María Rodríguez con Sofía, su pequeña.

María Rodríguez con Sofía, su pequeña.

Sociedad

María, la mujer de Albacete que dio a luz en pleno apagón: "Fue un poco caótico, pero yo estaba tranquila"

Sofía vino al mundo a las 17:20 horas, cuando España se encontraba a oscuras por un corte energético sin precedentes. Nació en un quirófano, gracias a los generadores de emergencia.

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En plena tarde del pasado lunes, mientras España se encontraba a oscuras tras sufrir un apagón eléctrico sin precedentes, en un quirófano del Hospital General de Albacete se vivía un momento de pura vida: Sofía venía al mundo. Fue a las 17:20 horas. Sin teléfonos ni noticias del exterior. Solo confianza, un equipo médico impecable y un nacimiento que la familia jamás olvidará.

Su madre, María Rodríguez, ingresó el domingo tras romper aguas. Tenía firmado un parto inducido, pero los médicos optaron por dar una oportunidad a las contracciones naturales, que llegaron… aunque sin resultado. Tras horas de espera, comenzaron con la medicación, pero tampoco logró dilatar. Finalmente, y ante una fuerte bajada de tensión, los profesionales decidieron realizar una cesárea de urgencia.

Sofía, que midió 47 centímetros y pesó 2,475 kilogramos, no nació en un paritorio, sino en un quirófano que funcionaba gracias a los grupos electrógenos. Con miles de hogares, hospitales, estaciones y colegios sin electricidad desde las 12:33 horas, la vida siguió su curso. Literalmente.

"La calma de los sanitarios me dio fuerza"

María asegura que casi no fue consciente del apagón. Dentro del hospital, los generadores de emergencia respondieron, garantizando el funcionamiento de quirófanos, unidades de dilatación y áreas críticas, aunque lo demás sí que se detuvo.

"Mis monitores seguían funcionando, pero en los pasillos había muy poca luz, se veían ordenadores apagados, pantallas en negro... y la cafetería tuvo que cerrar porque no podía servir las cenas", recuerda la albaceteña, que no pasó miedo en ningún momento gracias a los profesionales sanitarios. "Sin ellos, no sé qué hubiera pasado", dice.

"Las matronas, ginecólogas y auxiliares actuaron con una calma que me dio una confianza enorme. Fue un equipo de diez", asegura. "No nos dejaron solos ni un segundo. Aunque estábamos incomunicados, sentí que lo importante estaba en buenas manos".

Un día para recordar

En el exterior, la familia esperaba noticias sin poder comunicarse. "Mi padre también estaba ingresado y no podíamos hablar con él. Mi madre y mi hermana no sabían nada de nosotros. Nadie podía contactar con nadie. Fue un poco caótico, pero yo solo pensaba en que todo funcionara dentro y en que la niña estuviera bien", destaca.

La luz volvió de madrugada, pasadas las 00:40. Pero para esta familia, lo esencial ya había ocurrido. Sofía, su segunda hija, había llegado sana y salva. "Cuando sea mayor le contaremos que nació en un momento único y que gracias a los profesionales que nos atendieron, todo salió perfecto", concluye María.