Una mancha de sangre en El Casar de Escalona (Toledo) donde este lunes se ha producido tiroteo entre la Policía y una banda de narcotraficantes.

Una mancha de sangre en El Casar de Escalona (Toledo) donde este lunes se ha producido tiroteo entre la Policía y una banda de narcotraficantes. Efe

España NARCOTRÁFICO

La guerra contra el 'narco' se endurece: un sicario muerto en Toledo mientras el policía de Isla Mayor sigue en la UCI

"La situación es cada vez más peligrosa", admiten fuentes de la lucha contra el narcotráfico a EL ESPAÑOL.

Más información: El narco exhibe su violencia, un policía en estado crítico en Sevilla: "Usan armas de guerra y no tienen miedo a disparar"

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Las claves

Un tiroteo durante una operación del GEO en El Casar de Escalona (Toledo) contra una banda de sicarios dominicanos terminó con un muerto y dos heridos entre los criminales.

El objetivo de la banda era secuestrar a un miembro de otro grupo de narcos para exigir el pago de un alijo; los sicarios abrieron fuego al verse rodeados por la policía.

En menos de 72 horas, otro grave ataque dejó a un agente del Greco en la UCI tras recibir dos disparos durante una operación antidroga en Isla Mayor (Sevilla).

Las fuerzas de seguridad alertan de una escalada de violencia y del uso de armas de guerra por parte de los narcotraficantes, especialmente en el sur de España.

El tiroteo mortal en una operación del GEO de la Policía Nacional en Toledo contra un grupo de sicarios dominicanos dos acabaron heridos, uno de ellos muerto refleja cómo la guerra contra el narco se endurece con un incremento en la escalada violenta.

"La situación es cada vez más peligrosa", admiten fuentes de los mandos del Ministerio del Interior a EL ESPAÑOL. "Necesitamos más medios y capacitación, y el cambio en el principio de autoridad". 

Lo señalan tras un fin de semana especialmente convulso: al tiroteo mortal de Toledo se suma, en menos de 72 horas, el grave ataque a un agente del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco).

El policía terminó en la UCI, donde permanece ingresado, tras recibir dos disparos de un clan de Isla Mayor (Sevilla) en una operación contra el narcotráfico en el Guadalquivir.

"Es evidente que han subido un peldaño el nivel de violencia. No es una buena señal, y eso lo sabemos todos", continúan estas mismas fuentes.

En el caso de Toledo, la Policía Nacional y la Guardia Civil actuaron junto al GEO en una de las operaciones más delicadas de los últimos tiempos. El grupo de élite logró resolver la situación sin heridos entre sus agentes.

El objetivo, según fuentes judiciales, era una banda de narcos dominicanos dedicados a los secuestros, los vuelcos a otras organizaciones y a las extorsiones, así como el sicariato.

Afincados en el norte de España, concretamente en Asturias, no tenían problema en moverse por todo el territorio para perseguir a diversos objetivos y saquear a organizaciones rivales.

Los investigadores, que llevaban tiempo tras ellos, sabían que su siguiente golpe sería un secuestro que perpetrarían en Toledo. Siguieron su rastro hasta la localidad de El Casar de Escalona (Toledo).

Los hechos ocurrieron poco antes de las 20:00 horas de este domingo. Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional les habían seguido el rastro hasta este lugar.

La intención de los dominicanos era secuestrar a un miembro de otro grupo de narcos para obligarles al pago de un alijo. Cuando estaban llegando a la vivienda localizada por los investigadores, dos vehículos policiales les cerraron el paso. 

Una vez se vieron rodeados, los sicarios y narcos abrieron fuego contra los GEO, que se vieron obligados a responder con sus armas reglamentarias.

Fruto del tiroteo, tres integrantes de la banda fueron alcanzados por proyectiles. Uno de ellos murió, pese a que los agentes intentaron reanimarle. Un cuarto sufrió convulsiones tras ser arrestado. 

Escalada del crimen organizado

Este episodio, sumado al de Isla Mayor, evidencia la creciente escalada de violencia de los narcotraficantes en toda España, pero especialmente en el sur, en la zona de Andalucía, puerta de entrada de hachís y cocaína hacia Europa.

"Usan armas de guerra, ya no tienen miedo a disparar".

Ante la mayor disponibilidad de armamento de gran calibre en el mercado negro, los traficantes de droga adquieren AK-47 y ametralladoras.

Al mismo tiempo, el incremento del número de organizaciones y la abundancia de droga en el mercado provocan más vuelcos, robos y extorsiones.

Hace tan solo unas semanas, dos narcotraficantes de la provincia de Huelva fueron detenidos tras matar con su narcolancha a un policía portugués en el Guadiana, durante una operación antidroga en la que también participaba la Guardia Civil. 

Hace apenas un mes y medio, como publicó en exclusiva EL ESPAÑOL, un error judicial propiciaba la puesta en libertad del primo del capo más temido de la peligrosa Mocro Maffia de Holanda. 

A su cargo estaban los sicarios que trataron de matar a Alejo Vidal-Quadras o quien tuvo bajo amenaza durante años a la princesa de Países Bajos.

Lo que está pasando lo resumió hace unos días, con una sola frase, Rosana Morán, la fiscal jefa de la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional: "España debe reconocer que tiene un problema de delincuencia organizada".