Copa Mundial Femenina de la ICC - Final - India vs. Sudáfrica.

Copa Mundial Femenina de la ICC - Final - India vs. Sudáfrica. REUTERS

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Kaur, la 'Alexia Putellas' india que ha revolucionado el país gracias al críquet: "Un sueño de mil millones de personas"

La victoria de la selección femenina de la India marca un antes y un después en el deporte nacional, e inicia una revolución bajo el mando de su capitana. 

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Por primera vez en la historia del país, India celebra una Copa del Mundo de críquet femenino. El hito ocurría el pasado domingo 2 de noviembre en Mumbai, donde un estadio abarrotado dio paso al estallido de una ovación que se escuchó más allá de los 40.000 asientos de la afición. 

Banderas, cánticos y fuegos artificiales se hicieron con las calles del país. Y, para muchos, aquella noche se convertía en una reminiscencia de 1983, cuando la victoria de la selección masculina transformó un pasatiempo nacional en una pasión colectiva

Ahora, cuatro décadas después, el cambio tiene rostro de mujer. Harmanpreet Kaur Bhullar, más concretamente, la capitana que ha hecho posible lo que parecía impensable. 

"Algunos sueños los comparten mil millones de personas. Por eso el críquet es un deporte de todos", escribía Kaur en un post abrazada al trofeo en su cuenta de Instagram.

Y es que, para ella, esta victoria no ha sido una simple meta personal, sino la materialización de un sueño colectivo, compartido por generaciones de mujeres invisibilizadas en un país donde esta disciplina, hasta hace poco, era un territorio exclusivamente masculino. 

En lo más alto

En la India, el críquet hace ya tiempo que dejó de ser un deporte para convertirse en una religión. De hecho, actualmente se juega en patios escolares, azoteas, campos improvisados y estadios escolares, y mueve más de 8.000 millones de dólares al año. 

Genera contratos publicitarios multimillonarios y hace de sus estrellas verdaderos iconos que rivalizan con las grandes figuras de Bollywood. Sin embargo, durante décadas ese universo fue un club cerrado de hombres. 

Harmanpreet Kaur , de India , celebra tras ganar la Copa Mundial Femenina de la ICC.

Harmanpreet Kaur , de India , celebra tras ganar la Copa Mundial Femenina de la ICC. Francis Mascarenhas REUTERS

Hasta hace apenas unos años, su versión femenina era casi semiprofesional. Incluso, Harmanpreet Kaur, antes de ser capitana, trabajó como empleada ferroviaria, lo que compaginaba con duros entrenamientos en sus ratos libres. Pero todo cambió cuando apostaron por ellas. 

Una inversión privada de 500 millones de dólares permitió la creación de la Women’s Premier League (WPL) en 2023, la primera gran liga femenina del país. Y, al poco tiempo, llegaron las cámaras, los patrocinadores y los contratos. 

Así, poco a poco, el dinero empezó a fluir y el críquet femenino dejó la periferia para tomar los titulares. 

Pese a ello, las brechas persisten: el salario más alto de una jugadora de la selección nacional sigue siendo una décima parte del de sus homólogos masculinos. 

En las franquicias privadas, sin embargo, las cifras empiezan a equipararse. Smriti Mandhana, compañera de Kaur, gana casi medio millón de dólares por una sola temporada. Y las grandes marcas —de Nike a Puma— ya se pelean por tener a estas nuevas estrellas en sus anuncios.

La niña de Moga

Nacida el 8 de marzo de 1989 en Moga, Punjab, Kaur creció en una familia modesta. Su padre, un deportista aficionado, fue su primera fuente de inspiración. "Todavía recuerdo que solíamos jugar con un bate de la bolsa de mi papá. Era muy grande", recordaba recientemente en un vídeo publicado por la BCCI (India Internacional Women's Cricket). 

Su talento fue descubierto por el entrenador Kamaldish Singh Sodhi, quien decidió crear un equipo femenino después de verla batear con una potencia impropia de su edad.

Desde esos comienzos en el críquet callejero, Kaur ascendió rápidamente. En 2009 debutó con la selección nacional, y en 2013 empezó a destacar con un siglo frente a Inglaterra. Sin embargo, fue su actuación de 171 carreras ante Australia en la Copa Mundial de 2017, lo que la convirtió en un ícono nacional.

A partir de ese momento, el nombre de Harmanpreet Kaur quedó grabado en la historia del deporte indio. Se convirtió en la primera jugadora del país —hombre o mujer— en fichar por una liga extranjera, firmando con los Sydney Thunder de la Big Bash League australiana en 2016.

En 2020, llevó a India a la final del Mundial T20 en Melbourne ante más de 86.000 espectadores, y en 2023 capitaneó a las Mumbai Indians hacia el título inaugural de la WPL.

"Nunca debes dejar de soñar"

Pese a sus éxitos, su carrera no ha estado exenta de desafíos. Una controversia sobre su título universitario le costó un descenso temporal en su rango dentro de la Policía de Punjab, donde trabajaba como subinspectora.

Pero, lejos de rendirse, Kaur convirtió los obstáculos en motivación. "Nunca debes dejar de soñar. No sabes adónde te llevará el destino", reflexionaba para la BCCI.

Ahora, en 2025, su liderazgo ha vuelto a brillar. El pasado domingo, en la final de la Copa del Mundo, India derrotó a Sudáfrica por 52 carreras, consiguiendo aquello que llevaba años ansiando: "Desde que empecé a jugar deseaba ganar algún día la Copa del Mundo. Si tengo la oportunidad de liderar a mi equipo, no quiero desaprovecharla".

Y es que su éxito es también el de una generación que creció viendo a sus ídolos masculinos y hoy inspira a millones de niñas a empuñar un bate. De hecho, muchas de las nuevas estrellas del equipo —como Shafali Verma, Deepti Sharma o Amanjot Kaur— provienen de pequeñas localidades donde el críquet femenino apenas existía.

Harmanpreet Kaur , de India , celebra tras ganar la Copa Mundial Femenina de la ICC.

Harmanpreet Kaur , de India , celebra tras ganar la Copa Mundial Femenina de la ICC. Francis Mascarenhas REUTERS

Incluso, Kaur hizo de sí misma su propio ídolo. O, por lo menos, así lo muestra desde la cuenta de Instagram de la BCCI: "Soñaba con el día en que me pusiera esta camiseta azul". Y por eso, dice, este hito ahora cobra tanto significado: "Una joven que desconocía el críquet femenino, pero que aun así soñaba con que algún día lograría ese cambio en nuestro país". 

Hoy, ese sueño es una realidad. La disciplina ha cruzado el techo de cristal más alto del deporte indio, y Harmanpreet Kaur, con su bate en alto, se ha convertido en el símbolo de una nueva India.