Casi todo lo que ocurre en las calles de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real) está siendo grabado por 47 cámaras de videovigilancia instaladas por el Ayuntamiento a lo largo y ancho de esta localidad que ronda los 12.000 habitantes.

Aunque la finalidad primitiva de estos ojos municipales es controlar el tráfico, sirven también para "acabar con los actos vandálicos y proteger a los bolañegos y bolañegas de la delincuencia y las imprudencias al volante". Así lo reconoce el consistorio, gobernado por el PP, en una nota de prensa en la que presume de haber multiplicado el número de este tipo de dispositivos en lo que va de legislatura. En 2019 eran 17 y ahora casi llegan al medio centenar. Y ya avanzan que van a seguir poniendo más.

Las cámaras de videovigilancia, controladas por la Policía Local, "abarcan ahora casi todas las ubicaciones de la localidad", que "se blinda así contra el vandalismo". "Además de tener efectos disuasorios, están ayudando a esclarecer la autoría de hechos vandálicos, así como soporte probatorio para procedimientos judiciales", explica el concejal de Nuevas Tecnologías, Amando Martín.

El edil, además, defiende que es un servicio barato. "Supone para las arcas del Ayuntamiento un coste en mantenimiento de 5.723,76 euros anuales", asegura.

De las últimas cámaras que se instalaron, 11 se sitúan en el barrio del Carmen de Bolaños, donde el alcalde Miguel Ángel Valverde se comprometió con los vecinos a aumentar la vigilancia para frenar los actos vandálicos que venían produciéndose en el colegio Virgen del Monte. Así, los dispositivos ubicados en estas instalaciones docentes se pondrán en funcionamiento una vez finalizado el horario lectivo.