Imagen de archivo de agricultores sentados junto a una pila de vainas de cacao en una granja.

Imagen de archivo de agricultores sentados junto a una pila de vainas de cacao en una granja. Luc Gnago Reuters Costa de Marfil

Historias

El chocolate costará el doble a final de año: las plagas "revientan" y "pudren" el cacao en Ghana y Costa de Marfil

Las enfermedades, la minería ilegal de oro, el cambio climático y la mala gestión del sector han diezmado la cosecha en estos dos países africanos. 

1 abril, 2024 01:49

La pesadilla de Willy Wonka se ha hecho realidad: el cacao está más caro que nunca; en los últimos meses ha batido récords al dispararse su valor en el mercado. El pasado 28 de marzo, el precio de la tonelada métrica del cacao en el mercado de futuro alcanzó su máximo histórico en cierre: 9.843 dólares. Incluso ha superado el valor del cobre —en torno a los 8.800 dólares por tonelada—. Las expectativas de escasez de cacao en grano —el principal ingrediente del chocolate— han hecho que los futuros del cacao en Nueva York se hayan más que duplicado solo este año. 

Más de 20 agricultores, expertos y conocedores del sector declararon a Reuters que la culpa la tiene una tormenta perfecta de minería ilegal de oro desenfrenada, cambio climático, mala gestión del sector y enfermedades que se propagan rápidamente. Además, la concentración de la producción en Costa de Marfil y Ghana —que abarcan el 60% a nivel mundial— es un factor de inseguridad para el suministro de esta comodidad.

Se estima que el suministro de cacao caerá un 8% en la temporada 2023-24 en comparación con los 12 meses anteriores, según la empresa de análisis de datos y consultoría GlobalData. Pero el encarecimiento del cacao (y del chocolate), según los analistas, no repercutirá en el bolsillo de los consumidores hasta finales de año, ya que los productores de chocolate suelen cubrir sus compras de cacao con meses de antelación.

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Los vaivenes meteorológicos han puesto en jaque a los agricultores de estos dos países de África Occidental. Los labradores marfileños declararon en febrero que las altas temperaturas y la falta de lluvias estaban dañando sus cosechas. Y, en marzo, tal como ha informado Reuters, las principales plantas de cacao de ese país y de Ghana detuvieron o redujeron su procesamiento porque no podían permitirse comprar los granos. 

"El tipo de tableta de chocolate que estamos acostumbrados a comer se va a convertir en un lujo", ha afirmado Tedd George, experto en materias primas para África de Kleos Advisory, en declaraciones a Reuters. Y añadió: "Estará disponible, pero será el doble de cara".

Alrededor de 60% del cacao mundial se produce en árboles de Ghana, Costa de Marfil, Nigeria y Camerún. "La producción está en declive a largo plazo", afirma Steve Wateridge, experto en cacao de Tropical Research Services a Reuters. "Si no hubiéramos llegado a un punto de inflexión, no tendríamos la cosecha más baja de los últimos 20 años en Ghana y la más baja de los últimos ocho en Costa de Marfil", ha explicado Wateridge. 

Tal como explica Michael Odijie, investigador del University College London, en un artículo para The Conversation, hay tres factores que explican el repunte de los precios internacionales del cacao: una meteorología muy adversa que ha hecho proliferar las enfermedades en las plantaciones —medioambiental—, la dificultad para renovar las plantaciones en nuevos terrenos —económico— y las decisiones desesperadas de los agricultores que no reciben suficientes ingresos de su actividad —humano—. 

Déficit de 374.000 toneladas

Se ha reportado que las temperaturas extremas —agravadas por el fenómeno de El Niño— que han asolado los países de África Occidental, han contribuido a la reducción de la productividad de los cultivos. Los polvorientos vientos estacionales procedentes del Sáhara de los últimos meses han bloqueado la luz solar necesaria para que crezcan las vainas de cacao. Un estudio del grupo World Weather Attribution (WWA) descubrió que las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre aumentaban 10 veces la probabilidad de que se produjeran. 

El calor extremo y las condiciones de sequía aumentan la tasa de evaporación, dejando los cultivos sin suficiente humedad para crecer. "Hubo informes de agricultores de Costa de Marfil de que el calor debilitó la cosecha de cacao", según una de las autoras del estudio, Izadine Pinto, de la Universidad de Ciudad del Cabo.

Además, tanto Ghana como Costa de Marfil sufrieron lluvias intensas en diciembre del año pasado. Doblaron la media de precipitaciones de los últimos 30 años para esa época del año. Las condiciones húmedas facilitaron el desarrollo de dos infecciones: la enfermedad fúngica de la vaina negra y el virus del brote hinchado del cacao.

