Pablo Iglesias durante la sesión de control al Gobierno de este martes.

Pablo Iglesias durante la sesión de control al Gobierno de este martes. Efe

Política

Iglesias insinúa que el ministro de Justicia es un "machista frustrado"

El desarrollo de la ley de libertades sexuales ha estado envuelto en la polémica por las discrepancias entre los distintos ministerios del Ejecutivo.

3 marzo, 2020 19:48

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El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha considerado que en las "excusas técnicas" que se han planteado a la ley de libertad sexual "hay mucho machista frustrado" y ha recalcado que las diferencias que ha habido en el Ejecutivo sobre esta norma se deben resolver a puerta cerrada.

El secretario general de Podemos se refería a las discrepancias surgidas entre el Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero y el departamento que encabeza Juan Carlos Campo, que tumbó el borrador inicial de la ley del solo sí es sí.

"Hoy se ha presentado una ley, que no es una victoria del Gobierno, es una victoria de las mujeres y del movimiento feminista en este país", ha dicho el también líder de Podemos en declaraciones en el Senado, donde esta tarde ha asistido al pleno de control al Gobierno.

Iglesias, sobre la nueva ley contra la violencia sexual: “Hay mucho machista frustrado” Atlas

Tras subrayar que ha costado mucho trabajo llegar a una ley como la que se ha presentado este martes, Iglesias ha insistido en que "las discrepancias se tienen que resolver a puerta cerrada". Ha indicado además, sin citar nombres, que en las excusas técnicas que se han planteado a este proyecto legislativo "hay mucho machista frustrado".

"Las mujeres están de enhorabuena y este 8 de marzo las mujeres van a poder celebrar que, por fin, hay una ley que convierte a España en un país de referencia democrática en la defensa de los derechos de las mujeres y que asume las políticas feministas como políticas de Estado", ha dicho.

Hasta ahora, según Iglesias, a las mujeres se les ha puesto muchas excusas que, históricamente, han sido una manera de "limitar y tratar de detener el avance del movimiento feminista".

Su reacción se produce tras la aprobación, por parte del Consejo de ministros, del anteproyecto de la ley orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, una norma cuyo desarrollo ha estado envuelto en la polémica por las discrepancias entre los distintos ministerios que conforman el Ejecutivo.