Carlos Mazón, candidato del PP en la Comunidad Valenciana, y Feijóo, el pasado viernes en Elche.

Carlos Mazón, candidato del PP en la Comunidad Valenciana, y Feijóo, el pasado viernes en Elche. Joaquín P. Reina Europa Press

Política ELECCIONES MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS

El PP teme no ganar ni la Comunidad Valenciana ni Aragón si Cs ronda el 5% pero no logra escaños

Fuentes del PP avisan: "Si conseguimos captar el voto que se lleva Ciudadanos, la perspectiva de cambio donde gobierna el PSOE será global".

7 abril, 2023 02:26

El Partido Popular maneja una serie de encuestas internas en las que sobresale una conclusión del resto: "Si de aquí a las elecciones del 28-M conseguimos captar todo el voto que todavía se lleva Ciudadanos, la perspectiva de cambio en las comunidades donde gobierna el PSOE será global en toda España". Así lo remarcan fuentes de la dirección popular a EL ESPAÑOL. 

De lo contrario, el PP admite que el escenario es muy distinto. La victoria, subrayan, podría quedar desdibujada, ya que conseguirían ser la lista más votada; pero no tendrían los apoyos parlamentarios suficientes. Hasta el punto de que las opciones de gobernar en dos territorios muy concretos: Comunidad Valenciana y Aragón, se disipan considerablemente.

El porcentaje de voto que la formación naranja recibe en estos sitios, según los últimos estudios demoscópicos, oscila entre el 3,5 y el 2%. Un porcentaje bajo para entrar en cualquier cámara autonómica y lo suficientemente alto como para que en Génova empiecen a dudar con el desalojo de los barones socialistas Ximo Puig y Javier Lambán. 

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Lo explica a este periódico de una manera muy gráfica una persona que forma parte del equipo de Feijóo: "Si Lambán en Aragón sigue pactando con la Chunta será, por ejemplo, porque el PP no consigue un escaño más por Teruel. ¿Y por qué no lo consigue? Porque quizás hay 180 votos que se lleva Ciudadanos y que serían la clave para determinar que entre uno del PP u otro la Chunta". 

Es decir, que el voto naranja es la llave del PP para entrar en algunos gobiernos. Sucede algo exactamente igual en la izquierda: Podemos se ha convertido en un talón de Aquiles para el PSOE, ya que sigue recibiendo un elevado número de apoyos que, sin embargo, no alcanza para obtener representación política y, por ende, beneficia a la suma de la derecha. 

La Comunidad Valenciana

En el caso concreto de la Comunidad Valenciana, todos los números que maneja el PP muestran una distancia ancha entre el PP y el PSOE. "Le sacamos hasta 6 puntos a Puig", desvelan fuentes populares. Pero, hay hasta un 3,5% de apoyos a Ciudadanos que reducen las posibilidades de que la derecha sume y, además, dejan la puerta abierta a una mayor representación de Compromís. 

En las Cortes Valencianas, aseguran las citadas fuentes del principal partido de la oposición, la suma entre PP y Vox pasaría a ser un 48,5% en caso de incorporar a los adeptos de Ciudadanos. Con ese porcentaje, matizan en Génova, "es imposible que la izquierda pueda gobernar".

Llegados a este punto, los populares lamentan que nunca se llegara a materializar la opción que planteó Begoña Villacís hace meses de integrar a dirigentes naranjas en las listas del PP para municipales y autonómicas. "El resultado hubiese sido muy distinto", deslizan los de Feijóo. 

Lo que la vicealcaldesa de Madrid que pedía era estudiar esa posibilidad de colaborar con el partido de Feijóo, aunque recibió un sonoro portazo de la nueva dirección de Ciudadanos. En ese momento, además, trascendió que ella, por su cuenta, estaba negociando una posible incorporación en el PP. Algo que estuvo cerca, pero no pudo ser. 

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En las comunidades autónomas, sin embargo, los populares sí han logrado convencer a multitud de mandos naranjas para que se integren en sus listas. Hay ejemplos en Extremadura, como el del alcalde de Badajoz, que era de Ciudadanos y se presentará el 28-M con el PP. O en la propia Comunidad Valenciana, donde el candidato popular Carlos Mazón ha fichado al portavoz naranja en las Cortes regionales. 

De igual forma, el PP viene protagonizando una opa al partido naranja con incorporaciones de mandos intermedios en otros muchos puntos de España. Un buen ejemplo de ello es Andalucía. Ya no queda nadie de la anterior dirección naranja de Juan Marín que no trabaje para el PP o para la propia Junta de Juanma Moreno.

Feijóo da por sentada la desaparición de Ciudadanos tras los próximos comicios municipales y autonómicos, y espera beneficiarse de ese hecho en las generales. Aunque en su entorno reconocen que lo deseable hubiese sido anticipar este escenario al 28 de mayo, para cuando la formación naranja seguirá recibiendo un porcentaje mínimo de votos que dificulta la carrera electoral a los populares.