La primera pudre las vainas de cacao, mientras que la segunda —transmitida por insectos— hincha los tallos y reduce drásticamente el rendimiento de frutos y, finalmente, mata los árboles de cacao. En ambos casos, una vez infectado el cacaotero hay que arrancar las plantaciones y tratar el suelo antes de volver a plantar cacao. El virus ha acabado con casi 500.000 hectáreas de plantaciones de cacao de Ghana en los últimos años. 

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"A medida que los cacaotales envejecen, se vuelven más susceptibles a las enfermedades, lo que exige elevados costes de mantenimiento. Históricamente, los cacaocultores han tendido a abandonar las explotaciones antiguas y empezar de nuevo en bosques nuevos", explica Odijie para The Conversation.

"Esto no solo a la cosecha afecta, porque es difícil cultivar cacao en estas condiciones, sino también a los propios agricultores", afirmó Amber Sawyer, analista de clima y energía de la Unidad de Inteligencia sobre Energía y Clima (ECIU), una organización sin ánimo de lucro con sede en el Reino Unido, en declaraciones a VOA. "Los agricultores han pasado de tener demasiada lluvia a no tener lluvia suficiente, lo que significa que están retrasados en la producción y no pueden vender en los mercados internacionales", dijo. 

Imagen de archivo de un bol con granos de cacao.

Imagen de archivo de un bol con granos de cacao. Kim Kyung-Hoon Reuters

La Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), que integra a los principales exportadores e importadores de cacao, ha pronosticado un déficit de oferta de 374.000 toneladas para la temporada 2023-24. "En comparación con la temporada 2022/23, se prevé que la oferta mundial de cacao disminuya en casi un 11%, hasta los 4,449 millones de toneladas", declaró la ICCO, mientras que se prevé que la demanda mundial "disminuya en casi un 5%, hasta los 4,779 millones de toneladas", recoge un comunicado reciente. 

¿Un salvavidas para los agricultores?

Irónicamente, la subida de los precios del cacao no se ha traducido de momento en mayores beneficios para los pequeños productores de cacao de África Occidental. Agricultores como Eloi Gnakomene, de Costa de Marfil, y Opanin Kofi Tutu, de Ghana, se enfrentan a rendimientos reducidos, altos costes de fertilizantes y efectos adversos del cambio climático. 

"Aunque hoy tenemos un buen precio, eso no es todo. El cacao ni siquiera ha dado [frutos]", declaró el mes pasado Eloi Gnakomene, agricultor de cacao en Costa de Marfil, a AP. "La gente dice que hemos tenido un poco, pero los que viven por allí no han tenido nada", ha añadido. La dinámica de mercado es desoladora; hay informes que dan cuenta de la malnutrición y trabajo infantil que abundan en el sector. 

Los sellos que estampan los envases de los productos chocolateros, como Rainforest Alliance o Fairtrade, no garantizan del todo unos ingresos dignos a los agricultores. "La certificación del cacao ayuda a restaurar la biodiversidad, pero no aumenta necesariamente el dinero que reciben los agricultores por su cosecha", afirmó Michael Rogerson, profesor de gestión de operaciones de la Universidad de Sussex, en declaraciones para The Conversation.

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"Los grandes productores de chocolate dan prioridad a los beneficios a corto plazo frente a los cambios estructurales significativos, lo que puede dar lugar a que se beneficien de los bajos salarios de los agricultores de cacao y de la escasa transparencia de sus propios informes de autocertificación", ha expresado Rogerson. 

Un agricultor trabaja en una granja de cacao rehabilitada.

Un agricultor trabaja en una granja de cacao rehabilitada. Francis Kokoroko Reuters Ghana

Para sortear esta situación, muchos agricultores diversifican el uso de las tierras arrendándolas a mineros ilegales a cambio de un pago. Estas actividades mineras degradan la calidad de la tierra, haciéndola inadecuada para el cultivo del cacao. Y desde los gobiernos están poniendo en marcha medidas para proteger a los agricultores y el sector del cacao.

En 2019, Ghana y Costa de Marfil idearon una forma de hacer que los compradores de cacao cubrieran ese coste: el diferencial de renta vital. Era, básicamente, una prima que los compradores deberían pagar, además del precio de mercado del cacao para garantizar un salario sostenible a los agricultores. En aquel momento la iniciativa fracasó, pero, afirma Odijie, "es hora de retomarla". 

"El poder de negociación de los países productores de cacao de África Occidental parece haber aumentado. Ahora es el momento oportuno para que estas naciones se unan y negocien condiciones más favorables para sus agricultores de cacao", concluye Odijie para The Conversation