Roberto Perdigones, cabo del Ejército de Tierra en Ceuta, se cambió de sexo cuando se aprobó la Ley Trans.

Roberto Perdigones, cabo del Ejército de Tierra en Ceuta, se cambió de sexo cuando se aprobó la Ley Trans. Cedida

Política LEY TRANS

La cabo Roberto se explica: "Como por dentro me siento lesbiana, la Ley Trans me ha favorecido"

Es uno de los militares que ha cambiado de sexo en Ceuta. Desde que consta como mujer, asegura que tiene habitación propia, puede dejarse el pelo largo, le ha subido la jubilación y puede ascender con más facilidad. Además, está peleando la custodia de su hijo como madre no gestante. 

5 marzo, 2024 02:30
Ceuta

Se llama Roberto Perdigones y tiene 35 años de edad. También tiene genitales masculinos y barba. Es padre de un hijo que tuvo, biológicamente, con una mujer. Sexualmente, le atraen las mujeres. Y es cabo del Ejército de Tierra destinado en Ceuta.

Por pura intuición, uno diría que Roberto es un hombre. Pero se equivocaría: en su DNI figura como mujer.

Roberto es el rostro de un fenómeno que se está extendiendo en toda España y que tiene un especial destello en Ceuta. Tal y como publicó este lunes EL ESPAÑOL, decenas de militares y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están usando la Ley Trans para cambiar de sexo, pero nada más. Al pasar a ser mujer obtienen distintas mejoras laborales.

"Como lo puedo hacer, lo hago", reconoce Roberto en conversación con EL ESPAÑOL. "Antes estaba jodido por cumplir la ley. Ahora, sigo cumpliendo la ley pero, tras encontrar mi situación de género, he salido favorecido. Y si alguien me critica, puede estar cometiendo un delito de transfobia", añade.

Según ha podido saber este diario de fuentes jurídicas, de los 41 cambios de sexo de hombre a mujer que ha habido en Ceuta desde que entró en vigor la Ley Trans hace exactamente un año, sólo cuatro han cambiado también de nombre. Es decir, 37 siguen con el nombre masculino que tenían antes.

[Fraude a la Ley Trans: sólo en Ceuta, 37 funcionarios cambian de sexo pero no de nombre ni de pareja]

Las fuentes señalan que la mayoría de estas personas pertenecen al Ejército y a los distintos cuerpos policiales. Apuntan, también, que tienen una media de edad entre los 40 y 50 años, y que nadie modifica su estado civil, por lo que siguen con sus matrimonios y sus hijos.

Roberto asegura que una vez que se aprobó la Ley Trans se actualizó el temario de las oposiciones de la Policía Nacional y vio que, entre todos los géneros, él se ajustaba "exactamente" a los términos de bigénero intersexual.

"Yo, por fuera, me siento un hombre heterosexual. Pero por dentro soy una mujer lesbiana, lo cual prevalece. De ahí que realizase el cambio legal a mujer", explica.

Para muchos, lo que Roberto ha hecho sería un fraude a la Ley Trans, porque "por fuera" sigue siendo un hombre heterosexual. Sin embargo, como la norma dicta que para cambiar al sexo femenino basta con declarar que uno es mujer y ya no hacen falta informes médicos ni tratamientos hormonales, nadie le puede decir que no lo sea.

[El último legado absurdo de Irene Montero: la Ley Trans debe ser reformada]

"Actúo según la ley, no hay fraude de ley porque me considero una mujer lesbiana", asegura. Como asegura ser tanto hombre heterosexual como mujer lesbiana (una de las formas de intersexualidad), le da igual que se refieran a él en masculino o en femenino.

Los beneficios del cambio

Roberto, que lleva en el Ejército desde 2008, presentó los papeles para solicitar un cambio de sexo en abril de 2023, un mes después de que se aprobase la Ley Trans. Según explica, tuvo dos comparecencias para ratificar que quería el cambio. Este se hizo efectivo el 13 de agosto del año pasado. Desde entonces, en su DNI pone que es una mujer. A partir de ese momento empezó a tener beneficios de los que antes no podía disfrutar.

El primer día que tuvo el DNI como mujer, Roberto apareció en su cuartel con el pelo largo. Como oficialmente es una mujer, puede llevar el cabello así, al contrario que sus compañeros varones. También apareció con pendientes, que están vetados para los hombres, pero que las mujeres pueden llevar siempre y cuando no sean colgantes.

Además, puede llevar barba, ya que según el reglamento el vello facial no está reservado exclusivamente para los hombres. Sin embargo, los beneficios no se limitan exclusivamente a cuestiones estéticas.

"Por cambiarme de sexo, según me he ido informando, la jubilación me ha subido. Porque las mujeres cobran más en la pensión de jubilación para compensar la desigualdad. Además, cobro un 15% más al tener un hijo", asegura en conversación con este diario.

Roberto Perdigones atiende a EL ESPAÑOL para explicar cómo ha cambiado su situación tras modificar su sexo registral.

