Imagen de una manifestación a favor de la Ley Trans.

Imagen de una manifestación a favor de la Ley Trans.

Política LEY TRANS

Feministas afines a Podemos piden vetar al PSOE en el Orgullo por retrasar la Ley Trans

La marcha de Carla Antonelli ha provocado un cisma en el socialismo. Los críticos con Carmen Calvo ya piden a Sánchez que "ponga orden".

19 octubre, 2022 02:59

Pocas iniciativas han provocado una hemorragia tan grande en las tripas del PSOE como la Ley Trans. La revelación de que socialistas y populares pactaron retrasar la tramitación de la norma cinco veces seguidas —dos de ellas durante el plazo de enmiendas parciales— ha provocado una guerra civil entre los socios de Gobierno y reavivado el pulso interno que mantienen las dos facciones de Ferraz. Fuera de los pasillos del Congreso, el movimiento feminista también ha tomado nota. 

La línea más próxima a Unidas Podemos ha convocado este sábado una manifestación para defender la Ley Trans y pedir su tramitación urgente. El acto, organizado por Orgullo Crítico y Plataforma Trans, ha declarado al PSOE "partido non grato" y le invita a no volver a participar en más eventos LGTBI, como el Día del Orgullo, tal y como ya se hizo en su día con Ciudadanos

La última ampliación del plazo del enmiendas ha complicado la ya de por sí difícil tramitación de la Ley Trans, que el Ministerio de Igualdad esperaba aprobar antes de final de año. Con esta prórroga, todo indica que los tiempos se desplazarán a 2023, en medio de la carrera electoral, y que podrían no llegar a nada, a menos que se tomen cartas en el asunto. 

[El pacto de PP y PSOE que aplaza la Ley Trans reabre la guerra entre feministas y subleva a Podemos]

Desde la corriente ortodoxa del PSOE, la más cercana a los postulados de Podemos, ya miran a Pedro Sánchez y le piden que "ponga orden" en el partido para evitar una guerra civil en plena recta final de legislatura. Fuentes parlamentarias y de Moncloa coinciden en que "el Gobierno [socialista] está comprometido con la ley que aprobó".

Esta última frase se refiere a que el texto de la ley, al contrario de lo que ocurre con la de vivienda, no se ha cambiado desde que PSOE y Unidas Podemos lo rubricaron a finales de 2019, durante el informe de la ponencia en la anterior legislatura.

El principal problema que hubo entonces es el mismo que ahora vuelve a aparecer: la autodeterminación de género, que permite a una persona reconocerse en uno u otro género sólo con su palabra. La negociación por incluir este apartado duró meses y no se zanjó hasta que Pedro Sánchez intervino en favor de los morados. Y contra Carmen Calvo, que salió del Gobierno apenas un mes después.

"De aquel texto no se ha cambiado ni una coma. Hubo muchas condiciones y fue un acuerdo de mínimos, pero se aprobó", concreta una fuente del ministerio. "No entendemos que lleguen ahora las dudas".

[Carmen Calvo se ausenta del debate de la Ley Trans y el PSOE teme que lidere la oposición a la norma]

Nadie en Unidas Podemos oculta su disgusto. Desde hace unos días la formación morada viene advirtiendo de la intención socialista de prorrogar la tramitación de la ley. Este mismo martes la titular de Igualdad, Irene Montero, calificaba de "mala notica" el pacto entre PSOE y PP para retrasarla.

"No podemos hacer esperar más a las personas trans y a la comunidad LGTBI para que sus derechos sean ley, sin un solo derecho menos. Este es el compromiso del Gobierno", ha compartido. El proyecto de Ley Trans es uno de los objetivos estrella que tiene Unidas Podemos antes de acabar la legislatura.

Cisma socialista

En realidad, las dudas nunca se fueron. Una parte del PSOE rechazaba entonces y aún sigue oponiéndose a la autodeterminación. Defienden, como defiende Calvo, que las personas trans deben aportar ciertas pruebas —médicas— de que lo son de manera estable para cambiar legalmente su identidad de género. 

Por otro lado, también hay voces más próximas a las tesis que defiende Unidas Podemos. De hecho, la decisión de parte de la Mesa del Congreso de ampliar los plazos de tramitación y retrasar la ley —presuntamente, para preparar una enmienda— provocó que la histórica militante socialista Carla Antonelli, la primera y única diputada trans, anunciara este martes su baja del PSOE.

"La división es total hasta en el grupo parlamentario, no se tiene nada claro", resume un diputado socialista sobre la situación interna. La versión oficial de Ferraz, no obstante, defiende que el partido necesita "un poco más de tiempo" para "conseguir los votos suficientes", en palabras de la secretaria general en el Congreso, Isaura Leal. 

Ahora bien, dado que la Ley Trans está tramitada por la vía de urgencia, los aplazamientos duran sólo una semana. Así lo reclamó el Ministerio de Igualdad y así lo aceptó en un primer momento el sector socialista del Gobierno, que ahora duda de que fuera una buena idea. En Unidas Podemos temen que la situación de este martes se convierta en el día de la marmota. 

"De lo que tenemos miedo es de que estemos todas las semanas igual. Hay precedentes de leyes que se admiten a trámite y terminan caducando porque la Mesa [del Congreso] las aplaza todas las semanas", señala una fuente de la formación.

Y eso sin entrar en qué pasaría si el PSOE presenta una enmienda, "que entonces la ley dependería del PP".