Celda de Instituciones Penitenciarias en la que tuvo lugar un incidente violento el pasado año.

Celda de Instituciones Penitenciarias en la que tuvo lugar un incidente violento el pasado año. EL ESPAÑOL

España INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

Interior ha relajado las medidas a 1.098 reos violentos en 4 años: funcionarios de prisiones de todo el país salen hoy a la calle

En la actualidad hay 390 reclusos en primer grado en las cárceles españolas cuando hace siete años, en 2018, había 995.

Una manifestación de funcionarios de prisiones llegará hoy a las puertas del Congreso para protestar por las condiciones en las que tienen que trabajar.

Más información: Interior tenía en un módulo de respeto al agresor sexual de una psicóloga penitenciaria pese a ser un violador reincidente

Publicada
Actualizada

El Ministerio del Interior, a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ha rechazado en los últimos cuatro años un total de 1.098 propuestas de clasificación de presos violentos en primer grado, el régimen más severo de cumplimiento de condena dentro de las cárceles españolas.

Esta medida se ha tomado con la oposición de las Juntas de Tratamiento de los centros penitenciarios.

El número de primeros grados en las cárceles ha ido descendiendo progresivamente al mismo ritmo que aumentaban las agresiones a funcionarios. En gran medida, debido a la filosofía imperante en los últimos años en el sistema penitenciario, según denuncian las víctimas.

Y la situación en las cárceles españolas es cada año más convulsa que el anterior. En 2024, los funcionarios fueron víctimas de 504 agresiones. Se trata del segundo peor dato desde que hay registros.

Las cifras de las que disponen los funcionarios sugieren que 2025 discurre por el mismo camino.

Este martes habrá una manifestación de funcionarios de prisiones para protestar precisamente por las condiciones en las que trabajan. Convocada por el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), partirá desde Ferraz, donde está la sede del PSOE, pasará por la sede de Instituciones Penitenciarias, en la calle de Alcalá, y llegará hasta las puertas del Congreso.

En cuanto a la clasificación en primer grado, los datos oficiales a los que ha accedido EL ESPAÑOL revelan que, entre 2022 y agosto de 2025, se presentaron 3.297 propuestas para presos altamente conflictivos en las prisiones de todo el país. De ellas, el 33,3% fueron denegadas por Prisiones.

En 2022 se rechazaron el 40,2% de las propuestas (325 de 808), frente al 26,3% de 2024 (235 de 894).

En el año 2023, Instituciones Penitenciarias rechazó enviar al régimen más restrictivo de las prisiones a 330 presos (el 33,7% de las peticiones).

En 2024 fueron 235 los primeros grados rechazados (un 26,2%). En lo que va de 2025, los rechazos vuelven a repuntar, con un 33,8% (208 de 616).

El primer grado penitenciario supone un régimen de vida de máxima seguridad, reservado para internos especialmente conflictivos o peligrosos, que permanecen aislados en módulos de control especial.

Las Juntas de Tratamiento, integradas por profesionales de cada prisión, elevan sus propuestas al órgano central de Instituciones Penitenciarias, que es quien tiene la última palabra.

Precisamente, tal y como ha revelado EL ESPAÑOL, la artífice de que en las cárceles españolas se clasifiquen cada vez menos reclusos en régimen de primer grado, el más restrictivo en el ámbito carcelario, será premiada esta misma semana por Marlaska.

Lourdes Gil ha sido la encargada de gestionar y firmar las resoluciones de primer grado y régimen cerrado y la persona que en los últimos años ha decidido las resoluciones contrarias a la aplicación del régimen cerrado.

Según las fuentes consultadas en Interior, Gil es la encargada de llevar la política del régimen cerrado con las cárceles y quien ha impulsado e incentivado no aplicar el artículo 75 del Reglamento Penitenciario, que es el que especifica las limitaciones regimentales para los internos.

Es ella quien debe orientar en Prisiones para que no se soliciten primeros grados, un régimen penitenciario que se ha ido arrinconando a lo largo de las legislaturas en las que ha gobernado Pedro Sánchez.

A finales del año 2018, según datos del Ministerio del Interior, había 995 internos en toda España en el llamado régimen cerrado.

En tres años, se redujeron a 480. En parte, debido a la nueva política penitenciaria diseñada para el acercamiento de los terroristas de ETA a cárceles vascas.

Actualmente, según los datos en poder de EL ESPAÑOL, tan solo hay 390 reclusos en ese régimen en las cárceles de toda España (374 hombres y 16 mujeres).

Anomalías y fallos

Esta política ha llevado a que se produzcan en las cárceles anomalías y fallos estructurales en el sistema de clasificación y gestión penitenciaria.

Uno de ellos, revelado por EL ESPAÑOL, detallaba cómo Prisiones mantenía en un módulo de respeto al autor de una brutal agresión sexual contra la psicóloga de la cárcel de Sevilla, pese a ser un violador reincidente.

Una trabajadora del centro, psicóloga, fue brutalmente agredida por un interno con antecedentes por delitos de naturaleza sexual. El preso la golpeó con puñetazos y mordiscos en los labios, la nariz y las orejas.

Luego le arrancó mechones de pelo, y la inmovilizó sobre una camilla, donde le realizó tocamientos íntimos. Mientras la asaltaba, la amenazó con violarla y secuestrarla.

Por fortuna, los compañeros de la funcionaria intervinieron rápidamente antes de que el preso consumase la violación.

Este individuo acumula un extenso historial de conductas violentas y de carácter sexual, incluyendo agresiones a funcionarios, masturbaciones públicas y exhibicionismo frente a trabajadoras.

Le faltaban 3 años por cumplir por robo con violencia e intimidación, un año más por agresión sexual y 22 meses por otro robo con violencia, intimidación y lesiones.

A pesar de ello, Instituciones Penitenciarias le había clasificado en un módulo de respeto, reservado teóricamente para internos con buena conducta. Ahí le mantenía desde hacía meses.