Los arrecifes de coral ayudan a capturar dióxido de carbono.

Los arrecifes de coral ayudan a capturar dióxido de carbono. iStock

Historias

El ingenio que convierte el CO₂ capturado por el mar en plástico biodegradable: 230 dólares por tonelada y un 70% de eficiencia

Una investigación publicada en 'Nature' asegura haber encontrado la manera de secuestrar carbono oceánico con un consumo de energía bajo y competitivo.

Más información: El ingenio español que convierte el plástico en combustible: "Queremos llegar a todo el mundo"

Raquel Nogueira
Publicada

Un estudio publicado este mes de octubre en la revista Nature Catalysis asegura haber encontrado una manera de producir químicos industriales de manera "potencialmente sostenible". Y lo hace a través de un sistema que captura dióxido de carbono del agua del mar.

El resultado es una suerte de plástico biodegradable que promete —si llega a salir del laboratorio— revolucionar el envasado.

Este curioso ingenio parte del equipo de Chuan Xia, de la Universidad de Ciencias Electrónicas y Tecnológicas de China. En concreto, explican los autores en la publicación, se trata de un proceso en dos partes que secuestra el CO₂ que captura de manera natural el océano con "más del 70% de eficiencia".

Además, afirman que lo hace con un consumo de energía bajo: necesita 3 kilovatios/hora de energía por cada kilogramo de CO₂ que procesa.

Este sistema, especifican los investigadores chinos, es capaz de operar de manera continuada durante 536 horas. Es decir, durante más de 22 días.

Asimismo, los costes que implica esta manera de capturar carbono, según el estudio, son "competitivos si se comparan con la tecnología actual". En concreto, dicen los autores, el precio de la tonelada de CO₂ rondaría los 229,9 dólares (198,30 euros).

El proceso

Este sistema de captura de gases de efecto invernadero funciona en dos partes. La primera consiste en convertir el CO₂ en ácido fórmico puro. Este proceso se realiza a través de un electrocatalizador.

En la segunda parte se transforma este componente en ácido succínico, el material inicial necesario para preparar un polímero termoplástico biodegradable llamado succinato de butileno (PBS). Esta transformación se realiza gracias a unas bacterias modificadas genéticamente llamadas Vibrio natriegens.

Explicación visual del proceso de transformación de CO2 en plástico.

Explicación visual del proceso de transformación de CO2 en plástico. Chengbo Li et al. Nature Catalysis

Tal y como recoge el estudio, los investigadores alcanzaron niveles de producción de hasta 1,37 gramos por litro en fermentadores a escala aumentada.

Este invento, asegura el equipo científico, también podría utilizarse para producir otros químicos a partir de CO₂ que podrían usarse como combustibles o, incluso, para fabricar medicamentos.

Todo a través de modificaciones en los catalizadores utilizados en cada parte del proceso: un electrodo para la primera y un microorganismo para la segunda.

Nuevos combustibles

Los autores afirman que su sistema "muestra estabilidad y potencial a escala". Eso sí, insisten en que antes de integrarse en los procesos industriales necesitaría de más pruebas para optimizarlo.

La idea final de este estudio no es otra que utilizar el poder de uno de los mayores sumideros de carbono del planeta: el océano. Y es que es capaz de absorber el 25% del CO₂ procedente de las actividades humanas.

El problema está en que los niveles de contaminación actuales provocan la acidificación de los océanos y perturban la estabilidad de los ecosistemas marinos.

Por eso, los autores apuntan a que su sistema puede ayudar a matar dos pájaros de un tiro: generar alternativas a los combustibles fósiles para producir plástico y darle un respiro al mar.