Emiliano arribó ayer en la Feria de Albacete casi de incógnito, sobre las seis de la tarde. Se paró en el Molino que abre el Paseo de la Feria y tardó casi hora y media en llegar al Pincho. Se dio un baño de multitudes, recibió el cariño de unos y otros y se hizo fotos con todo el mundo. Una mujer joven embarazada se le acercó como si hubiera visto una aparición. Le pidió hacerse una foto con él y que le pasara la mano por la barriga para que le diese suerte.

Aunque hoy se va para Cuenca a cumplimentar a Pedro Sánchez, volverá más tarde y se dará otro baño en los toros. Por la noche acudió al pisto de La Tribuna, donde también se hizo fotos con todo el mundo sin pasar de la puerta. Venía de la Catedral de estrenar el video mapping espectacular que se ha hecho en torno a la figura de la Virgen de Los Llanos. Fueron pocas horas, pero sentidas. Emiliano lleva por dentro el cariño de la gente, pero también la cruz de la situación política que atraviesa su partido y su líder. Veremos cómo será el encuentro hoy desde aquel comité federal tan tenso de julio en Ferraz, donde los suyos le dieron candela. Aunque en esto de la política, como decía Cabanillas, yo ya no sé si soy de los nuestros.

El toro ayer se cayó por las esquinas y el ruedo. Menos mal que fue el día elegido por la Fundación del Toro de Lidia para entregar su trofeo anual en defensa de la tauromaquia. Fue para Carmen Amores, la directora de CMM, que recogió el premio en nombre de todo el espléndido equipo de retransmisiones taurinas del ente público, que capitanean José Miguel Martín de Blas, César Jiménez y Óscar Aranda. El capítulo de Albacete de la Fundación del Toro de Lidia es uno de los más activos del país, como reconoció su presidente Victorino Martín, una de las cabezas más limpias y despejadas de la tauromaquia en nuestro país.

La responsabilidad de esa incesante actividad es de Antonio Martínez Iniesta que, junto a otros miembros como Genoveva Armero, Pascual Masegosa, Alberto Nevado o Francisco Javier Martínez, mantienen viva la llama de la Fiesta durante todo el año. El artista hellinero Amado Iniesta es el autor de la escultura que simboliza el premio. Cada año hace uno distinto. Yo guardo el mío con un cariño especial, pues los toros son legado y cultura que corren por nuestras venas.

Mención aparte merece Javier López Galiacho, doctor, amigo, académico y albacetense puro. También miembro del Capítulo de la Fundación del Toro de Lidia, es la conciencia viva de una ciudad que lleva en el corazón tan dentro que sería imposible encontrarle las raíces. Junto a él, su hermano Juan Luis, viejo lobo del periodismo patrio cuyas facultades permanecen intactas. Cada vez que lo veo, le requiero unos minutos para que me cuente novedades de la Villa y Corte, donde es uno de los grandes informadores y periodistas de investigación. Le gusta también el mundo de los toros, le apasiona casi tanto como el periodismo. Es del siete en Las Ventas y ha visto de todo en su vida. Ambos me honran con su amistad y les correspondo con un bautizo de fuego albaceteño, porque son los Dalton de la Mancha.

Por la mañana me di un paseo por la Feria. Es, sin duda, el mejor momento del día, cuando puedes recorrer los redondeles sin presiones ni agobios. Entiendo perfectamente a los albacetenses cuando prefieren los días de entre semana para ir a la Feria, porque a partir de hoy el volumen del gentío subirá considerablemente. La Feria por la mañana tiene un sabor distinto, especial… Pareciera hecha para ti solo y su deleite. Me senté a almorzar con una amiga, que eso se hace mucho en Albacete. Junto a un grupo de jubilados que se pasaron allí la mañana entera y bebieron varias botellas de vino. Vino una rondalla formada sólo por señoras y casi surgió el amor en el momento. Ellas les cantaban a ellos y quedaron para después. Faltaban Sobera o Ramón García para certificar la relación. La Feria enamora desde que sale el sol hasta el ocaso.

Hoy el maestro Nevado, director de la Unión Musical de Albacete, rendirá homenaje al pasodoble taurino Amparito Roca, uno de los más famosos que cumple este 11 de septiembre cien años. Ha convocado a cuantos músicos deseen para que esta tarde vayan en pasacalles tocándolo hasta la plaza.

Ayer lo más taurino que vi fue al Moly, José Fernando Molina, que pasó por los micrófonos de Onda Cero y expresó su disgusto y contrariedad con la corrida del otro día. Pero ya ha dicho que se repondrá para su cita en Dax este fin de semana y el próximo lunes, de nuevo, en Albacete.

Los toros son una oportunidad cada día. Los novillos de ayer, para desecho de tienta. Sólo el Mene y su torería salvaron los muebles en una tarde para olvidar, donde Alejandro Quesada llevó la peor parte con una cogida aparatosa en el tercero. El presidente Joaquín Coy nos advierte de la belleza de la corrida de hoy. Seis ejemplares de Domecq, alguno de ellos jabonero, que gustarán a los aficionados. Crucemos los dedos y esperemos que así sea. Días de mucho, vísperas de nada, en ocasiones. Como el encuentro hoy con Sánchez. Bajará del cielo como el helicóptero de Tulipán. Sólo que en lugar de dar bocadillos, les enchufará un discurso a los chavales. Que Dios reparta suerte.

Diario de Feria 2025

7 de septiembre | ¡A La Meca, a la Feria!

8 de septiembre | La Virgencica de Los Llanos

9 de septiembre | Samuel o la fuerza del sino

10 de septiembre | Los miguelitos de la vida