Yolanda Díaz en su toma de posesión como vicepresidenta tercera del Gobierno. Detrás, el presidente Pedro Sánchez.

Yolanda Díaz en su toma de posesión como vicepresidenta tercera del Gobierno. Detrás, el presidente Pedro Sánchez. EP

Política CRISIS EN EL GOBIERNO

Yolanda Díaz se reúne con Sánchez para quejarse del ninguneo y avisarle de que "la coalición no aguanta"

El último lunes de junio, la vicepresidenta tercera se reunió con el presidente en Moncloa para transmitirle que "el Gobierno empieza a romperse".

7 julio, 2021 03:30

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El pasado lunes 28 de junio, Yolanda Díaz tuvo una reunión cara a cara con el presidente, Pedro Sánchez, en Moncloa. María Jesús Montero dice que ella no ha visto "a ningún ministro de Unidas Podemos decir que el Gobierno se rompe", pero es que el mensaje se dio en privado. En esa cita a dos de hace nueve días, según ha podido saber este periódico, la vicepresidenta tercera transmitió al presidente su impresión de que las cosas no marchan bien, sus quejas por el ninguneo al que somete el PSOE a Unidas Podemos y le avisó de que, así, "la coalición no aguanta".

El primer día de la semana suele ser en el que se juntan los principales líderes del Gobierno y el jefe de Gabinete de Presidencia, Iván Redondo, para la reunión de maitines. En ella, se diseña la semana comunicativa y políticamente, a la vista de agendas y calendarios. Cuando los líderes de las dos formaciones del Ejecutivo de coalición estuvieron solos, Díaz tuvo ocasión de repasar la situación con Sánchez.

Unidas Podemos quiere negociar ya los Presupuestos, pero en Hacienda no tienen prisa y emplazan a los morados al verano, según fuentes socialistas, después de cerrar el techo de gasto "a finales de julio". Pero es que los morados quieren tener voz también en esto, porque reclaman que el Estado pueda gastar "más o menos lo mismo" que en 2021, "algo imposible" según el PSOE.

Las discrepancias entre PSOE y Unidas Podemos

Díaz, titular de Trabajo, quiere subir el Salario Mínimo ya en agosto. Y quedó con el presidente a negociarlo mano a mano, según indica su entorno. Pero la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, pone en duda incluso que se pueda abordar siquiera al inicio de 2022: "Veremos como evoluciona el empleo en la segunda mitad del año, y en función de la evolución decidiremos".

La formación morada reclama aplicar ya la reforma fiscal acordada en el pacto de coalición y que se postergó por la pandemia. Según explican portavoces de la confluencia, "el mercado de trabajo está en cifras récord, la recuperación económica es sólida y los fondos europeos van a favorecer a grandes corporaciones": Y esos son motivos para que "la justicia fiscal se aplique ya, cuanto antes", en los Presupuestos de 2022.

Es más, ponen de ejemplo el acuerdo de la OCDE para implantar un suelo del 15% en el impuesto de sociedades a nivel global. Según Unidas Podemos, España podría ser pionera y "dar ejemplo". Pero Calviño tampoco lo ve, y considera más lógico esperar a un acuerdo a nivel europeo, para evitar fugas de grandes empresas...

RTVE, detonante

Entretanto, la ley de Vivienda sigue estancada, y tanto no continuado, sumado a la sospecha de que la alianza en RTVE del PSOE consejeros con los del PP y del PNV "puede ser antesala" de otros pactos con los populares, como en el CGPJ, que los dejen fuera, ha hecho estallar a los socios minoritarios del Ejecutivo.

Las cosas están muy tensas en la coalición, y en la parte morada consideran que "el Gobierno se está empezando a romper, esta vez sí".

En Unidas Podemos entienden que el lado socialista del Gobierno ha aprovechado el "nuevo talante" de la heredera de Pablo Iglesias en el Gobierno, la vicepresidenta tercera, cuyo entorno más cercan, efectivamente, trata de quitarle hierro a las tensiones: "La reunión fue muy positiva, muy larga y abordaron todos los temas que afectan a la coalición". Añaden, además, los éxitos de las últimas semanas como ejemplo de "buena relación", porque "se avanza en muchas cuestiones".

Pero la sensación entre la cúpula es que Sánchez ha aprovechado para "ningunear" a los morados, también, en el periodo de interinidad hasta la elección de su sucesora en Podemos -la ministra Ione Belarra- y sacarlos de las grandes decisiones, ganarles terreno político y cambiar de aliados en la gobernanza de RTVE.

Éste ha sido el detonante para que Díaz se decidiese a transmitirle a Sánchez la gravedad de la situación. Pero las tensiones acumuladas vienen de atrás.

Iglesias salió del Gobierno a finales de marzo y, desde entonces, Díaz ha tratado de evitar los enfrentamientos públicos con el socio socialista. En estos tres meses, su formación ha logrado alguna victoria, como la ley Trans y la del sólo sí es sí. Pero los mismos morados saben que ambos han sido más un triunfo de los colectivos "empujado desde la calle" -y amenazando con boicotear al PSOE en el Orgullo- que producto de su insistencia.

Por el contrario, se han encontrado con varios desplantes y anuncios del presidente que no habían sido ni consultados ni siquiera comunicados previamente al socio de coalición.

Entre los primeros, la incomunicación de los movimientos de Moncloa en el ERE de CaixaBank -después de, además, haberse enterado "por la prensa" de su fusión con Bankia-. O el más grave, la filtración de una inminente crisis de Gobierno en la que el presidente estaría planteándose reducir ministerios a los morados. Díaz le advirtió en esa reunión a Sánchez que si pretende tocar departamentos morados, habrá que renegociar toda la estructura del Ejecutivo, que así lo dice el pacto de coalición.

Entre los segundos, por ejemplo, la bajada del IVA de la electricidad -bandera podemita desde hace años- o la fecha definitiva en la que los indultos -que empujó Iglesias cuando seguía en el Ejecutivo- irían al Consejo de Ministros.

Agotar legislatura o "la coalición ya se rompe"

Además, Díaz presentó sus quejas por el "secuestro de ministerios" como el de Igualdad, al que ni siquiera se le ha permitido subir sus proyectos a la plataforma virtual, la red interna del Gobierno para intercambiar los textos legales sobre los que se está trabajando.

De todo ese malestar acumulado dijo Montero no saber nada. "Díaz, Belarra, Montero, Garzón, Castells... todos son conscientes de que la voluntad es agotar la legislatura y terminar proceso de reformas. Si algo nos falta es tiempo".