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España EXTERIORES

Implican en varios audios al cónsul de Tánger en un fraude de visados para traer marroquíes a España

La policía marroquí investiga a trabajadores del consulado y a dos intermediarios tras la denuncia de una persona que pagó 15.000 euros.

21 junio, 2023 02:50

El Consulado General de España en Tánger está siendo investigado por fraude en la expedición de visados Schengen para facilitar la entrada de ciudadanos marroquíes en España. La trama estaría funcionando desde hace al menos cuatro años y los agentes desconocen aún cuantos visados podrían haber entregado, pero consideran que sería un número "considerable".

Tal y como ha confirmado EL ESPAÑOL en fuentes de la investigación, la Policía marroquí centra las pesquisas en dos trabajadoras españolas del consulado, Teresa G. y María G. -la primera de ellas, secretaria del cónsul; y la segunda, una jefa de visados-, y en dos ciudadanos marroquíes, que habrían actuado como intermediarios. 

Los presuntos implicados marroquíes son la propietaria de una agencia de viajes y política del Istiqlal (partido islamista de corte nacionalista), Asma B. A. E. y un periodista marroquí, Abderrahim Z. que también tiene nacionalidad española. Ambos trabajan en el Ayuntamiento de Tánger para asuntos relacionados con el distrito de Beni Makada, y el hombre es también el encargado de Comunicación y Relaciones Exteriores en el consistorio.

Según las investigaciones, bajo la tapadera de una agencia de viajes ubicada en un barrio de Tánger y especializada en turismo, se ha estado contactando con marroquíes interesados en residir en España. Allí les ofrecen un visado con contrato de trabajo a cambio de 15.000 euros. Sin embargo, finalmente, cuando lo recogen, se trata de un visado Schengen, que permite una estancia por espacio de tiempo no superior a 90 días.

Por tanto, si estas personas aceptan viajar a España, tienen la obligación de regresar a los tres meses. O quedarse en el país de manera irregular, como ya ha ocurrido en alguna ocasión, según los datos de la investigación a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

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El modus operandi que ha destapado la Policía es el siguiente: en primer lugar, la propietaria de la agencia de viajes empadrona a los interesados en domicilios particulares de Tánger y les hace un contrato falso como trabajadores de su empresa. Dos requisitos necesarios para obtener el visado.

Una vez recibidos los 15.000 euros de la víctima, entra en juego el encargado de Comunicación del Ayuntamiento, que actúa como intermediario entre la agencia de viajes y el consulado, donde deposita los documentos amañados. De esta manera, los solicitantes no tienen que acudir al consulado, porque él mismo se encarga de todo el procedimiento sin colas ni esperas.

La trama ha quedado al descubierto a partir de la denuncia de una de las víctimas, con la que ha hablado EL ESPAÑOL. Su testimonio, acompañado de pruebas concluyentes, ha desencadenado la investigación policial.

Audios de WhatsApp  

Entre la documentación presentada por la víctima están los audios de WhatsApp que la propietaria de la agencia le envió, y en los que ésta implica al cónsul general de España en Tánger, Alfonso Manuel Portabales. Puestos en contacto con el cónsul, declinó hacer manifestaciones a través del teléfono.

En uno de los audios se escucha cómo la intermediaria le pide a la denunciante 3.000 euros más, aunque ya había pagado 15.000 a plazos a cambio de un visado con contrato de trabajo de peluquera en España. La supuesta estafadora asegura que el consulado "lleva su comisión", y que "ha subido la tarifa porque al cónsul, que es nuevo después de la Covid, hay que dejarle también su parte para la firma".

Asimismo, le envía la foto del pasaporte con el visado preparado, pero la demandante se niega a pagar más dinero por recogerlo. Entonces, le avisa de que tiene dos opciones: o pagar más y se lleva su pasaporte con visado, o la responsable de visados anulará inmediatamente el documento.

En ese momento, se percata de que el visado no es de trabajo sino de turismo. Por lo tanto, se persona en la comisaría para denunciar y posteriormente se dirige al consulado de Tánger para recoger el pasaporte. Hasta en cuatro ocasiones acudió en un mes sin éxito. Nadie sabía nada del documento. Finalmente, cuando lo recibió, llevaba un sello de anulación.

En todo momento, intentó informar de lo ocurrido al cónsul. Incluso, le envió un correo electrónico en el que le explica los hechos. Sin embargo, en el consulado solo ha sido recibida por las dos personas de la oficina a las que ha denunciado, que insisten en que todo es un problema de "la empresa intermediaria" y que "no hable" con la Policía de la oficina diplomática.

"Por no querer pagar más, tengo las puertas cerradas para el futuro", lamenta la víctima en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. "La dueña de la agencia de viajes me dijo que yo solo tenía que dar el dinero y que ella hacía el resto, incluso encontrarme trabajo en España", explica.

La semana pasada, la propietaria de la agencia no se presentó al careo con la víctima en dependencias policiales. Igualmente, hay una denuncia interpuesta contra las dos trabajadoras del consulado, de nacionalidad española. Una de ellas tiene antecedentes en el consulado de Nador. "La cambiaron por irregularidades", explica una persona cercana a la investigación.

La Policía ha averiguado que al menos otros tres ciudadanos marroquíes, un matrimonio y una niña, pagaron por entrar en España de esta forma fraudulenta y lo lograron, tras ser extorsionados a pagar más. Llegaron a Barcelona en septiembre de 2022 y hasta el momento no han regresado a Marruecos, a pesar de que se les facilitó un visado por 90 días.