Ángel Illescas, floricultor de Novés (Toledo).
Ángel Illescas, el famoso floricultor de Toledo: "La flor de Pascua no merece la pena, da poco dinero"
Este autónomo de Novés acumula más de medio millón de seguidores entre todas sus redes sociales.
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El plástico se impone a lo natural en el sector florero. Según el último Informe de Consumo Verde 2025 de la Confederación Española de Floristas, la venta de flores naturales ha caído un 43 % en la última década.
Este descenso del consumo es aún más pronunciado en los menores de 35 años, apenas un 18 % compra plantas vivas al año. La falta de tiempo y espacio en el modelo de vida urbano agravan esta tendencia que amenaza con marchitar un sector con profundas raíces en Castilla-La Mancha.
En el pueblo toledano de Novés, Ángel Illescas Nombela conoce bien esta ardua batalla. Hace 23 años fundó su vivero y hoy se ha convertido en el productor de flores más famoso del país con miles de seguidores en redes sociales.
Ángel en su vivero.
Frente a sus poinsettias, esas flores rojas que anuncian la Navidad, atiende a EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha. Su negocio combina el cultivo de flores de temporada con las plantas de huerta para aficionados.
"Yo vendo al por mayor; el 90 % de mi producción se va a viveros y floristerías", explica. La venta directa apenas representa un 10 %, su volumen depende de los pedidos de otros profesionales de la misma rama. "Esto es una cadena, si las tiendas no venden, yo tampoco", subraya.
Antes de apostar por la floricultura, Ángel hizo un estudio previo y finalmente se decantó por no montar un garden con venta al público. "Lo mío era producir, así que me daba igual montarlo aquí o en otro sitio porque los clientes los tengo que hacer yo", destaca.
Esa caída del consumo ha puesto en entredicho la supervivencia de Ángel y otros muchos productores. "Los costes están por encima de lo que vendemos. Vamos al límite", reconoce.
Matiza que hay variedades que dejan más margen que otras: "La flor de Pascua es donde menos dinero se gana, aunque parezca lo contrario".
La poinsettia requiere de cuatro a seis meses de atención desde la toma de esquejes hasta que desarrolla sus brácteas rojas. "Es una planta comilona, necesita más abono y ahora están por las nubes", incide.
Illescas en una de sus plantaciones.
Entre sus hileras de geranios y pensamientos, Illescas lanza una reflexión que hace eco en los invernaderos de toda España. "Los jóvenes no quieren plantas, prefieren poner una de plástico que no les dé trabajo", lamenta sin rencor.
Ese desinterés tiene consecuencias. "Hace 20 años en invierno hacía 80.000 pensamientos, ahora solo 30.000, es decir, ha caído más del 50 %", manifiesta. Los datos del Observatorio Español de Floricultura le dan la razón, ya que Castilla-La Mancha ha perdido más del 45 % de sus viveros productores entre 2005 y 2025.
Muchos floricultores han reconvertido sus explotaciones en tiendas de jardinería, mientras que Ángel vio en las redes sociales "un escaparate mejor que la televisión". Hace tres años se abrió un perfil en Instagram, Facebook, TikTok y Youtube donde acumula más de medio millón de seguidores.
Flores de Ángel.
En sus vídeos brinda consejos y muestra el bonito mundo de las plantas."Hay gente que me dice: 'me estás animando a comprar' y eso ya es un logro". Su objetivo no es solo vender, sino contagiar su pasión por lo verde.
Para Ángel, las flores no son un adorno, sino una actitud y la constancia de quien riega esperando que broten esos pétalos coloridos. "La forma de vivir ha cambiado. Antes la gente tenía chalés y huertos; ahora vivimos en pisos", apunta.
Illescas tiene claro que el futuro del sector pasa por adaptarse sin perder raíces. A pesar del encarecimiento de los costes, el descenso del consumo y la indiferencia de los jóvenes, el floricultor más famoso de la provincia de Toledo sigue llenando de color las redes sociales y las cada vez menos floristerías que siguen en pie.