La gran duquesa María Romanovna y su hijo, el gran duque Jorge Romanov, son los herederos al trono de Rusia.

La gran duquesa María Romanovna y su hijo, el gran duque Jorge Romanov, son los herederos al trono de Rusia. Cedida por los entrevistados

Política ENTREVISTA

Los Romanov, entre Moscú y Madrid, sobre la guerra: "Rusia y Ucrania son una sola patria espiritual"

La gran duquesa María Romanovna y su hijo, el gran duque Jorge Romanov, son herederos al trono ruso. En esta entrevista, analizan el devenir de su país.

27 marzo, 2022 01:53

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Si veinte años, en el tango, no son nada; cien, en la Historia, tampoco. Un siglo es un parpadeo. Una revolución, a fin de cuentas, dura lo que dura una cuchillada. Los Romanov gobernaron Rusia hasta anteayer. Y teniendo en cuenta que la trilogía 2020, 2021 y 2022 resulta pura fantasía, podrían volver a hacerlo mañana. Viajemos al futuro. O al pasado. ¡A los dos sitios!

Es fin de semana. Es tiempo, ahora que el periódico pinta más largo y que el lector tiene más calma, de hacerse preguntas: ¿qué pasaría si los descendientes de los zares volvieran al trono? ¿Qué harían con la guerra de Ucrania? ¿Condenan la invasión? Es más, ¿la habrían llevado a cabo? ¿Cuál es la ideología de las ramas del árbol genealógico sobrevivido a Rasputín? ¿Qué tal se llevan con Putin? ¿Estarían dispuestos a mandar si les llegara la oportunidad? Y lo más importante: ¿a qué Romanov le toca el turno?

La primera pista la encontramos en la boda del Gran Duque Jorge, hijo de la Gran Duquesa María. Se celebró en San Petersburgo el año pasado. Era el primer enlace matrimonial de la dinastía celebrado en Rusia después de la revolución bolchevique. Conviene aclarar que son ellos, María y Jorge, los pretendientes legítimos. Porque con los Romanov ha ocurrido lo que con el carlismo: florecen candidatos por todas partes

Después de que un experto nos aclare que la gran duquesa María y el gran duque Jorge son "los Romanov de verdad", nos lanzamos a ello. Se equivoca quien piense que la Casa Imperial no existe. Para lograr la entrevista pasamos dos filtros –"hemos remitido la propuesta a sus altezas"–: primero el de Irina, la secretaria; y después el de Sergei Gavrilov, una especie de jefe de gabinete. Ya estamos aquí. Hablan los Romanov. Hablan… por escrito. Es el único modelo de entrevista aceptado por los zares.

"Dispuestos para servir a nuestro país" 

"Siempre estamos listos para servir a nuestro país de la mejor manera que podamos", saludan la gran duquesa María y el gran duque Jorge. Ella desde Madrid. Él, desde Rusia. Cuando Lenin y compañía asesinaron a Nicolás II y su familia, el legado pasó a su primo Kirill Vladimirovich. De ahí descienden los aquí presentes. 

Decía Spiderman que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Algo parecido esbozan los Romanov de 2022: "Ser jefes de una familia como ésta no es para nosotros un fruto deseable, sino un deber que conlleva unas responsabilidades importantes".

La ley que rige la Casa Imperial, promulgada originalmente por el emperador Pablo en 1797, permite que una mujer sea la heredera en caso de que no haya heredero varón. Como es el caso. La gran duquesa María Romanovna encarna el derecho al trono. Después lo hará su hijo Jorge. 

–¿Tienen la esperanza de volver a reinar alguna vez? 

–Para nuestra Casa, lo importante es mantener la continuidad histórica. Llevamos tres décadas trabajando en proyectos culturales, sociales e históricos que son importantes en la Rusia de hoy y en todas aquellas regiones que formaban parte primero del Imperio ruso y de la URSS después.

Ojo, que entramos ya en terreno delicado. Si los Romanov dedican hoy sus esfuerzos no sólo a Rusia, sino a todas las naciones que un día formaron parte del imperio, como por ejemplo Ucrania, ¿es porque creen que deberían volver a integrar una sola nación?

