La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en la sede del ministerio este mismo viernes.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en la sede del ministerio este mismo viernes. Europa Press

Política elecciones 23-j

La retirada de Garzón abre el camino a Yolanda Díaz para dejar a Irene Montero fuera de la lista de Sumar

Más Madrid y Compromís creen que la ministra de Igualdad lastra sus expectativas electorales por la polémica del 'sí es sí'.

2 junio, 2023 14:50
Luis Casal Sara de Diego

Alberto Garzón marca el camino. La decisión del ministro de Consumo de no concurrir en las listas electorales del 23 de julio ha desatado un terremoto político en todo el espacio a la izquierda del PSOE. El gesto del coordinador de IU, además, esconde también una medida de presión contra Podemos en general e Irene Montero en particular, que se encuentran negociando los términos de su inclusión en Sumar.

Uno de los grandes escollos que se está encontrando Yolanda Díaz a la hora de cerrar el pacto con Podemos es el diseño de las listas electorales. Durante meses, los morados reclamaron un proceso de primarias abiertas para ordenar los nombres en cada circunscripción, pero la vicepresidenta se negó para escribirlas ella personalmente. Ahora, con el agua al cuello, utilizan cuanto tiene en su mano para presionar a sus socios.

Así ha ocurrido con Garzón, quien ha elegido los tiempos milimétricamente esta semana. El lunes, un día después de las elecciones, la dirección de Izquierda Unida fue la primera en declarar públicamente que se presentaría a las elecciones en las listas de Yolanda Díaz. Este viernes, el ministro anunció que renuncia a las elecciones al mismo tiempo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como símbolo de renovación a la izquierda del PSOE.

[Garzón no se presentará a las elecciones del 23-J y pide una "renovación de caras" en la izquierda]

Garzón es la primera gran figura del espacio del cambio que, en este contexto, da un paso atrás para renovar las caras de la izquierda. En su entorno aseguran que se trata de una decisión personal, pero nadie oculta que el gesto traslada toda la presión a los morados, con quienes tienen que cerrar un acuerdo antes del 9 de junio. En concreto, a Irene Montero, quien reclama un buen puesto de salida en Madrid.

La discreción, confirman ambos lados de la mesa, es clave para que esta negociación salga bien. Sin embargo, como ya ocurrió en los pactos fallidos antes del 28M, Díaz traslada toda la presión a Podemos desde fuera. De hecho, tras una semana de silencio, nunca ha sido tan clara como hoy.

Hasta ahora, la líder de Sumar se había limitado a confirmar que ella "asume el reto" de cara a las elecciones generales, el de poner a toda la izquierda de acuerdo para evitar que el proyecto naufrague, pero este viernes ha dado un volantazo. En rueda de prensa desde el Ministerio de Trabajo, la vicepresidenta ha alabado el rumbo de Ada Colau y de Garzón, a los que ha situado dentro de su proyecto de manera rotunda.

El cariño trasladado a estos dos contrasta con el dedicado a la ministra de Igualdad, a quien ha lanzado la pelota de su inclusión en las elecciones por primera vez en público. La tensión es total en la mesa de negociaciones de la coalición, en la que Más Madrid y Compromís reclaman la mayoría de puestos en sus listas.

[La TV de Iglesias machaca a Yolanda Díaz en plena negociación con Sumar: "Cava su propia tumba"]

Díaz fue preguntada directamente si cree que Montero y la secretaria general, Ione Belarra, apuestan como Garzón por "renovar" liderazgos. La vicepresidenta trató de esquivar la pregunta pero, lejos de invitarlas, respondió que "esta pregunta hay que formulársela a cada una de estas personas".

"Sumar es un movimiento ciudadano, no voy a desvelar nada de las negociaciones, los acuerdos salen porque hay discreción y por tanto aquí me van a encontrar", se limitó a señalar la vicepresidenta, que sí agradeció el paso atrás de Garzón y Colau.

El ministro Alberto Garzón ha anunciado este viernes que no se presentará a las elecciones generales del 23 de julio, en un comunicado en el que pide una "renovación de caras" en la izquierda del tablero político, en clara alusión a los principales líderes de Podemos.

Garzón seguirá al frente de IU y participará en la campaña electoral de Sumar "para hacer a Yolanda Díaz presidenta", a quien comunicó su decisión el martes tras conocer el adelanto electoral.

[Yolanda Díaz, "optimista" sobre las negociaciones entre Podemos y Sumar: "Habrá acuerdo, sin duda"]

"Es una decisión muy meditada", señala en su nota. "Como insistió Julio Anguita, la política está en todos los rincones de nuestra vida cotidiana y seguiré ayudando a construir una España más justa desde otros sitios también políticos: en mi organización, Izquierda Unida, y también en Sumar", anuncia Alberto Garzón para argumentar su decisión.

Esto le permitirá dedicar más tiempo a cuidar "más y mejor" a su familia, a la vez que mantiene su compromiso político para "construir una vida mejor".

Por su parte, la vicepresidenta Yolanda Díaz se ha mostrado este viernes "optimista" sobre las negociaciones entre Podemos y Sumar para ir juntos a las elecciones generales del 23 de julio y ha asegurado que "habrá acuerdo". 

"Soy una mujer optimista. Sin lugar a dudas habrá acuerdo. Nuestro país nos está esperando", ha afirmado en una rueda de prensa desde el Ministerio de Trabajo a sólo siete días de la fecha límite para que los partidos comuniquen sus coaliciones a la Junta Electoral. Un plazo que concluye el próximo día 9.

La Ley del 'sí es sí'

En estos momentos, uno de los principales escollos de la negociación es la pretensión de Podemos de colocar en puestos de salida de las candidaturas a algunos de sus principales dirigentes, como las ministras Irene Montero e Ione Belarra

Algunos socios de Sumar, como Más Madrid y Compromís, creen que estos nombres pueden perjudicar sus expectativas electorales, ya que están demasiado marcados por la polémica Ley del sólo sí es sí, que ha provocado rebajas de pena para más de un millar de violadores y agresores sexuales.