Ione Belarra, en el Congreso de los Diputados. Europa Press

Ione Belarra, en el Congreso de los Diputados. Europa Press

España POLÍTICA

Belarra hará una lista con los animales legales de compañía: los no inscritos se incautarán para el zoo

La Asociación Ibérica de Zoológicos y Acuarios teme "una avalancha" en sus centros de especies carentes de valor, como iguanas, serpientes o loros.

4 agosto, 2022 02:38
Valencia

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La Ley de Derechos Animales que impulsa la ministra de Unidas Podemos Ione Belarra contempla la creación de un "listado positivo de animales de compañía". Se trata de un catálogo donde constarán las especies legales como animales de compañía. En caso de aprobarse esta norma en el Congreso de los Diputados, las que no figuren en tal compendio serán ilegales, y deberán ser incautadas para su conservación en zoológicos o acuarios.

Así lo detalla a EL ESPAÑOL el presidente de la Asociación Ibérica de Zoológicos y Acuarios (AIZA), Javier Almunia, tras analizar la propuesta del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2023. A su juicio, tal circunstancia puede generar dos problemas: la ausencia en la lista de animales silvestres que sí puedan ser susceptibles de habitar en las casas y la saturación de los espacios a los que nos los envíen.

"En caso de aplicarse esta norma, España puede ser el primer país de Europa con un listado de los animales que se pueden tener", expone. Según considera, tal operativa es "controvertida", ya que el olvido de especies en esta lista convertirá su tenencia en irregular. Además, este delicado listado lo debería elaborar un ministerio no experto en animales, como es el de Derechos Sociales. "Quizá habría sido más sencillo realizar un listado negativo, con los animales que no se pueden tener en las casas", argumenta. 

Por lo que respecta a la posible saturación de los centros, Almunia subraya que "en el artículo 32.5 se menciona que las autoridades competentes podrán poner a disposición de los zoos animales silvestres incautados, pero no se establece ningún tipo de mecanismo por el cual pueda modularse la aceptación de dichos animales".

"Como ya se argumentó a los técnicos de la Dirección General de Derechos de los Animales, esto podría suponer la intervención de muchos ejemplares de animales silvestres que actualmente mantienen los ciudadanos en sus domicilios particulares (iguanas, serpientes, loros, pequeños mamíferos, etc.) y una avalancha de estos animales hacia los zoos", anticipa el directivo.

Iguana, una de las especies que temen recibir los zoos en avalancha. EE

Iguana, una de las especies que temen recibir los zoos en "avalancha". EE

Almunia afea que "el artículo propone sin más que los zoos sean centros de mantenimiento de especies incautadas, sin poner límites, y exponiéndoles a una superpoblación que podría afectar a su capacidad de trabajo en la conservación (exigida por la Directiva 1999/22/CE y la Ley 31/2003)".

Además, opina que "la sobrepoblación de los zoos y acuarios con especies incautadas sin valor para la conservación detraería recursos (espacio, fondos, personal, etc.) que deben dedicarse a las especies con problemas de conservación a nivel global y regional".

"Para ser depositarios de animales incautados, los zoos y acuarios han de poder garantizar que disponen de espacio adecuado para cada especie, y que le podrán dispensar el cuidado necesario para garantizar su bienestar", advierte. A su juicio, los zoos y acuarios deberían "colaborar con las autoridades voluntariamente, siempre que dispongan espacio y recursos adecuados y suficientes".

"Posible error"

Almunia detecta además "un posible error" que cree que "se debería de corregir". "El artículo 32.1 prohíbe la tenencia, cría y comercio de animales de fauna silvestre que no estén en el listado positivo de animales de compañía. En cambio, en el artículo 32.2 se exceptúa la prohibición de cría en cautividad a los parques zoológicos en los programas previstos en la Ley 31/2003, pero no se exceptúa la tenencia e intercambio de estas especies".

"Esto llevaría a la paradoja de que se podrían criar especies, pero no se podrían mantener en los zoos. Además, imposibilitaría el intercambio de ejemplares entre zoos para mantener la diversidad genética de la población (esencial para la conservación) o el bienestar (evitado sobrepoblación de ejemplares)", expone el representante de los zoos y acuarios de la Península Ibérica.

Más allá de tales apreciaciones, AIZA celebra que "el Anteproyecto tiene un efecto muy limitado en los zoos y acuarios de la asociación, que ya trabajan en base a los programas de conservación, investigación y educación que establece la Ley 31/2003 (conocida como Ley de Zoos), tal y como se establece el artículo 32 del nuevo Anteproyecto".

Tal circunstancia contrasta con la alarma generada inicialmente, cuando el ministerio deslizó que la norma persigue la reconversión de los zoológicos y delfinarios en centros de recuperación de especies autóctonas. "No es exactamente así, de hecho, el último borrador no hace mención alguna a los delfines ni a ningún cetáceo", apunta Almunia. "Solo tendrán problemas los pequeños zoos que carezcan de programas de conservación. Sí se podrán criar animales no autóctonos recogidos los programas de conservación", corrige.

"En cualquier caso, desde la asociación vamos a proceder a un análisis más profundo y detallado del documento, para evaluar si hay otros aspectos que puedan afectar de manera directa o indirecta a la operativa de los zoos y acuarios, y especialmente a las actividades de conservación, investigación y educación ambiental que recoge la Ley 31/2003", concluye el presidente de AIZA.