El exministro socialista, Josep Borrell, este domingo en Barcelona.

El exministro socialista, Josep Borrell, este domingo en Barcelona. Efe

España DESAFÍO SECESIONISTA

Borrell 'for president': el candidato ideal por el que no apostarán PSC ni PSOE

Él no se ve con edad para asumir una candidatura como ésta y su partido no se lo pedirá. "Ayudará, pero no quiere nada", reconocen fuentes de la dirección socialista.

30 octubre, 2017 02:11

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Por segunda vez en menos de un mes, Josep Borrell volvió a convertirse en el líder moral del catalanismo no separatista. Como hizo el día 8 de octubre, cuando se celebró la primera gran manifestación multitudinaria a favor de la unidad de España, este domingo volvió a entregarse al público y cargó duramente contra los independentistas con un discurso donde pidió "cabeza fría" para "saber coser heridas".

Su figura despierta un respeto general, como catalán y español intachable. De ahí que, en un momento donde está en juego la unidad de España, la sociedad reclame un paso al frente de un político que conoce a la perfección la cuestión catalana.

Discurso de Borrell

"De aquí a 53 días, todos a trabajar porque el día que votemos echaremos al gobierno nacionalista de Cataluña. Fuerza, porque nos quedan 53 días de mucho trabajo", animó a los manifestantes desde el acto que organizó Sociedad Civil Catalana. Como buen dialogante y firme en sus convicciones, muchos de los presentes reclamaban al expresidente del Parlamento europeo su vuelta para derrotar al separatismo en las urnas ahora que Mariano Rajoy ha puesto el reloj hacia las elecciones en marcha.

De momento, las intenciones de Borrell no pasan por dar un paso al frente y encabezar la lista a las autonómicas para el PSC. Ese puesto ya está reservado para Miquel Iceta. Tampoco Ferraz se lo va a pedir: "Ayudará, pero no quiere nada", manifiesta un alto dirigente del socialismo actual. Él mismo en privado reconoce que ya se le ha pasado la edad para asumir una candidatura como ésta.

Venció al 'felipismo'

Sí hubo un tiempo pasado en el que Josep Borrell soñaba con convertirse en presidente del Gobierno. De hecho, en 1998 venció internamente al felipismo, pero el establishment lo tumbó. Casi dos décadas después la historia se repitió con Pedro Sánchez, a quien su propio partido intentó matarlo para colocar en su lugar a Susana Díaz. El entonces derrotado secretario general recuperó al exministro para su campaña y convencer a las bases de que era posible derrotar a los históricos. Y lo consiguieron.

Las elecciones del 21 de diciembre no serán unos comicios cualquiera en Cataluña. Tras el golpe de Estado perpetrado en el Parlament autonómico el viernes, el bloque constitucionalista quiere avanzar unido porque el objetivo que todos comparten es conseguir más respaldo en las urnas que los independentistas. En este contexto, nadie descarta que la presión sobre Borrell se multiplique y pueda sumarse a una lista electoral como un gesto simbólico que sirva para arrastrar más votos. Pero nadie apuesta porque sea cabeza de cartel. 

"Sabemos que no tiene interés en ocupar el cargo"

De hecho, tras su magnífico discurso del 8 de octubre, hubo ciudadanos que pidieron en la plataforma Change.org firmas para pedirle que sea presidente del Gobierno. "Pedimos a todos los grupos parlamentarios del Congreso que apuestan por la continuidad del proyecto común en la diversidad que puede y debe ser España. Proponemos a Borrell como candidato. Sabemos que él no tiene interés en ocupar el cargo. Precisamente por ello, quizá sea el único que lo merezca".

La proyección pública de Borrell se extiende también hasta su pareja, Cristina Narbona, se convirtió en presidenta del PSOE cuando Sánchez arrasó en las primarias. Ahora su nombre suena con fuerza como posible candidata del partido a la Alcaldía de Madrid. Son, sin ninguna duda, una de las parejas socialistas con más tirón.