Uno de los detenidos en la operación.
La mafia del Tren de Aragua quería infiltrar a sus miembros entre los exiliados venezolanos y crear su estructura en España
Este grupo ha sido considerado una amenaza para la seguridad nacional en Chile y Colombia, según señalan fuentes de la investigación.
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El Tren de Aragua, la organización criminal más temida y violenta de Venezuela, se había empezado a hacer fuerte en España, y tenía intención de seguir incrementando sus filas en Madrid y Barcelona.
Para ello, había empezado a utilizar la diáspora venezolana con el fin de infiltrar a sus miembros en territorio nacional.
La Policía Nacional ha conseguido frenar ese avance. El Tren de Aragua, según señalan fuentes de la investigación a EL ESPAÑOL, ha puesto en jaque a países como Chile o Colombia, hasta el punto de ser considerada como una amenaza para la seguridad nacional.
En esos países, la Policía cuenta con gran experiencia en la lucha para su desarticulación. Por ello, la Comisaría General de Información (CGI) contactó con los especialistas latinoamericanos para tratar de atajar el problema de raíz y enviar "un aviso para navegantes".
A ese primer clan del Tren de Aragua desmantelado en España, en una operación dirigida por la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional, pertenecían algunos de los más importantes integrantes de la banda a nivel mundial, entre ellos el hermano del líder.
Ya habían conseguido, en los dos últimos años, introducir a decenas de miembros, y tenían la intención de incrementar su capacidad de actuación enviando a nuevos peones desde Venezuela.
Para ello, aprovechaban las facilidades con las que cuentan las decenas de miles de compatriotas que han tenido que huir del régimen de Nicolás Maduro.
Hacía dos años que se habían hecho fuertes aquí. Por fortuna, la investigación de la Policía ha logrado atajar su instalación en un momento "embrionario". Su actividad se circunscribía a las zonas de Cañaveral, en Madrid, y del Raval y Arco del Triunfo en Barcelona.
Los responsables a nivel mundial de la organización echaron mano de jóvenes: "Todos los detenidos tenían entre 18 y 25 años". Entre ellos hay un español y un colombiano. El resto son venezolanos, entre ellos los cuatro que han ingresado en prisión provisional por orden de la Audiencia Nacional.
Fruto de la investigación, los agentes detectaron un entramado en diferentes partes del territorio nacional que se financiaba principalmente del tráfico de drogas, especialmente tusi y cocaína.
La célula tenía una distribución jerarquizada. El líder contaba con un lugarteniente con el que dirigía dos subestructuras que llevaban a cabo la actividad ilícita a nivel nacional.
Los arrestados se dedicaban al cocinado de tusi en el interior de sus propios domicilios y a su posterior distribución para financiarse, pero también al tráfico de cocaína que almacenaban previamente.
Por qué el éxodo a España
Después de que Estados Unidos haya declarado "organización terrorista" al Tren de Aragua, su cúpula emprendió la búsqueda de nuevos lugares de asentamiento, debido a la presión de las autoridades norteamericanas.
En enero del pasado año Ecuador les catalogó de la misma forma, al igual que Perú y Argentina.
Por eso, Policía y Guardia Civil llevan más de un año colaborando con el FBI para seguir el rastro a delincuentes venezolanos, salvadoreños o de otros lugares de Latinoamérica que acaban en las filas de estas organizaciones y que ahora pueden recalar en España.
Nuestro país, señalan esas fuentes del Ministerio del Interior, es y será uno de los objetivos para estas bandas.
Al redoblarse en Estados Unidos la persecución contra los integrantes de esta organización, sus líderes han buscado nuevos territorios en los que hacerse fuerte.
Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil siguen muy de cerca los movimientos de esas organizaciones, y están en contacto estrecho con la inteligencia estadounidense y los expertos latinoamericanos en la materia.
"El fenómeno de las maras puede ser un factor desestabilizador de la seguridad. Su negocio es la violencia. Si se las deja organizarse y estructurarse, sería mucho más difícil atacarlas y desarticularlas. Hay que atajarlas de raíz", señala un mando que ha participado en esta investigación.
El Tren de Aragua nació en la cárcel de Tocorón, en Venezuela. Su fundador fue Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias El Niño Guerrero.
La banda se extendió y ha causado graves delitos y desequilibrios más allá de las fronteras de Venezuela.
Los especialistas en esta clase de amenazas contra la seguridad nacional señalan que ésta no es ni la punta del iceberg de lo que se viene con el Tren de Aragua. Habrá más operaciones en los próximos años porque España se ha convertido en un objetivo para esta megabanda con capacidad para desafiar a los Estados.
De ahí el interés de la Policía Nacional de extirpar este tumor antes de una irremediable metástasis.