Tomás Serrano

España

Moncloa se niega a pactar con el PP una salida al caos nocturno y lo fía todo a vencer a la Covid en agosto

Aunque se incrementen los contagios, las vacunas podrían reducir la mortalidad al inmunizar a la población más vulnerable.

11 mayo, 2021 03:05
Mariano Alonso I. P. Nova

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Tres meses largos, o afinando aún más: cien días. Es el horizonte temporal que tiene entre ceja y ceja Pedro Sánchez para vencer a la Covid este verano. Según los cálculos del Gobierno, será el 18 de agosto, justo después del puente, cuando España habrá alcanzado la célebre "inmunidad de grupo", al haber vacunado al 70% de la llamada población diana, es decir: a los mayores de dieciocho años.

Y tal es el convencimiento de que solo queda ese tramo final de la batalla contra la pandemia, que Moncloa no quiere mirar a otro lado. Ni siquiera al caos nocturno que este mismo fin de semana, apenas horas después de decaer el estado de alarma, se empezaba a vislumbrar en muchas ciudades españolas, y ante el que los epidemiólogos han vuelto a dar la voz de alarma.

Ni mantener medidas restrictivas como los toques de queda o los confinamientos perimetrales, en vigor hasta el pasado sábado, ni emprender reformas legales o un "plan B jurídico" como en el que insiste Pablo Casado.

El líder de la oposición no dudaba este lunes en señalar al presidente del Gobierno como "el único responsable", afirmaba, "del caos" visto en las calles por no haber aceptado esa alternativa que desde hace un año le propone. La de modificar por el procedimiento de urgencia la legislación sanitaria para poder adoptar medidas restrictivas de manera ordinaria.

Desde Atenas, donde estaba de visita oficial a Grecia, Sánchez trataba de zanjar el debate aseverando que "todas las comunidades autónomas, en este estadio de la pandemia, tienen los instrumentos suficientes para hacer frente a la pandemia". El jefe del Ejecutivo enfatizaba los seis meses que se ha vivido en ese estado de alarma, que a su juicio ha servido para "dar cobertura a alguna de las decisiones más duras que hemos tenido que tomar entre todos, las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad".

Casado, en un acto este lunes.

Casado, en un acto este lunes. EFE

 

Vacunas y quinta ola

Al final, el plan de Sánchez es esperar a que la Covid se estabilice gracias a la campaña de vacunación. Cuantas más personas sean inmunes al contagio, menos se incrementarán las listas de ingresados en las UCI y, consecuentemente, los fallecidos. Es por ello por lo que las vacunas desempeñan un papel muy importante en esta última fase.

Inmunizando a la población más envejecida, el número de fallecidos decae y el impacto de una posible quinta ola es menos notable. Es decir, si no se restringen los horarios y la gente sigue juntándose, la Covid se propagará, generando muchos positivos. Nuevos casos de coronavirus que no causarán tantas muertes como en olas anteriores gracias a la inmunidad de la población más vulnerable.

Una de las cosas que las comunidades autónomas más critican al Gobierno de España es la "confianza ciega" que está dando a la población. "Pasar de 0 a 100" es la frase que, a su juicio, simboliza mejor el fin del estado de alarma.

Y es que, los ciudadanos han pasado de estar controlados en sus grupos de reunión, horarios y movilidad a tener todas las libertades. Algo que, a juicio de algunas regiones, es demasiado cambio. Tal y como se percibió este mismo fin de semana con las aglomeraciones en las principales ciudades españolas.

Ahora, lo único que pueden hacer las autonomías es solicitar a sus vecinos que cumplen todo lo que los Tribunales de Justicia de sus comunidades no les han permitido imponer y apelar a la responsabilidad individual para que no vuelvan a producirse grandes aglomeraciones.

El Interterritorial

Tras decaer el estado de alarma, el Consejo Interterritorial se ha convertido en el único órgano en el que el Gobierno y las comunidades autónomas pueden tomar decisiones de forma conjunta. Un hecho que ya ha reseñado la ministra de Sanidad, Carolina Darias en sus múltiples intervenciones.

Las reuniones del consejo son semanales e, incluso, podrán ser vinculantes pese a no tener la mayoría de las comunidades a favor, como ha ocurrido en otras ocasiones.
Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, en 2015 se estableció una modificación "con la ley del régimen jurídico del sector público" que invalidaba lo que decía la ley de cohesión y alegaba que "toda conferencia sectorial" (el Consejo Interterritorial lo es) podría tomar decisiones de obligado cumplimiento.

"Si el Ministerio pone en el orden del día que uno de los puntos es a efectos de coordinación, y se ampara en la ley de 2015, sus acuerdos podrían ser vinculantes si fueran por mayoría", argumentaba el ex secretario general de Sanidad del PP, Rubén Moreno.

A más alto nivel, y en línea con la "cogobernanza" de la que siempre ha presumido Sánchez durante toda la gestión de la pandemia, está aún por convocar, aunque sea telemáticamente, la primera conferencia de presidentes autonómicos de este 2021.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se comprometió públicamente la semana pasada a que se celebrase antes del verano. Quien sabe si muy cerca del 18 de agosto, la fecha en la que Sánchez tiene puestas, vacunación mediante, todas sus esperanzas.