El tesorero de CDC, tras su detención el pasado 21 de octubre.

El tesorero de CDC, tras su detención el pasado 21 de octubre.

España Operación Petrum

La trituradora de Viloca escondía papeles de otro pagador del 3%

El tesorero de Convergencia guardaba en el dormitorio de su casa manuscritos y apuntes contables de varios empresarios detenidos.

7 noviembre, 2015 02:41
Daniel Montero Esteban Urreiztieta

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La trituradora de documentos de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) sigue dando sorpresas. Además de papeles sobre la constructora Teyco, el tesorero del partido de Artur Mas destruyó en ella planos y pliegos de obra de Rogasa –otra de las constructoras investigadas- antes de que la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción registraran su despacho. Los investigadores lograron recomponer esta nueva documentación al completar el puzzle de papeles que se encontró en la basura de la máquina, que obra ya en manos del juez.

El pasado 22 de octubre, el Juzgado de Instrucción Número 1 de El Vendrell, encargado de la Operación Petrum, decretó el ingreso en prisión provisional de Andreu Viloca. El juez encargado del caso, Josep Bosch, consideró que el tesorero de CDC tenía riesgo de destruir pruebas. Sobre su decisión pesaron tanto los documentos localizados en la trituradora del partido como los manuscritos hallados un día antes en el dormitorio de su casa.

En ellos, Viloca hacía una listado de apuntes contables sobre una decena de empresas. Gran parte de ellas estaban en la lista de registros previstos por la Fiscalía y la Guardia Civil, que en aquellos momentos permanecía secreta. Los investigadores analizan ahora los manuscritos para determinar si contienen información importante o por el contrario, son simplemente apuntes personales del tesorero para su defensa.

En la misma fase de la operación, la Fiscalía Anticorrupción ordenó la detención de seis empresarios. Entre ellos estaba Juan Luis Romero, responsable del grupo Rogasa. La documentación de su empresa fue parte de la que se encontró destrozada en el despacho de Viloca.

La Operación Petrum comenzó en 2014 cuando una concejal del municipio tarraconense de Torredembarra denunció la presunta red de corrupción muñida por el alcalde. El hilo de las comisiones llevó al Juzgado de Instrucción Número 1 de El Vendrell hasta la empresa Teyco, perteneciente a la familia Sumarroca. En los registros de judiciales aparecieron pruebas de los fundadores de CDC entregaban mordidas del 3% al partido por medio de su constructora. El rastro del dinero llevó a los investigadores hasta la fundación Catdem, dependiente de Convergencia y que según la tesis de la Fiscalía Anticorrupción sirvió para canalizar dinero procedente de contratistas públicos.  

Maletines en Zaragoza

Otra de las sorpresas de la tercera fase de la Operación Petrum llegó con la aparición de varios maletines de información pertenecientes al director general de Infraestructuras de la Generalitat. Josep Antoni Rosell entregó una caja fuerte a un amigo íntimo con la excusa de que se estaba divorciando. Además, el amigo recibió una serie de maletines con documentación. En lugar de guardarlos en casa, los trasladó a la vivienda de su madre, una octogenaria que reside en un pueblo de Zaragoza. Hasta allí tuvieron que viajar los funcionarios encargados del caso para trasladar la documentación a Tarragona.

Ahora, el juzgado de El Vendrell analiza los documentos encontrados en ellos y los CD’s localizados en el interior de la caja fuerte. En lugar de papeles sobre la separación del responsable de Infraestructuras, el juez encontró en la caja fuerte cerca de 80.000 euros en efectivo y documentación escaneada sobre una importante infraestructura de obra civil: el canal Segarra-Garrigues.