Las ministras Irene Montero e Ione Belarra, este martes en la bancada del Congreso.

Las ministras Irene Montero e Ione Belarra, este martes en la bancada del Congreso. Ricardo Rubio Europa Press

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Sánchez sufrirá un mes más el calvario de ver a Podemos votar a la contra en el Congreso y el Senado

La reforma entra en el trámite parlamentario, con más debate y votaciones. Verá la luz a finales de abril, a las puertas de la campaña electoral. 

9 marzo, 2023 02:55

Las dos ramas del Gobierno escenificaron este martes su mayor cisma hasta el momento a causa de la Ley del sólo sí es sí, votando por separado la toma en consideración. Lo peor, sin embargo, es que fue sólo el principio. La votación apenas marcó el pistoletazo de salida del trámite parlamentario y los enfrentamientos se seguirán sucediendo en las próximas semanas, aumentando así la brecha entre los socios de la coalición.

Los socialistas creen que la reforma del sí es sí propuesta por su partido y que salió adelante con el apoyo, entre otros, del PP no verá la luz de manera definitiva hasta finales de abril, a las puertas de la campaña electoral del 28-M. Prevén que, hasta ese momento, se concatenarán debates tensos y votaciones desagradables.

Así lo marca el trámite parlamentario. Una vez superada este martes la toma en consideración de la proposición de ley, el siguiente paso es decretar el trámite de urgencia y que los morados decidan si presentan una enmienda a la totalidad del proyecto. Es decir, si intentan cambiar el texto del PSOE por otro de cosecha propia, para evitar ese "regreso al Código Penal de La Manada" del que hablan. De hacerlo, este paso llegará la semana que viene.

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Fuentes socialistas creen que eso no va a llegar a pasar porque obligaría a los morados "a retratarse" con una propuesta concreta y consideran que no les interesa. Fuentes de Unidas Podemos señalan a este diario que es algo que aún no se ha discutido, pero que es probable que no suceda.

El siguiente paso tendría lugar la semana del 20 de marzo, con la constitución de la ponencia en comisión. Podría ir a la Comisión de Igualdad, presidida por la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, o a la de Justicia, con el diputado socialista Felipe Sicilia a la cabeza. En este paso entrarían las enmiendas parciales al articulado.

En este escenario se volverán a tensar las costuras del Gobierno de coalición. Basta con ver lo que ha sucedido recientemente con otras leyes. Los dos socios del Ejecutivo protagonizaron duros enfrentamientos a causa de las enmiendas a la Ley Trans y a la de Bienestar Animal, por ejemplo.

Los socialistas sí creen que Unidas Podemos presentará enmiendas al articulado, adelantando una batalla que se prevé cruda. Añaden que también lo harán algunos socios, como ERC y Bildu, que el martes se posicionaron al lado de los morados votando no a la toma en consideración de la propuesta del PSOE, pero que en múltiples ocasiones han reconocido la necesidad de mejorar técnicamente el sí es sí.

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Los socialistas esperan, incluso desean, que esto suceda. Al incorporar correcciones de otros grupos parlamentarios, el PSOE conseguiría que los demás partidos sean partícipes de su reforma y evitaría una foto junto a las formaciones de la derecha, como la que tuvo lugar este martes y que tanta munición política está regalando a sus adversarios.

Una vez aprobado el dictamen de la comisión, la ley podría ir al Pleno del Congreso del 28 de marzo. Si no es esa semana, tendría que esperar a la del 18 de abril, por el calendario de sesiones.

Una vez salga del Congreso, la reforma pasará al Senado, donde los grupos parlamentarios tienen cinco días para presentar enmiendas. Si no se presenta ninguna, la ley se aprobará definitivamente en la Cámara Alta. Si se presentan enmiendas, como sucedió en el caso de la Ley Trans, el texto volverá al Congreso, donde será sometido de nuevo a votación. Esto situará la aprobación definitiva en las dos últimas semanas de abril.

Visto el desgaste político que ha sufrido la coalición por el primer trámite parlamentario, todos los partidos están con las espadas en alto por los próximos debates y votaciones que se concatenarán. Si bien es cierto que ya no estará la presión del 8-M rondando todas las conversaciones, pondrá a prueba cómo de irrespirable puede llegar a ser el ambiente en el Consejo de Ministros.