El hundimiento de las costas de Nueva Zelanda enfrenta al país a una catastrófica inundación prematura

El hundimiento de las costas de Nueva Zelanda enfrenta al país a una catastrófica inundación prematura

Noticias

El hundimiento de las costas de Nueva Zelanda enfrenta al país a una catastrófica inundación prematura

Un estudio realizado por NZ SeaRise afirma que el nivel del mar podría aumentar en las costas neozelandesas entre medio metro y un metro.

4 mayo, 2022 14:34

Noticias relacionadas

De seguir la tendencia actual, las costas de Nueva Zelanda podrían acabar bajo el agua para el año 2100. Es la catastrófica consecuencia generada por el cambio climático que augura NZ SeaRise. La organización, afincada en Wellington y dependiente del Ministerio de Empresa, Innovación y Empleo nacional, ha realizado varios estudios en los que concluye que el nivel del mar subirá alrededor de medio metro en otras partes del mundo y hasta un metro en algunas costas neozelandesas.

La diferencia entre Nueva Zelanda y los demás países es que el hundimiento del suelo en zonas como Auckland o la propia Wellington, dos de sus ciudades más importantes y pobladas, está provocando una aceleración del impacto de la subida del nivel del mar.

Los movimientos terrestres verticales –derivados de los pequeños terremotos y otros eventos sísmicos prácticamente imperceptibles– generan hundimientos de ciertas áreas costeras del país. "Estos pequeños pero continuos cambios pueden contribuir a que el efecto de la subida del nivel del mar sea el doble". Es decir, que si en 2100 el nivel del mar supera el medio metro en algunas costas del mundo, en Nueva Zelanda podrían llegar al metro.

Según las previsiones de NZ SeaRise, esa combinación de factores –subida del mar y hundimiento de tierras, especialmente en la costa sur de la Isla Norte o Pez de Maui– provocará que localidades como Wellington sufran un peligroso ascenso de 30 centímetros para el año 2040.

"El cambio climático y el calentamiento global están provocando que el nivel del mar aumente, de media, 3,5 milímetros cada año", señala NZ SeaRise. "Esto se produce por la expansión térmica del océano, por el derretimiento de los glaciares y por el deshielo de Groenlandia y las placas de hielo de la Antártida".

"Es inevitable"

"La subida del nivel del mar tiene efectos locales", añade el organismo. "Esto incluye inundaciones, la subida de los niveles de las aguas subterráneas, la erosión de las costas y la salinización de los humedales y los acuíferos", con su consecuente impacto para la biodiversidad local y la vida de los seres humanos.

Desde la organización señalan que el aumento global del nivel del mar "de 25 a 30 centímetros para 2060 es inevitable, independientemente de nuestra futura trayectoria de emisiones". Muchas regiones superpobladas de Nueva Zelanda notarán, según NZ, los efectos más perversos de la indiferencia humana contra el cambio climático 30 años antes de lo previsto. Es decir, que de seguir la tendencia de emisiones actual, combinada con el hundimiento de tierras, el pueblo neozelandés padecería catástrofes severas y desplazamientos forzados de aquí a 2050.

Un sencillo gráfico explicativo sobre la subida del nivel del mar y el efecto del hundimiento de tierras

Un sencillo gráfico explicativo sobre la subida del nivel del mar y el efecto del hundimiento de tierras NZ SeaRise

Según recoge la Agencia EFE, la primera ministra neozelandesa, la laborista Jacinda Ardern, remarcó a Radio New Zealand que todo el mundo debería "aceptar que las subidas del nivel del mar en el futuro son inevitables" y que lo único que se puede hacer, además de tomar medidas urgentes para frenar las devastadoras consecuencias mundiales de la crisis climática, es prever las catástrofes para minimizar daños que serán millonarios y traumáticos.

De hecho, parte del trabajo de NZ SeaRise consiste en proveer de información al Gobierno de Nueva Zelanda sobre los peligros costeros e incorporar las últimas evidencias científicas a sus informes. El objetivo es ayudar a las autoridades a establecer estrategias efectivas que traten de reducir las consecuencias de la emergencia climática en su país.

"Hay que comprender que Nueva Zelanda no se puede permitir el lujo de proteger todo lo que ha construido; tampoco podemos permitirnos devolver todo lo que se destruirá", lamentó el Comisionado del Clima, Rod Carr, a la misma emisora radiofónica. Carr, lúgubre, planteó que lo más probable es que miles de personas deban dejar sus comunidades cercanas a la costa en los próximos treinta años por culpa de la subida del nivel del mar.