Se lo preguntamos directamente, pero no entran al trapo con la primera respuesta. Luego habrá más ocasiones. Y acabarán entrando, pero no hagamos spoilers. De momento, dicen: “La Rusia postsoviética está muy interesada en sus raíces porque, durante años, todo lo que fue Rusia antes de 1917 se borró completamente. A partir de 1991, la curiosidad hacia el pasado volvió con fuerza”.

Eso sí, luego advierten: "La Historia no terminó con la revolución bolchevique, sólo se cambió el formato de participación de los Romanov en la vida actual de Rusia". Relajamos el cuestionario para luego regresar a ese asunto.

La gran duquesa María Romanovna vive en Madrid.

La gran duquesa María Romanovna vive en Madrid. Cedida por los entrevistados

Un poco de biografía. La gran duquesa María Vladimirovna Romanovna, según la Wikipedia, tiene 68 años. Nació en Madrid un 23 de diciembre de 1953. Profesa el cristianismo ortodoxo ruso. La gran duquesa María Vladimirovna Romanovna, según los retratos que nos facilita la Casa Imperial, es una mujer elegante, envuelta en una túnica rosa, de gesto serio.

No pudo viajar a Rusia hasta los años noventa, tras la caída de la URSS. Habla español, francés, ruso e inglés. Dicen que puede leer alemán, italiano y árabe. Estudió Historia y Literatura en Oxford.

Vamos con el gran duque Jorge, que sabe montar a caballo, lleva la barba perfectamente arreglada y porta, como dios manda, pañuelo en la solapa. Lo cuenta él mismo: "En nuestra casa, siempre se habló ruso y fui criado en la fe ortodoxa. Conocí y aprendí la Historia de la familia y de nuestros antepasados. Estudié en el Saint Stanislaus College de París, después en un colegio inglés en Madrid. Finalmente, en la Universidad de Oxford, como mi madre". Paralelamente, tanto una como otro tuvieron profesores particulares que potenciaron su formación rusa.

–¿De qué viven hoy?

–Yo, el gran duque, y mi esposa vivimos en Moscú desde hace cuatro años, donde dirigimos dos fundaciones de caridad. Como cada pareja de nuestra edad –rondan los cuarenta–, llevamos una vida normal, de trabajo, a la que se suman algunos viajes oficiales en Rusia, exrepúblicas soviéticas y el extranjero. 

La gran duquesa María colabora con las fundaciones, pero ya está jubilada. Se equivoca quien piense que los Romanov de hoy viven del cuento. Además de su exquisita formación, han trabajado en importantes empresas. El gran duque Jorge trabajó en Bruselas, en el Parlamento Europeo y en la agencia atómica de la UE. Después dirigió una importante empresa de materias primas en Londres y fue el CEO de una gran corporación en Suiza.

El Gran Duque Jorge y su esposa Victoria Romanovna Bettarini, en una imagen reciente.

El Gran Duque Jorge y su esposa Victoria Romanovna Bettarini, en una imagen reciente. Cedida por los entrevistados

En la boda antes mencionada, el gran duque Jorge contrajo matrimonio con Rebecca Bettarini, hija de un embajador italiano, escritora y empresaria, que ahora se llama Victoria Romanovna Bettarini. Se ha convertido a la fe ortodoxa.

En algunos medios se publicó que sus libros pertenecían al género de la novela erótica. Ella misma lo niega con estas líneas: "Hay amor en su trama, pero son thrillers, historias detectivescas basadas en mi experiencia vivida en distintos países".

–¿Pueden circular por Rusia con normalidad?

–Tenemos pasaportes rusos y somos, oficialmente, ciudadanos rusos desde que el presidente Yeltsin nos otorgó esa ciudadanía hace treinta años. 

–Tan sólo un 17% de los rusos, según las encuestas, estarían a favor de restablecer la monarquía. ¿Cuál es su programa político? ¿Cómo convencerían al pueblo? 

–La monarquía no es política. Es una institución que da continuidad histórica a un pueblo y a un país. Esta Casa Imperial nunca ha intentado forzar su vuelta y no se ocupa de la política. No es nuestra misión. Queremos ayudar a nuestros compatriotas a conocer su Historia, sus raíces, y ayudarles también a través de nuestras fundaciones. Ayudamos a más de 1,5 millones de familias al año. Eso significa ser un Romanov.

La guerra en Ucrania

Ahora, sí. Vamos de nuevo con la guerra en Ucrania.

–¿Cuál es su concepción de lo que está sucediendo?