Roberto Perdigones atiende a EL ESPAÑOL para explicar cómo ha cambiado su situación tras modificar su sexo registral. Cedida

"Incluso tengo habitación privada en el cuartel, para mí solo, con baño privado. Porque no puedo estar con los hombres al ser mujer, y yo no consideraba adecuado estar con las mujeres biológicas por respeto hacia ellas. El cuarto para mí solo lo he tenido desde el cambio de sexo", añade.

Roberto explica que su intención, ahora mismo, es seguir promocionando dentro del Ejército. Para ello, entiende que el ser mujer le puede beneficiar para ascender por las llamadas "medidas de acción positiva", pensadas para incrementar la presencia femenina en los mandos de las Fuerzas Armadas.

La Ley de Tropa y Marinería de 2006 impide a los soldados temporales continuar en las Fuerzas Armadas más allá de los 45 años. Como conseguir una plaza fija es muy difícil, Roberto no descarta, cuando llegue el momento, presentarse a unas oposiciones para entrar en la Guardia Civil o en la Policía Nacional. De hecho, ambos cuerpos guardan plazas para los opositores que provienen del Ejército.

Si finalmente hace esto, se presentará a unas pruebas físicas específicas para mujeres, que son menos exigentes que las pruebas de los hombres. También le podría servir para conseguir un puesto con mayor facilidad que si apareciese en el registro como varón.

"Aunque ahora ya no hay plazas específicas para mujeres, hay plazas en las que sí buscan un mínimo de presencia femenina, también en otras clases de funcionariado", explica. "En el cuartel se han portado bien conmigo. Los compañeros y los mandos lo saben y me apoyan. Antes de hacerlo, lo comenté y me dijeron que tirara adelante", añade.

[Las feministas del PSOE aplauden la reforma de Ayuso de la ley trans y piden cambiar la estatal]

Ya fuera del Ejército, Roberto comenta que el cambio de sexo le puede beneficiar a la hora de abordar la custodia de su hijo, que ha pasado de ser el hijo de una relación heterosexual a ser el hijo de una relación LGTBI, entre dos mujeres. Roberto es, a efectos legales, tan madre como la madre biológica.

"Tengo un hijo de 16 años, de una antigua relación. Como padre, llevaba desde que el niño tiene tres años sin verlo", comenta. "Pero ahora ya no soy padre, ahora soy madre no gestante. Esto hace que pueda luchar en igualdad de condiciones con respecto a su madre biológica. Estoy en proceso de buscar un abogado para recuperar lo que me he perdido, siempre priorizando el bien del menor", añade. "Además, la Justicia es gratuita en el caso de las mujeres y los niños menores", puntualiza.

"Si realmente no hubiera desigualdad entre hombres y mujeres no me explico, como bien se me informó en el Registro Civil, que todo hombre que cambie a mujer obtendrá los beneficios de su nuevo género. Pero si eres mujer y modificas tu condición a hombre, seguirás manteniendo los derechos de mujer", reflexiona.

Un fenómeno en Ceuta

El caso de Roberto no es, ni mucho menos, aislado. Aunque todavía no hay cifras oficiales, se está dando en todo el país. Sin embargo, en Ceuta este hecho está siendo más notorio, por la mayor presencia porcentual en la población de miembros de las Fuerzas de Seguridad y del Ejército. 

"En Ceuta es posible que el fenómeno sea tan alto porque, según me han comentado, hay academias de oposiciones en las que llegan a recomendar cambiar a mujer y Ceuta es una ciudad de funcionarios, en su gran mayoría", cree Roberto.

En otros lugares de España, hay jueces que han echado atrás cambios de sexo al considerar que obedecen a un "ánimo espurio" y que buscan cometer un fraude. En Ceuta, sin embargo, esto no ha sucedido, según fuentes del gobierno de la ciudad.

Según fuentes jurídicas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que haya hombres que se están cambiando de sexo sin que aparentemente sean personas transexuales, no sólo está sucediendo entre los miembros del Ejército, sino también en la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local de la ciudad autónoma.

Los motivos son diversos, según el caso. Algunos de ellos los explica el propio Roberto: beneficios laborales, facilitar unas oposiciones y mejorar las condiciones de custodia de los hijos en padres divorciados.

[Defensa autoriza al cabo 'don Ricardo' a ser 'doña Ricardo': el lío del cambio de sexo llega a la Armada]

Pero también hay quien lo hace por motivos ideológicos, "como una especie de rebeldía contra la ley", explica un agente de la Guardia Civil. "Ya he visto varios casos entre mis compañeros, y va a ir a más, porque hay bastantes personas que lo han solicitado y están en el proceso. Así que, de un tiempo en adelante, la cifra va a ser mucho mayor", añade.

De momento, sólo ha habido un caso conocido que haya llevado a cabo el cambio de sexo para evitar la aplicación de la ley de violencia de género. Se trata de un policía local, el primero en toda Ceuta que solicitó el cambio de sexo, que fue detenido por un delito de malos tratos continuados contra su pareja. Actualmente se encuentra en prisión.