sampedro en declaraciones a la prensa. Esta apelación a la "identidad nacional" es precisamente una de las principales novedades del memorándum español.

Sin embargo, los argumentos del Gobierno de Sánchez siguen sin convencer a la mayoría de los socios, que continúan enfriando la propuesta. "Ninguna de las preguntas pertinentes sobre los costes o las implicaciones legales y prácticas ha sido respondida hasta el momento", explica a EL ESPAÑOL un diplomático europeo. "Nadie quiere realmente esta discusión excepto España", añade.

[Albares apela ahora a la "identidad nacional española" para defender el catalán en la UE]

También el ministro finlandés de Asuntos Europeos, Anders Adlercreutz, descarta que la oficialidad del catalán pueda someterse a votación en la UE a corto plazo. "Yo diría que todavía no estamos ahí. Este tema ha estado durmiente durante un tiempo (desde el final de la Presidencia española en diciembre de 2023) y ahora vamos a discutirlo de nuevo", ha argumentado.

El secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, durante su comparecencia de este martes en Bruselas

El secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, durante su comparecencia de este martes en Bruselas Unión Europea

"Yo mismo he vivido en Cataluña y entiendo la situación lingüística. Pero cuando tomamos una decisión, tenemos que saber a qué puede conducir. Tenemos lenguas minoritarias en Finlandia también, tenemos la lengua sami en el norte de Laponia, y esto puede tener repercusiones y esa es realmente nuestra principal preocupación", sostiene Adlercreutz.

La secretaria de Estado para la UE de Rumanía, Daniela Grigore, asegura que está "decididamente a favor" de la petición de España, aunque admite que tiene "muchas dimensiones jurídicas, de traducción y financieras". "Entendemos que para el Gobierno español esta medida es muy importante y por eso Rumanía la apoya mucho desde el principio", ha explicado.

Grigore ha celebrado en particular las garantías que ha dado el Gobierno de Sánchez de que el reconocimiento del catalán "no creará un precedente para otros países", así como su compromiso de asumir todos los costes, que Bruselas cifra en 132 millones al año.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Letonia, Krisjanis Karins, que en el pasado había sido muy crítico con la petición sobre el catalán, se muestra ahora más conciliador. El reconocimiento de las lenguas cooficiales españolas plantea "algunas cuestiones jurídicas", pero "es una prerrogativa de cada Estado miembro decir cuáles son sus lenguas oficiales y nosotros respetamos los procedimientos internos de los Estados miembros", ha alegado.

[Bruselas estima en 132 M al año el coste para España de reconocer catalán, vasco y gallego en la UE]

¿Cuáles son ahora los siguientes pasos? Sampedro ha asegurado que el Gobierno de Sánchez está dispuesto a "seguir insistiendo" con otros memorándums si fuera necesario. "Este mensaje está quedando muy claro. Hemos hablado con todos los Estados miembros. El ministro (José Manuel Albares) se ha dirigido en varias ocasiones al resto de los ministros y no va a cejar en ello", asegura el secretario de Estado.

"Los ecos que nos llegan es que hay una comprensión real de que esto responde a la identidad nacional de España y que no vamos a abandonar", ha subrayado.

La ministra de Exteriores de Bélgica, Hadja Lahbib, durante la rueda de prensa de este martes en Bruselas

La ministra de Exteriores de Bélgica, Hadja Lahbib, durante la rueda de prensa de este martes en Bruselas Unión Europea

"España pidió que se incluyera un punto de información en el Consejo y se distribuyó un memorándum de la delegación española explicando las razones y los argumentos detrás de la propuesta española de reformar el reglamento 1/1958 para incluir el catalán, el euskera y el gallego. La posición española se ha expresado hoy y hemos tomado nota de ella. No ha habido discusión dentro del Consejo, y ya veremos qué sucederá en el próximo", ha explicado la ministra de Exteriores de Bélgica, Hadja Lahbib, en su calidad de presidenta.

Aunque no haya avances, el Gobierno de Sánchez puede pedir que la oficialidad del catalán se incluya en la agenda del Consejo de Asuntos Generales cada vez que quiera. Así ha ocurrido en esta ocasión, en la que figuraba en el punto de 'varios', junto con otros cinco asuntos planteados por Polonia, Alemania, Austria, Lituania y Francia.

"Nunca está prohibido añadir un punto a la agenda. Mantenemos una actitud abierta y aceptamos todas las peticiones de los Estados miembros", ha dicho Lahbib.

Sin embargo, todas las fuentes consultadas por este periódico señalan que el reconocimiento de las lenguas cooficiales españolas todavía está muy lejos de poder someterse a votación: su aprobación requiere un acuerdo unánime de los 27 Estados miembros, que ahora mismo no está en el horizonte.