Gareth Bale no jugará ante el Espanyol en el partido en el que el Real Madrid puede cantar el alirón. El delantero galés tenía opciones de disfrutar de minutos ante las previsibles rotaciones que implantará Ancelotti. Sin embargo, unos problemas físicos de última hora le han dejado fuera de la convocatoria ante el cuadro catalán. Una baja que resume cómo será su adiós del equipo merengue.

El club siempre intentó que Gareth Bale tuviera una última temporada positiva en el equipo. Su adiós a final de curso era irreparable y el único objetivo era que lo hiciera de la mejor forma posible. El hecho de que llegara Ancelotti al banquillo merengue también le favorecía, pues con el italiano tuvo una buena relación en su anterior etapa. Pero ninguna de estas predisposiciones ha servido para que el delantero pueda tener un adiós de ídolo en la capital.

Gareth Bale apenas ha disputado esta temporada siete partidos. Su único gol se remonta al segundo encuentro de La Liga, donde Carlo Ancelotti le situó como uno de los titulares junto a Karim Benzema y Vinicius Jr. Pero desde entonces, cuando cayó lesionado, ha ido encadenando ausencias por problemas físicos y desapariciones de las convocatorias pese a poder haber tenido alguna oportunidad más. 

El duelo ante el Espanyol se esperaba que fuera el de la fiesta final del Real Madrid. Puntuar es suficiente para proclamarse campeones. Ancelotti rotará al equipo y dará oportunidades a jugadores con menos suerte como Jesús Vallejo. El central tendrá minutos y Bale podría haber seguido sus pasos. Sin embargo, unas molestias de última hora le han dejado fuera de una convocatoria que podía servir de adiós.

La salida de Gareth Bale, por lo tanto, estará marcada por la polémica. Su relación con la afición no ha sido nada buena. La hinchada le ha recriminado su actitud y el galés no ha lanzado ningún gesto en busca de la reconciliación. Ni los apoyos de pesos pesados como Ancelotti o Marcelo, que salieron en su defensa cuando el público le pitó, han bastado para ver el cambio de Gareth Bale.

El delantero dirá adiós al Real Madrid una vez concluya la temporada. Lo hará, salvo milagro, habiendo jugado menos de diez partidos entre todas las competiciones. Sin embargo, puede sumar a su buen historial de madridista una nueva Champions League si se consigue remontar la eliminatoria ante el Manchester City. Un título en el que habría participado, en caso de que no vuelva a pisar el césped, en un total de siete minutos.

Las dudas sobre su futuro

El caso de Gareth Bale es completamente diferente al del resto de jugadores. Isco Alarcón se sabe que buscará nuevo equipo cuando acabe su contrato. Marcelo tiene la opción de colgar las botas o regresar a Brasil para despedirse con su otra afición. Pero la situación de Gareth Bale está llena de incógnitas. Por su edad y potencial aún tiene opciones de disfrutar del fútbol en un equipo, pero la duda es si está entre sus pretensiones.

Lo único que se tiene claro es que Gareth Bale quiere jugar con Gales el próximo Mundial de Qatar 2022. Más allá de ese objetivo de llevar a su selección lo más alto posible, se desconoce a dónde irá el delantero. Tottenham y Real Madrid no son opciones posibles. Y su ficha, una de las más altas en la entidad merengue, deberá ser rebajada si quiere continuar en algún club.

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