–Los rusos y los ucranianos son hermanos. Llevan cientos de años de Historia en común. La misma religión, la misma cultura, los mismos valores. Un tercio de los rusos tiene familia en Ucrania y viceversa. Lamentamos los acontecimientos y nos solidarizamos con todas las víctimas. La identidad rusa se generó hace mil años en Kiev, y no en Moscú. En 1054 nació “el Rus de Kiev”, un estado eslavo que incluía territorios que hoy no forman parte de Rusia, como Ucrania, Bielorrusia, Estonia, Polonia, Lituania, Letonia… 

Esa era la respuesta del gran duque Jorge. Su madre, la gran duquesa María, añade: "Reconocemos la soberanía de Ucrania y de todos los Estados que surgieron tras el colapso de la URSS. Pero, en nuestra opinión, todos los países cuyos territorios formaron parte del Imperio ruso pertenecen a un solo espacio civilizatorio, a una sola Patria en el más alto sentido espiritual y cultural de la palabra".

El Gran Duque Jorge y su esposa, a caballo.

El Gran Duque Jorge y su esposa, a caballo. Cedida por los entrevistados

Los Romanov, podemos resumir, ayudan con sus fundaciones a todos los territorios que conforman el Imperio ruso. De alguna manera, por lo menos en un sentido cultural, trabajan como si todavía siguiera existiendo. Dicen reconocer "la soberanía de Ucrania", pero hablan de "la misma Patria espiritual". "Consideramos el conflicto armado entre rusos y ucranianos tan antinatural y monstruoso como el exterminio entre miembros de una misma familia", inciden.

–Si los Romanov reinaran hoy, ¿invadirían Ucrania?

–La Historia no vuelve hacia atrás. Entristece ver que estos problemas se generaron sucesivamente a la caída del Imperio ruso.

–Tras leer sus respuestas, creo que no queda nada claro. Dicen que respetan la soberanía de los países surgidos tras la caída de la URSS, pero afirman que Ucrania y Rusia forman parte de la misma patria espiritual. ¿Piensan, por tanto, que deberían constituir un mismo país? 

–En varios momentos de la Historia, Rusia y Ucrania han estado mucho más cerca que ahora. Tienen muchos siglos de convivencia y compenetración. Las dos naciones deben encontrar una solución para mantener esos lazos históricos. Pero los métodos para lograrlo son responsabilidad de los gobernantes actuales.

–¿Condenan la invasión de Ucrania?

–De nuestra propia experiencia sabemos que la información puede ser presentada de modos muy diferentes. En Rusia, por ejemplo, la operación militar en Ucrania se llama "operación especial para la desnazificación y la desmilitarización". En ese caso, ¿hay que condenar o apoyar lo que está pasando? El problema es la falta de información verdadera en el mar de ruido informático que nos rodea. Lo único que podemos aconsejar es que la gente sea crítica con lo que ve y lo que escucha, y saque sus propias conclusiones en vez de sumarse ciegamente a la visión popular, cualquiera que sea esa visión. 

–¿Cuál es la solución a esta guerra?

–Los problemas siempre se resuelven con negociaciones en las cuales se tomen en cuenta los intereses de todos los involucrados y se llegue a un compromiso aceptable para todos. En Europa ha habido centenares de guerras, incluso civiles, durante 2.000 años. Los problemas que no se resolvieron en la Primera Guerra Mundial volvieron a aparecer. 

–¿Conocen a Vladimir Putin?

–Poco. Lo hemos visto alguna vez en eventos históricos, como el bicentenario de la batalla de Borodino. 

–¿Y qué les dijo?

–Fueron saludos cortos en eventos oficiales. Preguntas y respuestas protocolarias.

–Hay quien dice que Putin se inspira en la URSS. Otros aseguran que quiere parecerse a un zar. ¿Cuál es su análisis? 

–Eso son simplificaciones. En Occidente, siempre se dice que todos los presidentes rusos son zares. En Rusia nunca nadie dice eso. Cuando un periodista extranjero pregunta eso a un presidente ruso, éste siempre responde que gobiernan un Estado republicano. Cada presidente ha hecho su trabajo a través de su propia comprensión de la realidad, sin querer restaurar tal o cual sistema del pasado.

–¿Qué mensaje les gustaría transmitir al pueblo ucraniano? 

–Paz. Rusia y Ucrania están entrelazadas por la Historia y la memoria.