Pedro Sánchez, junto a Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, en la cumbre del G-20 de Buenos Aires.

Pedro Sánchez, junto a Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, en la cumbre del G-20 de Buenos Aires. TW

Política GOBIERNO

Sánchez viaja a Sudáfrica y Kenia para forjar alianzas políticas y económicas contra la influencia rusa

Visitará Nairobi y Pretoria, donde anunciará paquetes de ayuda a la inversión en la región, además de Johannesburgo para homenajear a Nelson Mandela.

25 octubre, 2022 03:09

Pedro Sánchez inicia este martes una breve gira africana, con visitas clave a Kenia y Sudáfrica. Será el primer mandatario extranjero en ser recibido en Nairobi por William Ruto, que lleva apenas mes y medio en el cargo. 

Fuentes oficiales destacan la pertinencia de estrechar alianzas con ambos gobiernos, no sólo por las oportunidades de inversión que ofrece la estabilidad democrática de los regímenes de Nairobi y Pretoria.  También, y muy principalmente, por la necesidad de que España y la UE estén muy presentes en los procesos de integración regional que Kenia y Sudáfrica lideran, y la necesidad de luchar contra la influencia rusa en un continente cuya paz y seguridad nos afectan directamente. 

El líder socialista será, en todo caso, el primer presidente español en ejercicio en visitar oficialmente ambos países, elegidos adrede por Moncloa como líderes regionales: Kenia, en el África oriental y Sudáfrica, tanto en la meridional como a nivel continental y global.

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En Pretoria, Sánchez dará una rueda de prensa conjunta con Cyril Ramaphosa y rendirá homenaje a Nelson Mandela en el Constitution Hill de Johannesburgo.

El presidente español firmará sendas declaraciones conjuntas con Ruto y Ramaphosa. Y se desplazará acompañado de un nutrido grupo de empresariosEl motivo oficial del viaje es el de explotar intereses económicos para ampliar las oportunidades de intercambio comercial. Pero la razón de fondo es, a corto y largo plazo, estrechar lazos políticos con dos de los países clave en el continente en la batalla geopolítica.

1.200 millones de jóvenes

Según fuentes oficiales, la preocupación en España y en la UE por la presencia rusa y china en el continente es creciente. Con armas, inversiones e influencia política, desestabiliza la región y suponen focos claros de amenaza.

Hoy en pleno escenario bélico, Europa -y con ella el resto de Occidente- necesita mantener "de nuestro lado" a esos países y, por ello, trata de hacer valer en términos políticos su condición de primer donante global al desarrollo. Y en los próximos años, la UE -y muy principalmente los países que, como España, son frontera en el Mediterráneo- sabe que debe impulsar la institucionalidad y la industrialización de África.

Según las proyecciones demográficas de Naciones Unidas, el continente africano duplicará su población de aquí al año 2050. Es decir, que en menos de tres décadas, pasará de 1.200 millones a 2.400 millones de habitantes, de los cuales la mitad serán jóvenes menores de 25 años.

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Toda esa fuerza de trabajo supone una oportunidad económica incomparable en cualquier otra región del planeta, pero también un desafío para las regiones vecinas.

De ahí que la Unión Europea haya impulsado una estrategia a largo plazo, bautizada como Global Gateaway. La movilización de recursos prevista es cercana a los 200.000 millones de euros para los próximos años, en programas de colaboración público-privada en los que España quiera aprovechar sus ventajas comparativas.

Dos ventajas de España

Dentro de las estrategias ya lanzadas del Plan África, en 2019, y el programa de acción Foco África 2023, Moncloa ha coordinado a los Ministerios del área económica para investigar, identificar e implantar estrategias financieras, comerciales y de inversión. Tanto en el desarrollo puramente económico como en los aspectos sociales, científicos y de género.

Según ha podido saber este periódico, Sánchez prevé anunciar un paquete de ayudas públicas para la exportación e importación, durante una comparecencia institucional este miércoles en Nairobi. Y sobre todo, para la inversión de empresas españolas en Kenia.

El objetivo no es sólo aprovechar oportunidades, sino vencer reticencias ante riesgos reales o que, por desconocimiento, se han detectado en el tejido empresarial español. Los intereses y el campo de trabajo son coincidentes con las oportunidades económicas en el África subsahariana oriental.

Desde Moncloa se hace hincapié en que Kenia y Sudáfrica pueden funcionar como cabeza de puente para el doble objetivo, político y económico, de la visita. Son dos democracias estables y dinamizadoras de sus respectivas áreas de influencia. Además, ambos gobiernos se han mostrado especialmente interesados en estrechar los lazos económicos con España.

Las mismas fuentes destacan que nuestro país tiene dos puntos clave a su favor: por un lado, la similitud de intereses y desarrollo empresarial en campos como la energía, los transportes y el agua; por otro, la imagen de nuestro país, que no está lastrada -como la de otras potencias europeas- por un pasado colonial en el continente.

Sánchez lleva cuatro años largos de gobierno trabajándose un perfil internacional. No sólo dentro de la Unión Europea, sino como adalid del multilateralismo y de los foros "inclusivos". Es decir, con el foco puesto en las dos regiones clave para España: por motivos históricos y culturales, Latinoamérica; y por razones inmediatas de economía y seguridad, África.

El presidente tenía prevista esta gira desde el inicio de su mandato. Pero, primero por la pandemia, y después por la guerra en Ucrania, se ha tenido que ir posponiendo. De hecho, según ha sabido este diario, todo estaba previsto para la vuelta del verano de 2021, pero hubo de aplazarse de nuevo, por la crisis del desalojo occidental de Afganistán.

Kenia resulta un país prioritario al ser un importante polo de estabilidad. El pasado 9 de agosto se celebraron las elecciones en las que Ruto se alzó con la victoria. El proceso fue homologado internacionalmente. Por su parte, Sudáfrica es lo que en Moncloa se llama como un "país ancla" en la región. Como miembro del G-20, estará presente los próximos 15 y 16 de noviembre en Bali... y Ramaphosa se sentará junto a Sánchez, dado el orden alfabético (en inglés) del protocolo por país.

Seguridad nacional

Ambos países están profundamente implicados en los desafíos regionales del continente: desde la crisis de los Grandes Lagos hasta el conflicto interno de Etiopía, pasando por los esfuerzos políticos y militares para pacificar la región de Cabo Delgado en Mozambique, que vive un levantamiento islamista.

Según las fuentes consultadas en Moncloa, Sánchez tratará con ambos presidentes la desestabilización en el Sahel.

La presencia de los mercenarios rusos del Grupo Wagner es una evidencia que ha ido facilitando levantamientos y golpes de Estado, como el reciente en Burkina Faso, y actividades ilícitas de comercio de armas, narcotráfico a gran escala, así como facilitando las acciones de las mafias de la migración ilegal y de la trata de seres humanos.

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Todo esto es una gran preocupación para la Unión Europea y, como país frontera en el Mediterráneo, especialmente para España. Por eso, explican las fuentes oficiales, las estrategias de acompañamiento para la industrialización y la generación de oportunidades de empleo para los jóvenes africanos, así como para la institucionalización en todo el territorio, son los pilares de la estrategia en la que se enmarca esta gira.

Si hay un "porqué" del viaje de Sánchez es que el Gobierno de España ve en su enfoque hacia África una oportunidad económica y una especie de póliza de seguros para la paz y la estabilidad del continente. No sólo está en juego la porción mayor o menor de un enorme pastel económico, sino intereses de seguridad nacional a medio y largo plazo.