Pedro Sánchez, este martes en Moncloa, explicando sus planes para intentar ser investido.

Pedro Sánchez, este martes en Moncloa, explicando sus planes para intentar ser investido. EFE

Política INVESTIDURA

Sánchez busca cómo derivar a una mesa el debate del referéndum durante la legislatura

Rechaza el referéndum "no sólo porque no lo contempla la Constitución, sino porque es contrario a lo que siempre he defendido con mi palabra y mi acción".

4 octubre, 2023 02:35
Fernando Garea Diego Rodríguez Veiga

Pedro Sánchez necesita que quede claro que consigue parar la pretensión de los independentistas de pactar un referéndum de autodeterminación, aunque acepte la amnistía que también tachaba de inconstitucional hace sólo unos meses.

Y Junts y ERC necesitan mantener en su programa de máximos la celebración de un referéndum de autodeterminación, porque es la razón de ser de su posición política fundamental, es decir, el referéndum.

Por eso, ambas partes buscan una solución y Moncloa quiere que la salida permita derivar la discusión sobre el referéndum a una mesa de diálogo que funcionaría durante toda la legislatura y de la que se dirá que en ella “se puede hablar de todo”.

Es decir, que la autodeterminación no sea condición imprescindible para la investidura y que sí esté presente en la discusión durante toda la legislatura.

Este martes, al ser preguntado por el referéndum por los periodistas en la Moncloa, Sánchez se manifestó contrario en estos términos: "No sólo porque no lo contempla la Constitución, sino porque es contrario a lo que siempre he defendido con mi palabra y mi acción un referéndum de autodeterminación".

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Hace sólo unos días, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en una entrevista a Catalunya Ràdio, insistió en que el PSOE debe asumir que se pueda hablar del referéndum en una mesa de negociación. Rovira está teniendo un papel muy destacado en las negociaciones para la investidura.

El Gobierno, de hecho, interpretó que algo parecido decía Carles Puigdemont el pasado 5 de septiembre cuando fijó sus condiciones en una comparecencia en Bruselas.

Y antes aún, Sánchez admitió en la pasada legislatura que en la mesa de diálogo en la que sólo estuvo ERC se dijera que se puede hablar de la consulta, aunque sea como futuro cierre de un acuerdo global que acabe con el conflicto con Cataluña.

Entonces, cuando se constituyó la mesa, el 15 de septiembre de 2021, el presidente del Gobierno aseguró en el Palau de la Generalitat: “Para nosotros, pues evidentemente, ni el referéndum ni la amnistía es posible. Y no solamente porque desde el punto de vista de la Constitución Española no se incorpore, sino porque también consideramos que la sociedad catalana lo que no puede es sufrir mayores desgarros, mayores fracturas y sobre todo después de la pandemia que hemos sufrido”.

Hoy sólo mantiene la parte del referéndum y ya admite la amnistía sin considerarla inconstitucional. 

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Sánchez iniciará esta semana una ronda que continuará la siguiente con todos los partidos, aunque tendrá sólo la apariencia de diálogo para la investidura, porque según admitió ayer el líder socialista ya mantiene desde hace semanas negociaciones con quienes necesita pactar el acuerdo de legislatura.

Con Junts y ERC negocia un acuerdo global con inversiones, condonación de la deuda de Cataluña con el Estado y traspaso de competencias, además, de la amnistía y el referéndum.

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Sobre la amnistía, fuentes de la negociación explican que se negocia el relato del preámbulo y el detalle de los delitos a los que se referirá, sobre todo para evitar que su aplicación pueda ser bloqueada por los tribunales, especialmente el Tribunal Supremo.

El preámbulo tiene que servir para la justificación política y el apoyo del interés y la necesidad para apoyarla. Y el detalle de los artículos para acotar su alcance temporal y ligar los delitos referidos a la intencionalidad política. Una labor difícil en la que trabajan los técnicos del Gobierno y los de los dos partidos.

El calendario de Sánchez

En todo caso, Sánchez ve peligrar el calendario que tenía previsto para octubre, aunque lo va a intentar para que puedan incluirse en el acuerdo unos Presupuestos para 2024 aprobados en tiempo y forma antes de enero.

Si hace tan solo un par de semanas el argumentario de Moncloa era que la investidura de Pedro Sánchez sería exprés, "cuanto antes", ahora están dispuestos a levantar el pie del acelerador.

Fuentes del PSOE no descartan que dicho debate de investidura acabe realizándose en noviembre, dentro de un mes. Hay varios motivos para este cambio.

Si la investidura se convocase demasiado pronto, podrían estar sometiendo a los posibles socios independentistas a una presión demasiado grande tras expresar recientemente aspiraciones máximas en la Diada y el 1-O. Además, el debate podría salpicar la jura de la Constitución de la princesa Leonor. Leonor jurará la Constitución con motivo de su 18 cumpleaños el próximo 31 de octubre y los independentistas –ERC, Bildu, Junts y BNG, socios necesarios para Sánchez– ya han anunciado que no acudirán al Congreso ese día.

Aunque desde la línea oficial de Ferraz aseguran que el plante "no es novedad", otras voces de peso dentro del PSOE sí reconocen que lo ideal es no mezclar las cosas.

En el debate de la semana pasada, el de la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, ya fueron constantes las críticas a la Monarquía por parte de los socios de Sánchez. Además, que el PSOE cuente con esos apoyos republicanos en vísperas de la jura de la Constitución de Leonor ofrece argumentos a las críticas de PP y Vox.

"Aunque la intención es que la investidura salga adelante cuanto antes, no es cuestión de ponerse deberes para dentro de 15 días", aseguran desde Ferraz. "Es algo innecesario ponerte un tope", insisten.