Alberto Núñez Feijóo salió del comité de dirección de los lunes del PP en la calle Génova, cogió a Paco Núñez y se vino para la Feria de Albacete. Repitió dos días seguidos en la comunidad autónoma, pues el día anterior había estado con agricultores y ganaderos en Membrilla, analizando la difícil situación que atraviesa el sector primario de nuestro país.

Feijóo llegó a la Feria como el César: veni, vidi, vici. Se hizo selfies con todo el que quiso, se dio baño de masas y se fue a los toros a las seis de la tarde. Fue hasta la estatua de Dámaso González, donde el alcalde Manuel Serrano le explicó lo que el torero albacetense significó para la ciudad. Se acomodó después en un palco y, acompañado de sus fieles como Carmen Navarro o Antonio Serrano, saludó a media plaza de toros.

Después en la merienda, hicieron un alto y se marcharon a la tómbola de Cáritas. Feijóo es un clásico de la Feria de Albacete, lleva varios años seguidos y no la deja escapar jamás. Dijo que lo que él quería para España era un ambiente similar al de la Feria, de integración y no polarización. Un oasis, como alguna compañera me dice.

Lo cierto es que llegar de Madrid, donde un Gobierno revienta una Vuelta Ciclista por conveniencia, y arribar en la Feria más importante de Europa debe ser algo parecido a un shock. Los sondeos se calientan y ponen nerviosos a más de uno, pero Feijóo tiene la paciencia gallega y no debe alterar ni su camino ni su pulso. Se agradece el compromiso con la Feria. A otros no se los ve por ningún lado.

La octava de Feria dejó un Cid brillante y un corridón de la Quinta. Quizás ya no sea noticia, pero las reses de Conradi son casi siempre una garantía. En esta ocasión también fue así y vivimos un momento soberbio con la faena al cuarto de la tarde, toda ella al natural, por la izquierda, como en los buenos tiempos del Cid. Erró el matador al encararse a la banda, lo que hizo con buen criterio que el maestro Nevado no arrancase a tocar. Estoy seguro de que ya tenía preparado el pasodoble cuando el Cid pisó el cable. Pero son asuntos menores. Lo importante fue su faena, verdaderamente honda y lírica, de esfuerzo… Aunque algún colega me dice que estuvo fuera de cacho… Creo que no fue así, pero el Cid ejerció del Cid y malogró una estupenda faena hecha toda ella de manera íntegra al natural, con la espada. De gran torero a pinchaúvas.

Parte de la afición echó de menos a Navalón o Serrano, por ser toreros de la tierra. Ayer estuve hablando con Manuel Caballero hijo y todavía guarda en la retina y el corazón la intensidad de los momentos vividos el sábado.

Antonio Martínez Blasco, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Queso Manchego, me cuenta que se perdió la faena por darle la entrada a su hijo. Qué es lo que no se hará por un hijo. No hay amor más grande ni infinito, como el de Manuel Caballero padre, que sigue dando las gracias a todo el mundo por el cariño recibido en tan poco tiempo.

La tarde fue de ensueño y para recordar. Ayer el Moly y Peñaranda pusieron lo mejor, pero el toro dicta sentencia y en ocasiones es áspero. Moly cortó una oreja y falló con la espada y Peñaranda tendrá que esperar su momento. Hoy, toros de Jandilla para Daniel Luque, Emilio de Justo y Tomás Rufo. Cartelón de campanillas. Ojalá nos dejen otra gran tarde.

Subo por la Feria y los precios son altos. No me parece mal, pues cada uno hace el agosto cuando puede, hasta en el mes de septiembre. Pero es lógico entonces que la gente se gaste menos. Lo que no está tan bien es la desgana a la hora de atenderte. Comprendo y entiendo el cansancio de los ocho días, pero chico, la Feria es esto y hay que aguantar hasta el final, sin desplantes ni estridencias. La mayoría de los puestos y casetas son fabulosos, pero siempre hay alguno que da la nota y jode al resto.

Vienen los amigos de la Ossa de Montiel a celebrar la Feria. La familia Cuerda es sensacional y hospitalaria. Ahora llegan acompañados de amigos a disfrutar del Callejón y la tauromaquia. Su pueblo es una maravilla en mitad de las Lagunas de Ruidera, donde don Quijote soñó a Durandarte y bajó a Montesinos. En realidad, la Feria de Albacete lo es de toda la provincia. Por eso es tan grande y no se acaba nunca. Luego vendrá la de Hellín y el Rosario, aunque antes están los San Mateos de Talavera y Cuenca. Podemos hacer un calendario feriado de la región y no parar nunca.

Aquí, en Albacete, nos quedan dos días. Pero arderá la traca entera y todos los petardos. Anoche lunes, ya la Feria volvía a parecer la Gran Vía en hora punta. La sidra y los miguelitos, para terminar. Así es como una se va a la cama y no con el vaso de leche. Bueno, y de otras formas, claro.

Diario de Feria 2025

7 de septiembre |¡A La Meca, a la Feria!

8 de septiembre |La Virgencica de Los Llanos

9 de septiembre | Samuel o la fuerza del sino

10 de septiembre | Los miguelitos de la vida

11 de septiembre | Emiliano arriba en Albacete

12 de septiembre | Morante presenta parte

13 de septiembre | Suspiros de Juan Ortega

14 de septiembre | Una tarde para enmarcar

15 de septiembre | Los redondeles, hasta la boca